Hasta la llegada de los SUV el pastel comercial se lo repartían el segmento C y el B. Hoy en día, el único que ‘aguanta’ el tirón de los todocaminos es, precisamente, el de los utilitarios. Categoría en la que Hyundai lleva inmersa casi 20 años, primero con el Getz y posteriormente con un i20 que surgió en 2008 y que ahora alcanza su tercera generación, que es la que probamos, el Hyundai i20 2020. Más de dos décadas de vida en las que se han vendido cerca de un millón de unidades en toda Europa (75.000 destinadas a nuestro mercado). Un modelo que encarna perfectamente la evolución de la firma coreana alcanzando en esta tercera generación una nueva dimensión.

Hyundai i20 exterior

Dimensión que está determinada por la nueva filosofía de diseño Sensous Sportiness de la marca que inaugura este nuevo Hyundai i20 para, posteriormente, ir modificando sus patrones en función del modelo de Hyundai elegido (no será igual un 45 EV que un i30). Dicha filosofía pretende englobar en un mismo conjunto los conceptos de deportividad y elegancia, características que son visibles en este nuevo Hyundai i20.

Porque en una categoría tan complicada como la de los utilitarios, quien destaque por algo, sea la cualidad que sea, tendrá muchas opciones de llevarse ‘el pato al agua’. Cierto es que hay modelos populares que resultan difíciles de desbancar como el SEAT Ibiza (prueba), el Peugeot 208 (prueba) o el Renault Clio (prueba) pero cada vez hay más integrantes que aportan algo nuevo. Pienso por ejemplo en el Honda Jazz (prueba) o el Toyota Yaris Hybrid (prueba). En el caso de este Hyundai i20, sin duda, la gran baza es la estética.

Hyundai i20 2020: todo un giracuellos

Hyundai i20 exterior trasera

Sabéis que nunca os engaño y aunque me suele pasar a menudo con los coches que pruebo (quizá soy yo que les deslumbro), durante el trayecto realizado con este i20 fueron varios los viandantes que se pararon y giraron el cuello para verlo. No es para menos, ya que su silueta exterior llama la atención… para bien o para mal. Sí, porque al colgar las fotos en redes sociales, también encontré comentarios del estilo de “¿es tan feo en persona como lo parece en fotos?” o “intenta vendérmelo bien, porque no me gusta nada”. Sea como fuere, esta polarización beneficia a Hyundai ya que ha conseguido algo que resulta complicado para todas las marcas, que se hable de su producto.

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En este caso yo me sumo a la corriente que alaba el riesgo estético adoptado por la coreana para proponer un producto diferente al resto, vistoso. Un conjunto que además consigue ese doble objetivo de proponer una línea elegante y deportiva. Porque el frontal es refinado, con una parrilla de generosas dimensiones, luces principales LED afiladas y un capó de gran robustez con una nervadura central. Pero a medida que nos vamos desplazando hacia la zaga, el Hyundai i20 parece transformarse en un coche de competición.

Hyundai i20 logo Hybrid

Sus líneas de cintura y hombros están muy marcadas mientras que el pilar C introduce una ventanilla trasera que aumenta la luminosidad interna. En cambio, el punto distintivo es, sin duda, la trasera. Aquí aparece una tira luminosa que conecta unos grupos ópticos en forma de Z con tecnología LED que aportan distinción y aumentan la anchura visual del coche.

Porque al estar frente a él, este Hyundai i20 parece ser más grande de lo que demuestra sobre el papel gracias al centímetro que gana en anchura y a los 2,4 cm de rebaja en su altura. En total hablamos de un coche de 4,04 metros de largo (solo gana 5 mm), 1,77 de ancho y 1,45 de alto. Para completar su apartado exterior Hyundai aumenta su paleta de colores a 10 tonalidades (cuatro de ellas nuevas), introduce la posibilidad de incorporar un techo en negro y los juegos de llantas van de las 15 a las 17 pulgadas. En la primavera de 2021, llegará tanto el acabado de corte deportivo, N Line, con elementos exclusivos como el esperadísimo el Hyundai i20 N que promete sensaciones tanto visuales como dinámicas.

Un interior conectado

Hyundai i20 salpicadero

Evolutivamente hablando era de esperar que el habitáculo cambiase, pero la manera en la que lo ha hecho nos deja gratamente sorprendidos. Cierto es que esperábamos materiales algo más blandos en algunas zonas del salpicadero o las puertas pero la realidad es que los plásticos duros que inundan el puesto de conducción ofrecen un tacto y un ajuste de diez. Es relativamente sencillo encontrar la postura de conducción y todos los mandos se encuentran a mano.

Ahora bien, lo que acaba por encandilarte es, sin duda, el apartado tecnológico. Tanto que Hyundai nos confirma que es su modelo más conectado. Visualmente hablando llama poderosamente la atención el uso de un cuadro digital de 10,25 pulgadas disponible desde el segundo nivel de acabado y cuya interfaz cambia en función del programa escogido. A su lado se coloca un monitor del mismo tamaño (las versiones básicas montan uno de 8”) con sincronización móvil Apple CarPlay y Android Auto inalámbrica, navegación o el sistema BlieLink con funciones ampliadas en la app móvil. Su uso es intuitivo y ágil permitiendo acceder a todos los menús con facilidad.

A todo ello se suma un equipamiento amplísimo desde el acabado más básico que, en los intermedios ya contempla elementos como el arranque sin llave, la iluminación ambiental LED, el climatizador automático, el cargador inalámbrico, los sensores de aparcamiento traseros, cámara trasera… Mención aparte merecen los múltiples asistentes de conducción, propios algunos de modelos de categorías superiores al encontrarnos algunos como el control de velocidad de crucero adaptativo basando en la navegación asistente inteligente de límite de velocidad, el sistema activo por cambio de carril, alerta de aproximación trasera con asistente anti colisiones, etc.

Hyundai i20 maletero

Y por último y no por ello menos importante, el espacio. Este Hyundai i20 es igualmente un coche más amplio. Gana 10 mm de batalla (2,58 m) lo que repercute en un mayor hueco para las piernas en la zona trasera, 88 mm más para ser exactos. Con conductor y copiloto de 1,80 metros, hay hueco de sobra para acomodar a dos adultos y aunque el espacio para los hombros ha aumentado en 44 mm, sigue siendo mejor que viajen dos a tres. En cuanto al maletero, gana 26 litros alcanzando los 352 litros y colocándose como uno de los más capaces. Abatiendo la segunda fila (60/40) consigue un espacio de 1.165 litros.

Con etiqueta ECO

En el apartado mecánico, este Hyundai i20 dice adiós por completo al diésel. En su lugar, como versiones más ahorradoras aparecen dos microhibridadas mediante batería de 48 voltios que lucen la etiqueta medioambiental ECO de la DGT. En ambos casos el motor 1.0 T-GDI es el núcleo principal, pudiendo elegir entre el 100 CV, bien con la nueva caja manual inteligente de seis relaciones o con la conocida DCT de siete relaciones, o el 120 CV en exclusiva a la transmisión automática. 

Hyundai i20 motor

Curiosamente, el 1.0 T-GDI también se oferta sin esa hibridación ligera y con caja manual ‘tradicional’, pero teniendo en cuenta que a igualdad de equipamiento nos ahorramos 1.250 € (aunque la realidad es que el Hybrid se ofrece con el acabado básico siendo 425 € más barato), entendemos que el grueso de ventas irá a parar a la hibridada. Adicionalmente se mantiene el 1.2 atmosférico de cuatro cilindros con 85 CV y caja manual de cinco relaciones que sirve tanto para dar el precio de arranque como para aquellos conductores o empresas que no necesiten demasiados alardes. En el otro lado de la balanza se situará el comentado i20 N con su 1.6 T-GDI de 204 CV, transmisión manual y un peso que no superará los 1.200 kilos. ¡Se me ponen los pelos como escarpias!

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Por cierto, habrás notado que en el 1.0 T-GDI Hybrid hemos hablado de una caja manual inteligente. Sí, Hyundai ha desarrollado un tipo de transmisión que permite desacoplar el motor cuando el conductor suelta el acelerador, logrando que el coche circule a vela y ahorre algo de combustible. Es una función típica de las cajas automáticas que Hyundai ha conseguido trasladar a la manual. 

Prueba del Hyundai i20 2020

Con todas las cartas sobre la mesa, toca conducir este Hyundai i20. Lo hacemos en su versión más potente, microhibridada claro está, con el nivel de acabado más alto, Style, por lo que todas esas sensaciones visuales y al tacto se magnifican. 

Hyundai i20 movimiento trasera

Pero entrando en dinámica, hay algo que nos ha sorprendido del utilitario coreano: lo bien que va. Como decíamos antes es fácil hacerse a él mientras que el rodar de marcha es más que sobresaliente. El motor empuja con contundencia y los 200 Nm de par que genera unidos a esos 120 CV son más que suficientes para mover con solvencia un conjunto que no supera los 1.200 kilos. Un bloque que, además, es super refinado pues apenas emite vibraciones ni suena en exceso. La transmisión automática es rápida y precisa. Permite hacer un uso secuencial de la misma aunque sin levas en el volante (nos parece un pequeño fallo). 

Aunque si hay algo a destacar es el aplomo con el que se mueve. La nueva plataforma sobre la que se sostiene le permite tener una calidad de rodadura superior al tiempo que ha ganado en agilidad. La dirección es bastante precisa mientras que su suspensión filtra a la perfección cualquier irregularidad del terreno. Cualidad esta que se convierte en virtud en carretera pero se torna como poco favorable en zona revirada al aumentar el balanceo. No es excesivo pero sí tenemos que corregir más de la cuenta la trayectoria.Hyundai i20 lateral

Los frenos cumplen con nota mientras que los tres modos de conducción, Eco, Comfort y Sport permiten tener un coche tan eficiente como picantón a la par que confortable. Además que el cuadro de instrumentos cambie con cada selección nos parece un punto muy atractivo. Por último, si nos ceñimos al consumo también tenemos que aplaudir el trabajo realizado por los ingenieros coreanos pues los 6,5 l/100 km medidos durante una prueba en la que no ha sido nuestra preocupación, no se alejan en exceso de los 5,3 l/100 km que homologa.

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En definitiva

La irrupción de esta tercera generación del Hyundai i20 no solo supone un paso al frente para la firma asiática en términos de diseño, calidad y conectividad, sino que gracias a su notable dinámica de conducción, el modelo coreano reúne todo lo necesario para complicarle la vida a los pesos pesados de la categoría. 

Hyundai i20 nocturna

Como guinda, además, propone un precio de partida más que atractivo pues los 16.990 € de los que parte el 1.2 MPI de 85 CV se pueden convertir en 12.390 € sumando el descuento comercial, la financiación, la entrega del vehículo y el Plan Renove 2020 del que Hyundai se hace cargo. Un ahorro que puede llegar a ser de hasta 5.200 € en los mild-hybrid dejando así el 100 CV entre los 14.040 y los 18.755 € o el de 120 CV entre 21.355 y 22.755 €.

Ficha técnica Hyundai i20 1.0 T-GDI 120 CV 48V 7DCT
Motor Cilindrada 998 cc
Cilindros 3 en línea
Potencia máxima 120 CV / 6.000 rpm
Par máximo 200 Nm / 2.000 – 3.500 rpm
Alimentación Tipo Inyección directa. Turbo. Intercooler
Transmisión Caja de Cambios Automática, doble embrague, 7 vel.
Tracción Delantera
Suspensión Delantera Tipo McPherson
Resorte helicoidal
Barra estabilizadora
Trasera Eje semirígido
Resorte helicoidal
Barra estabilizadora
Frenos Delanteros Discos ventilados
Traseros Discos
Dimensiones Longitud 4.045 mm
Anchura 1.775 mm
Altura 1.450 mm
Distancia entre ejes 2.580 mm
Maletero Volumen 352 – 1.165 litros
Peso Peso 1.190 kg
Prestaciones Velocidad máxima 190 km/h
Aceleración 0-100 Km/h 10,3 s.
Consumo (WLTP) Combinado 5,3 l/100 km
Velocidad baja 6,9 l/100 km
Velocidad media 5,1 l/100 km
Velocidad alta 4,4 l/100 km
Velocidad muy alta 5,6 l/100 km
Emisiones Emisiones de CO2 120 g/km Euro 6 – Etiqueta ECO
Precio Precio oficial Desde 16.990 euros

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