El periplo de Skoda en el segmento C de compactos siempre ha sido una odisea sin capitán que liderara el barco. La presencia dentro del mismo grupo de otros gigantes del segmento, como el Volkswagen Golf o el SEAT León, que son auténticos éxitos comerciales, limitaba desde la cuna las posibilidades de cualquier modelo de la firma checa. Con el Skoda Spaceback tuvieron su primera aproximación a esta mina de oro que es el segmento de los compactos. Pero ha sido con su sucesor donde realmente han conseguido entender lo que quiere el comprador de este tipo de vehículos. Esta es mi prueba con el Skoda Scala Style 1.6 TDI 115 CV.

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Lanzado al mercado a finales de 2018 como el sucesor generacional del Spaceback antes mencionado, el Skoda Scala es un modelo subcompacto que, en lugar de estar basado en la misma plataforma MQB que sustenta al Audi A3, al León y al Golf, utiliza la plataforma MQB A0 que comparte con modelos de menor tamaño, como el SEAT Ibiza (prueba), el Volkswagen Polo o el Audi A1 (prueba).

Prueba Skoda Scala Style 1.6 TDI 115 CV

A pesar de los obstáculos que esta plataforma puede presentar para competir en primera división, el Scala es un coche más grande que sus compañeros de grupo, con cotas más propias de un segmento C. Tiene 4.362 mm de longitud, 303 mm más largo que un Ibiza e incluso 78 mm más que el nuevo Golf VIII. Estas medidas permiten al fabricante con sede en Mladá Boleslav hacer honor a su filosofía Simply Clever y ofrecer un vehículo con un interior espacioso y un maletero de 467 litros, uno de los mayores en su segmento.

El más elegante de la familia

El Spaceback era un coche que, si bien estaba perfectamente construido, necesitaba algo más para cautivar a los compradores. Sin embargo, el Scala logra adoptar ese extra de elegancia que le otorga el nuevo lenguaje de diseño de la marca, con una parrilla dominando el frontal y acompañada de faros LED donde la firma lumínica la representa un simple trazado recto. La parrilla inferior es parte de la nueva filosofía de diseño de la marca, como hemos podido ver recientemente en el renovado Skoda Octavia 2020.

Prueba Skoda Scala Style 1.6 TDI 115 CV

Desde el perfil se aprecia una silueta alargada, con superficies limpias acompañadas de la línea de cintura y de una línea de carácter en la sección inferior de las puertas. En la zaga encontramos un alerón en la parte superior que continúa ligeramente la línea del techo, que mi unidad de pruebas es de cristal panorámico, con una luna posterior alargada hasta unirse al grupo óptico de LED. El resto es sencillo, sin extravagancias, con un parachoques redondeado y un falso difusor trasero sin salidas de escape visibles. La denominación SKODA gana protagonismo por su gran tamaño.

«Enorme salto adelante en diseño y calidad de materiales»

El interior es un fiel reflejo de lo que ha estado haciendo Skoda estos últimos años en sus vehículos. Todo se centra alrededor de la pantalla del sistema de infoentretenimiento, intuitivo y de gran respuesta, la cual adopta un diseño flotante en la parte superior de la consola. Debajo encontramos las salidas de ventilación centrales y el climatizador bizona, un elemento que recuerda al de otros productos del Grupo Volkswagen. En la base de la consola tenemos un punto de carga inalámbrico opcional para dispositivos móviles y, en este caso, la palanca de cambios manual y un grupo de interruptores para los modos de conducción, el aparcamiento asistido o el Start&Stop.

Prueba Skoda Scala Style 1.6 TDI 115 CV
El interior destaca por elegancia y calidad de materiales

El volante de cuero perforado con fondo plano, el cuadro de instrumentos (que puede ser digital opcionalmente) o la tapicería de cuero beige son solo algunos de los elementos que conforman el Skoda Scala Style 1.6 TDI 115 CV que he podido probar. Como ya pude comprobar en la prueba del Skoda Karoq, la compañía checa ha puesto especial atención a la calidad de los materiales, sin plásticos duros en las zonas de contacto ni materiales baratos que arruinen un interior que, por el contrario, denota estilo, sobriedad y elegancia. Todo está bien iluminado por el techo de cristal panorámico de serie en el acabado Style.

Espacio y más espacio

Es difícil dedicar un apartado al espacio en una prueba, pero en el Skoda Scala este es sin duda uno de sus puntos fuertes. Las plazas delanteras ofrecen amplitud y comodidad para un conductor y acompañante adulto, dentro de los estándares de un compacto. Sin embargo, es en los asientos posteriores donde el Scala toma ventaja sobre sus rivales.

Prueba Skoda Scala Style 1.6 TDI 115 CV
Con 467 litros de capacidad volumétrica, el maletero del Scala es uno de los más grandes del segmento

El acceso a las plazas traseras es amplio gracias a la forma de las puertas y, una vez dentro, me encuentro con tres plazas donde el espacio para la cabeza (pese al techo panorámico), los hombros y las rodillas es sobresaliente. Especial mención merece el espacio para las piernas, ya que, con el asiento del conductor configurado para mí (mido 180 cm), aún sobra el suficiente hueco para incluso intentar estirar un poco las rodillas. Esta virtud tan solo se ve eclipsada por una plaza central menos práctica, con un mullido más duro, un respaldo configurado para convertirse en un apoyabrazos y un túnel central demasiado alto que nos deja casi sin sitio para colocar los pies.

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Y en el maletero tenemos 467 litros de capacidad volumétrica, una cifra muy alta que desbanca a la mayoría de sus rivales. Todo lo que ofrece este chasis y su carrocería ha sido aprovechado en la sección del maletero, sin formas irregulares, con una amplia boca de carga y con un fondo algo más hondo que araña unos litros extra. Debajo, si optas por el kit repara-pinchazos, puedes disponer de algunos compartimentos para guardar objetos más pequeños. Además, cuando abates la segunda fila de asientos, la capacidad volumétrica aumenta hasta los 1.410 litros, mientras que en la pared izquierda del maletero encontrarás un práctico tirador para plegar y desplegar la bola de remolque (opcional).

El rey de la autonomía sigue siendo el diésel

Prueba Skoda Scala Style 1.6 TDI 115 CV

Bajo el capó del Skoda Scala Style de la prueba se esconde un viejo conocido dentro del Grupo Volkswagen, el motor turbodiésel de cuatro cilindros 1.6 TDI de 115 CV de potencia y 250 Nm de par motor. Este propulsor, que es la opción diésel más potente dentro de la gama Scala, se ofrece también con un cambio automático DSG de doble embrague y siete velocidades, aunque mi unidad de pruebas estaba dotada de un cambio manual de seis relaciones. Según datos del ciclo de homologación WLTP, el Scala 1.6 TDI 115 CV registra un consumo medio de 4,9 litros a los 100 km y unas emisiones de CO2, también bajo este ciclo, de 129 gr/km (108 gr/km NEDC).

«Tras 450 km de viaje, logré una media de 3,9 l/100 km»

Sin embargo, durante mi prueba realicé un viaje largo por autopista donde logré un consumo medio de solo 3,9 litros a los 100 km en base a los datos arrojados por el ordenador de a bordo. Esto contribuyó a que, sin contar la reserva, el Scala Style 1.6 TDI 115 CV superara los 1.000 kilómetros de autonomía con un solo depósito de combustible. La media durante toda la prueba fue de aproximadamente 4,5 litros a los 100 km.

Prueba Skoda Scala Style 1.6 TDI 115 CV

En cuanto a la mecánica TDI de 115 CV, no es un motor que destaque especialmente por sus prestaciones, pero ofrece el suficiente rendimiento como para mover con soltura el vehículo, tanto en incorporaciones como en adelantamientos en carretera. A pesar de esto, el motor ha demostrado una gran eficiencia de combustible, lo que lo convierte en todo un devorador de kilómetros.

Dinámicamente, el Scala es un coche bastante equilibrado. Muestra un comportamiento neutral en todos los modos de conducción, acusando tan solo una ligera merma de respuesta en el modo ECO. Sin embargo, no presenta una suspensión demasiado dura o demasiado blanda, lo que lo hace perfecto para el día a día tanto en confort de marcha como para afrontar cualquier carretera revirada con un buen aplomo, al igual que el tacto de la dirección y la respuesta de los frenos. En comparación, el León es un coche con un punto extra de deportividad, al igual que ocurre con el Golf, condicionando algo más la comodidad en viajes largos.

Prueba Skoda Scala Style 1.6 TDI 115 CV

Prueba Skoda Scala Style 1.6 TDI 115 CV

Llegados a este punto de mi prueba con el Skoda Scala Style 1.6 TDI 115 CV toca hablar de precios. Al momento de escribir estas líneas, Skoda tiene una promoción para llevarte un Scala Style desde 16.800 euros. Sin embargo, el configurador arroja unas cifras un tanto diferentes. Al equiparlo con el motor diésel y añadir todo el equipamiento opcional, el precio ha aumentado hasta los 33.135 euros.

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Por esta cantidad te puedes llevar un coche muy equipado, con control de crucero adaptativo (415 euros), llantas de aleación de 18 pulgadas (355 euros), asistente de luces de carretera (350 euros), modos de conducción (105 euros), Side Assist (455 euros), asientos calefactables (395 euros), tapicería de cuero/Suedia (1.120 euros), faros de LED (900 euros), asistente de aparcamiento (325 euros) y portón trasero eléctrico (370 euros), entre otros.

Prueba Skoda Scala Style 1.6 TDI 115 CV
Cuatro modos de conducción disponibles, uno de ellos personalizable

De serie en el acabado Style son elementos destacados tales como el techo deflector panorámico, Climatronic, asistente de arranque en pendiente, 4 puertos USB tipo C, Smart Link, faros traseros de LED con intermitentes dinámicos y sistema multimedia Bolero con pantalla táctil de 8 pulgadas. Sin embargo, sigue siendo una cifra elevada con la que (sin promociones aplicadas) es difícil superar a muchos de sus rivales directos.

El Skoda Scala que he puesto a prueba es una muestra de que la compañía checa es capaz de ofrecer un producto a la altura de las expectativas para el segmento C, el de los compactos. Mejora en todos los aspectos a su predecesor, el Spaceback, destacando el diseño, el espacio interior y del maletero, y el motor 1.6 TDI con su bajo consumo de combustible. No lo hace tanto en materia de precio, con cifras a mi parecer algo elevadas para conseguir un buen volumen de ventas. El Scala sería un producto mucho más completo si, además, pudiera equipar motores más grandes, como los 2.0 TDI y TSI que sí ofrecen el A3, el Golf y el León.

Prueba Skoda Scala Style 1.6 TDI 115 CV

A destacar A mejorar
Espacio interior y maletero Precio
Consumo Equipamiento opcional elevado
Equilibro dinámico

Ficha técnica Skoda Scala Style 1.6 TDI 115 CV
Motor Cilindrada 1.598 cc
Cilindros 4 en línea
Potencia Máxima 115 CV / 3.250 – 4.000 rpm
Par Máximo 250 Nm / 1.500 – 3.250 rpm
Transmisión Caja de Cambios Manual, 6 velocidades
Tracción Delantera
Suspensión Delantera McPherson / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora
Trasera Rueda tirada con elemento torsional / Resorte helicoidal
Dimensiones Longitud 4.362 mm
Anchura 1.793 mm
Altura 1.471 mm
Distancia entre Ejes 2.649 mm
Alimentación Tipo de Alimentación Inyección directa por conducto común, turbo, geometría variable e Intercooler
Peso Peso 1.324 kg
Prestaciones Velocidad Máxima 201 km/h
Aceleración 0-100 Km/h 10,1 seg
Consumos WLTP Urbano N.D.
Extraurbano N.D.
Combinado WLTP 4,9 l/100 km
Emisiones WLTP Emisión CO2 129 g/km – Euro 6
Precio Precio Oficial Desde 26.580 €

Fotos: Álex Aguilar

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