En esta prueba, el Volkswagen Polo 1.0 TSI 115 CV ha demostrado que es un utilitario muy equilibrado. Destaca especialmente su motor, que ofrece un funcionamiento suave y una entrega de potencia lineal que facilita la conducción en el día a día. Dinámicamente ofrece un comportamiento ágil y cómodo, apoyado en un habitáculo más espacioso que el de cualquiera de sus antecesores.
Volkswagen Polo Arlequín, el colorido urbanita
Porque recordemos que el coche de la prueba, el Volkswagen Polo 1.0 TSI 115 CV, representa a la sexta generación de este modelo de Volkswagen. Un vehículo del que a lo largo de sus 45 años de historia se han comercializado más de 14 millones de unidades. Desde el lanzamiento del primer Polo en 1975, la compañía alemana ha ido evolucionando este modelo y ha logrado convertirlo en una de las referencias del segmento de los utilitarios.
En su última evolución, el Volkswagen Polo recurre a la plataforma MQB A0 del grupo. Es la misma que emplean por ejemplo el SEAT Ibiza (prueba) o el SEAT Arona (prueba). Esto le ha permitido crecer en tamaño (es más largo y ancho) y ofrecer una habitabilidad superior a la de cualquiera de sus predecesores. Esto último se debe no solo al aumento de la longitud total o de la anchura, también porque la distancia entre ejes es ahora 10 cm mayor.

Y esto se traduce en un habitáculo mucho más espacioso, especialmente en las plazas traseras o en el maletero. Este último ofrece una capacidad de 351 litros, un dato que supone un aumento de más de 70 litros con respecto a su antecesor y que le sitúa entre los mejores del segmento. Es más, para que te hagas una idea, a pesar de ser un modelo del segmento de los utilitarios su capacidad de carga iguala o se aproxima mucho a la de algún que otro compacto, como el Toyota Corolla (prueba).
Equilibrado en todos los apartados

Estéticamente, el Volkswagen Polo 1.0 TSI 115 CV que pruebo luce un aspecto más elaborado que antes y es más atractivo. Por las fotos puede parecer que no hay muchas diferencias con la generación previa, pero en persona se aprecia que este cuenta con detalles y líneas de diseño en el exterior que dan mucho dinamismo al conjunto. En este sentido, destacaría las nervaduras del capó o la que nace en las aletas delanteras para más adelante convertirse en la línea de cintura hasta culminar en los grupos ópticos traseros.
La historia de los 3 Volkswagen Polo G40 de 1985 que rodaron a 200 km/h durante 24 horas
Se aprecia a simple vista que es más ancho, especialmente en la zaga, que tiene mucha más presencia. Los faros y pilotos, que pueden contar con tecnología de ledes de forma opcional como en la unidad de las imágenes, otorgan al conjunto un toque de modernidad y además iluminan muy bien. Los pasos de rueda acogen en este caso unas llantas de aleación de 16” calzadas con neumáticos en medida 195/55, una elección que aporta un extra de confort gracias a la capacidad de absorción de las gomas sin perjudicar la dinámica.

Por dentro, además de la buena habitabilidad, destaca la calidad general de los acabados y de los materiales empleados. Todos los elementos que están al alcance de la mano transmiten sensación de solidez, tienen un tacto agradable y una disposición lógica. Esto último hace que sea muy intuitivo utilizar las diferentes funciones.
Una vez acomodado en el puesto de conducción, descubro que hay multitud de huecos para transportar objetos. En las puertas, por ejemplo, puedes llevar botellas de agua de más de un litro sin problema. En la consola central, justo delante de la palanca de cambios, hay un espacio destinado para el teléfono móvil que puede contar con carga inalámbrica y que además ofrece dos puertos USB. A estos hay que sumar los huecos que hay debajo del apoyabrazos delantero o en las puertas delanteras.

Acceder al habitáculo es una tarea sencilla, pues los asientos no quedan muy abajo y las puertas son grandes, con un ángulo de apertura generoso. Es decir, que es un coche apto para transportar a varios pasajeros de forma habitual incluso en las plazas traseras, ya que ofrecen mucho espacio para los hombros, la cabeza y las piernas. El maletero, al que se accede a través de un portón grande, ofrece un piso regulable en varias alturas y puede incrementar su capacidad abatiendo los respaldos de la segunda fila.
El equipamiento del Volkswagen Polo 1.0 TSI 115 CV de la prueba es amplio. Además de los ya mencionados faros y pilotos de ledes, dispone de sensores de aparcamiento, de un completo sistema multimedia, de un climatizador de dos zonas, de un control de crucero adaptativo, de encendido automático de las luces, de sensor de lluvia… A esto hay que sumar asistentes como el detector de ángulo muerto o la frenada automática de emergencia con detección de peatones y ciclistas.
Así se comporta el Volkswagen Polo 1.0 TSI 115 CV

La prueba del Volkswagen Polo 1.0 TSI 115 CV me ha permitido verificar lo que ya pensaba: que este motor tricilíndrico es muy agradable de utilizar y económico en su gasto. Ya había tenido la oportunidad de utilizar esta misma mecánica en otros vehículos del grupo y su funcionamiento en el Polo me parece igual de acertado. No vibra mucho, suena poco y ofrece una entrega de potencia y par muy lineal.
La prueba de esto está en el hecho de que los 200 Nm que produce están disponibles de forma constante desde tan solo 2.000 vueltas y hasta llegar a las 3.500 rpm. La potencia máxima, por su parte, alcanza los 116 CV a entre 5.000 y 5.500 revoluciones. Es decir, que tiene un rango de uso realmente amplio y un rendimiento que otorga mucha agilidad a este utilitario de 1.150 kilogramos de peso.

No es que sea extremadamente rápido, porque con un paso de 0 a 100 km/h de 9,5 segundos no lo es. Pero sí que es ágil, a fin de cuentas es el segundo Polo más potente de la gama (tras el Volkswagen Polo GTI de 200 CV). Es un motor que te permite moverte entre el tráfico sin dificultades incluso si vas con el coche cargado y que gasta poco combustible. De hecho, durante la prueba he obtenido una media de 5,7 l/100km, un dato que es solo unas décimas más alto que la cifra oficial de gasto (que es de 5,5 l/100km).
¿Una pega? Las relaciones de la caja de cambios. Para conseguir esos datos de consumo se han escogido unas marchas que son muy largas y que en determinadas situaciones, merman el rendimiento del motor. Este genera suficiente par motor como para mover el conjunto en situaciones en las que se demanda poca capacidad de aceleración. Si quieres ganar velocidad con más rapidez, te verás obligado a reducir una o incluso dos marchas al realizar por ejemplo un adelantamiento en carretera secundaria. Por suerte es fácil de solucionar si optas por la caja de cambios DSG opcional de siete velocidades.

Es uno de los pocos ‘peros’ que se le pueden poner al Volkswagen Polo 1.0 TSI 115 CV. Es un coche que como sucedía con sus predecesores, hace todo muy bien sin destacar especialmente en ningún apartado. Lo positivo es que ahora añade a eso más habitabilidad, más tecnología, un comportamiento ágil y confortable y detalles de diseño que en general, hacen que sea un producto mucho más atractivo.
A destacar |
A mejorar |
Rendimiento del motor |
Tacto de algunos plásticos del interior |
Consumo |
Precio |
Habitabilidad |
|
Ficha técnica Volkswagen Polo 1.0 TSI 115 CV
|
Motor |
Cilindrada |
999 cc |
Cilindros |
3 en línea |
Potencia máxima |
116 CV / 5.000 – 5.500 rpm |
Par máximo |
200 Nm / 2.000 – 3.500 rpm |
Transmisión |
Caja de cambios |
Manual, 6 velocidades |
Tracción |
Delantera |
Suspensión |
Delantera |
McPherson / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora |
Trasera |
Rueda tirada con elemento torsional / Resorte helicoidal |
Dimensiones |
Longitud |
4.053 mm |
Anchura |
1.751 mm |
Altura |
1.461 mm |
Distancia entre ejes |
2.551 mm |
Alimentación |
Tipo de alimentación |
Inyección directa, turbo e intercooler |
Peso |
Peso |
1.155 kg |
Prestaciones |
Velocidad máxima |
200 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h |
9,5 seg |
Consumos WLTP |
Combinado |
5,5 l/100 km |
Velocidad baja |
7,0 l/100 km |
Velocidad media |
5,3 l/100 km |
Velocidad alta |
4,7 l/100 km |
Velocidad muy alta |
5,6 l/100 km |
Emisiones WLTP |
Emisión CO2 |
124 g/km Euro 6 |
Precio |
Precio oficial |
19.355 euros (sin descuentos) |
Imágenes: Álex Aguilar