Hay modelos que para bien o para mal, marcan para siempre el recorrido de una marca. Y en el caso del Ibiza, ya imposible imaginar la la historia de SEAT sin él. Porque si el SEAT 600 (prueba) motorizó a un país, el SEAT Ibiza de esta prueba hizo que el país nunca más se parara.

Pero pongámoslo todo en contexto. Por un momento, piensa en el arranque de los años ochenta, un país cada vez más en color que en blanco y negro, con más ganas de vivir que nunca y con el gran boom del turismo. Pues bien, en ese momento, comenzamos a vivir también la gran transformación de SEAT, que pasaba del Ronda al Ibiza.

Ibiza en el estand de SEAT en del Salón de Paris de 1986
El Ibiza, en el estand de SEAT en del Salón de Paris de 1986.

Y por un momento, imaginaos el shock que produjo la llegada de nuestro ‘cuadriculado’ amigo, en el que confluían celebridades tan distintas como Giorgeto Giugiaro e Italdesign (diseño), Karmann (carrocería) y Porsche (tecnología mecánica).

La historia secreta del nacimiento del SEAT Ibiza

Y aunque hoy en día la presencia de una Porsche en horas bajas pueda ser lo más llamativo del conjunto, son tantas las leyendas y curiosidades acerca del modelo, que podríamos pasarnos horas hablando de él. Desde que el diseño de Giugiaro se ‘recicló’ desde una propuesta desechada por Volkswagen para el Golf MkII, hasta la propia elección del nombre de Ibiza.

El caso es que en 1984, el periodo de transición entre el adiós a Fiat y el hola a Volkswagen, el primer SEAT Ibiza sale de la línea de producción de la factoría de la Zona Franca de Barcelona. 27 de abril de 1984, esa es la fecha en la que la firma española cambió su rumbo para siempre.

Carrocería del SEAT Ibiza MK1 expuesta en el Salón de Paris de 1986.
Carrocería del SEAT Ibiza Serie 1 expuesta en el Salón de Paris.

Y curiosamente, lo hacía con un utilitario de tres puertas. Algo que se valoraba en la época y que hoy en día ha caído totalmente en desuso. Pero en los ochenta, los modelos de tres puertas todavía molaban y, hasta un par de años después, no se sumaría a la gama la versión de cinco.

Prueba del SEAT Ibiza I 1.5 GLX de 1985

Como no podía ser de otra manera, nuestra prueba del SEAT Ibiza se centra en este atractivo formato, con un modelo de la primera serie, que incorpora el motor 1.5 de gasolina bajo el capó.

Una apreciación necesaria, ya que la gama del modelo contó con múltiples motorizaciones. Los de gasolina tenían cilindradas de entre 903 y 1675 cm³, con potencias de entre 40 y 109 CV, mientras que el único motor diésel de la gama, con 1.7 litros, llegaba a los 57 CV en el mejor de los casos.

prueba del SEAT IBIZA I 1.5 GLX (1985)

Tampoco debemos perder de vista un hecho importante: durante esta primera generación, el utilitario español recibió dos actualizaciones de diseño importantes: en 1988 y en 1991, esta última más radical, con la llegada del Ibiza New Style. ¿Te acuerdas de él, en la España de Barcelona 92? Qué jóvenes éramos…

Visto de cerca, puede que este siga siendo mi Ibiza favorito, por la pureza de sus líneas. Y mira que grandes diseñadores han puesto su lápiz a disposición del modelo español: Da Silva, Donckerwolke, Mesonero-Romanos…

SEAT Ibiza Marathon: el ‘proto’ con motor de cinco cilindros y 300 CV

Porque además de su imagen confundible, hay una cosa que percibes en cuanto te subes al Ibiza original: se trata de un modelo en el que el espacio interior se aprovecha al máximo. De hecho, con una longitud de apenas 3,64 metros, ofrece una habitabilidad sobresaliente, en todas las cotas.

Por lo demás, el interior del coche es sencillo al extremo, con versiones que incluso no tenían ni cuentarrevoluciones. Aunque llegados a este punto, dependiendo del año del modelo con el que te cruces, la configuración del volante y sus ‘periféricos’ puede ser radicalmente diferente: desde la versión con casi todos los mandos de control agrupados dentro del aro del volante, hasta los más tradicionales, con su volante de tres radios y sus mandos repartidos de forma más lógica.

interior del SEAT IBIZA I 1.5 GLX (1985)

Eso sí, elementos comunes en la consola central son los mandos para gestionar la ventilación y calefacción de habitáculo (hubo versiones con aire acondicionado), el clásico reloj digital, el mechero y el cenicero y el hueco para el equipo de sonido.

Al volante del utilitario por excelencia en España

Contacto, puesta en marcha y el bloque 1.5 vuelve a la vida con un sonido realmente especial De esos que escuchas una vez y, por mucho tiempo que pase, sigues recordando. Esa era una de las características de estos System Porsche (con la inscripción bien visible), tan compactos que dejaban espacio para que la rueda de repuesto viajara en el vano motor.

Puede que al hablar de 85 CV de potencia y 116 Nm de par a 3.500 vueltas, no te sientas intimidado. Ni lo más mínimo. Y es normal. Sin embargo, para un coche de los años ochenta, con un peso en el entorno de los 900 kilos, no está nada mal.

prueba del SEAT IBIZA I 1.5 GLX (1985)

Porque otra cosa no, pero este bloque de gasolina y atmosférico, dotado de un carburador de doble cuerpo Weber, es voluntarioso con mayúsculas y si se maneja con precisión el cambio, se le puede sacar mucho jugo.

Aunque ya decimos que para obtener lo mejor de él, hay que ‘lidiar’ con la espigada e inconfundible palanca de cambios, con la que se gestiona una caja manual de cinco marchas, no demasiado precisa.

palanca del cambio del SEAT IBIZA I 1.5 GLX (1985)

Y algo parecido pasa con la dirección, que carece de asistencia eléctrica y resulta un tanto imprecisa. Y no tanto por cómo transfiere tus órdenes al eje delantero, sino por lo poco que informa de lo que está sucediendo bajo las ruedas. Pero tampoco nos volvamos locos, que es un coche urbano, no un deportivo de raza…

Aún con todo esto, el bajo peso hace que este primer SEAT Ibiza sea un modelo bastante ágil, aunque si te lanzas a fondo a por un tramo de curvas, no debería extrañarte descubrir cómo el Ibiza tiende a ‘levantar la patita’. Porque para disfrutar al máximo, ya existía el SXI, un modelo del que hablaremos otro día.

Hoy ha tocado recordar al primer SEAT Ibiza de la historia, un modelo que destacó por sus buenos motores, sus infinitas series especiales y su precio realmente ajustado. No nos extraña que, a lo largo de las generaciones, haya sido el primer coche de miles de conductores españoles…

prueba del SEAT IBIZA I 1.5 GLX (1985)

Ficha técnica SEAT Ibiza I 1.5 GLX
Motor Cilindrada 1.461 cc
Cilindros 4 en línea, gasolina
Potencia máxima 85 CV a 5.600 rpm
Par máximo 116 Nm a 3.500 rpm
Alimentación Tipo Carburador Weber doble cuerpo
Transmisión Caja de Cambios Manual, 5 velocidades
Tracción Delantera
Suspensión Delantera Independiente
Tipo McPherson
Amortiguadores
Trasera Independiente
Ruedas tiradas
Ballesta y amortiguadores
Frenos Delanteros Discos
Traseros Tambor
Dimensiones Longitud 3.630 mm
Anchura 1.608 mm
Altura 1.394 mm
Distancia entre ejes 2.448 mm
Maletero Capacidad N.d.
Peso Peso 888 kg
Prestaciones Velocidad máxima 172 km/h
Aceleración 0-100 km/h 11,4"
Consumo Medio 6,7 l/100 km
Ciudad N.d.
Carretera N.d.
Producción Producción 1985 – 1991
Precio Precio 1.290.0000 pesetas (en 1985)
7.266 euros

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