La segunda generación del Skoda Kodiaq llega con muchas novedades, siendo las principales la introducción de una variante híbrida enchufable y de una versión microhíbrida con etiquetas medioambientales 0 y ECO, respectivamente. Pero como no todo el mundo necesita automóviles con este tipo de sistemas de propulsión, la gama además cuenta con opciones con motorizaciones diésel y gasolina convencionales.
Una de ellas, la más interesante a mi juicio, es la que monta el protagonista de la prueba, el Skoda Kodiaq 2.0 TDI 193 CV DSG 4x4. Un automóvil que combina en un mismo paquete todas las bondades del nuevo Kodiaq con una poderosa mecánica turbodiésel. Un bloque que mueve con mucha soltura el conjunto, que consigue unos consumos reducidos para su rendimiento y que le otorga una autonomía entre repostajes de más de 900 kilómetros.
Porque aunque los híbridos enchufables y microhíbridos aportan claras ventajas en determinadas circunstancias, no tienen por qué ser la opción más adecuada para cualquier usuario. De hecho, existiendo este motor diésel (y el 2.0 TDI de 150 CV), los que realicen muchos kilómetros al año y no necesiten obligatoriamente la etiqueta ECO o 0, encontrarán en esta versión a su mejor aliado.
Fórmula mejorada
Aunque a simple vista este Skoda Kodiaq 2.0 TDI 193 CV DSG 4x4 resulta muy parecido a su predecesor, lo cierto es que hay multitud de cambios a nivel estético. El frontal, completamente renovado, estrena unos grupos ópticos que aunque guardan cierta similitud con los de su antecesor, tienen un nuevo diseño y sobre todo, mejor tecnología.
Porque al equipar los llamados Matrix Top LED, se añaden un 50% más de diodos hasta sumar un total de 36 segmentos por faro incrementando la potencia lumínica en un 15%. También se añade otra novedad que afecta en gran medida a la presencia visual del coche, especialmente en condiciones de baja visibilidad. Me refiero a la parrilla hexagonal, que puede contar con 14 segmentos luminosos independientes que forman una franja de luz entre los faros.
En la vista lateral destaca el hecho de que los diseñadores han apostado por suavizar las formas, eliminando las aristas que presentaba el anterior Kodiaq para dotar al conjunto de un diseño más limpio. Completan los cambios en esta zona las llantas de aleación de nuevo cuño con diámetros de entre 17 y 20” o el embellecedor que presenta el pilar D, que está rematado en un tono metálico mate que la marca denomina Unique Dark Chrome.
La parte trasera es quizá la zona en la que los cambios son más evidentes, fundamentalmente por el nuevo aspecto de los pilotos. Estos presentan un aspecto en forma de ‘C’ y quedan unidos entre sí en su parte inferior por una tira que, curiosamente, no está iluminada. También varía el aspecto del paragolpes y del alerón que corona el portón del maletero.
Las medidas del nuevo Skoda Kodiaq son prácticamente calcadas a las del modelo al que sustituye. El principal cambio está en la longitud total, que se ha visto incrementada en 61 mm; el resto de cotas permanecen casi invariadas: 3 mm más de distancia entre ejes, 18 mm menos de anchura y 24 mm menos de altura.
Cambios significativos en el interior
Lo que más me ha gustado de este Skoda Kodiaq 2.0 TDI 193 CV DSG 4x4 es su habitáculo. Porque ha mejorado muchos detalles sin perder ni un ápice de la fabulosa habitabilidad de la que tradicionalmente ha hecho gala este modelo. Y tampoco ha renunciado a esa practicidad que siempre ha caracterizado a los productos de Skoda.
Nada más subir descubro un salpicadero con un diseño completamente nuevo. Mejora la presencia visual y también la calidad percibida, con unos ajustes muy buenos y unos materiales agradables al tacto en aquellas zonas con las que más interactuamos mientras estamos conduciendo.
La pantalla del sistema multimedia ahora está en una posición más elevada y puede ser de hasta 12,9 pulgadas. Tiene un sistema operativo nuevo, un funcionamiento muy fluido y es compatible de manera inalámbrica tanto con CarPlay de Apple como con Android Auto. Justo debajo de ella están las salidas de ventilación centrales y a continuación, los llamados Smart Dials, otra de las novedades del interior.
Son tres diales circulares que integran en su interior pequeñas pantallas de 32 mm de diámetro y que favorecen la practicidad. Porque gracias a ellos puedes realizar funciones esenciales sin necesidad de apartar la vista de la carretera, como ajustar la temperatura del climatizador o variar la velocidad del ventilador. Además, como son configurables, puedes acceder con más facilidad a características como el selector de modos de conducción o a la regulación del volumen del equipo de sonido.
Como la palanca de cambios ha pasado de estar en la consola central a situarse en la columna de dirección, ahora hay todavía más huecos para llevar objetos. En esta zona podemos encontrar dos cargadores inalámbricos para teléfonos móviles compatibles, hasta cuatro posavasos o incluso una pequeña pieza rectangular tapizada con la que podemos limpiar fácilmente la gran pantalla del sistema de información y entretenimiento.
Los huecos que hay en las puertas son muy grandes, tanto que incluso existe la posibilidad de color dos pequeñas bolsas de basura con tapa; y mantiene el pequeño compartimento para el paraguas. La guantera, como anteriormente, es doble y amplia; y el espacio que hay debajo del apoyabrazos central regulable es también muy aprovechable. La única pega que le puedo poner es que el mullido de esta me parece bastante duro, al igual que el del acolchado de la puerta en su sección central o de la moldura superior.
Las plazas traseras gozan de mucho espacio para la cabeza y las piernas y son lo suficientemente anchas para que tres adultos puedan plantearse viajar en ellas. Se pueden regular longitudinalmente y ajustar la inclinación del respaldo tanto para ganar confort como para favorecer la habitabilidad de la tercera fila.
Una tercera fila que está pensada más para niños o personas de corta estatura que para adultos de tamaño normal. Pero mientas que el espacio de esta es justo, el maletero es colosal. Con siete plazas en uso hay 340 litros (70 más que antes); con cinco, 845 (+ 80); y con dos, 2.035 litros (+ 30).
Fiel compañero de viaje
El corazón del Skoda Kodiaq de la prueba es un motor turbodiésel 2.0 TDI que ofrece una respuesta muy agradable y un buen compromiso entre prestaciones y eficiencia. Se trata en este caso de una unidad que produce 193 CV de potencia y que supone un sobrecoste de unos 3.000 euros con respecto al 2.0 TDI de 150 CV.
Una cantidad que puede parecer elevada. Pero hay que tener en cuenta que además del incremento de potencia y par se añade el sistema de tracción a las cuatro ruedas, por lo que la diferencia de precio en mi opinión está más que justificada. Produce, como decía, 193 CV a 3.500 vueltas y lo que es más significativo, 400 Nm desde tan solo 1.750 rpm.
Está asociado de serie a un cambio automático DSG con dos embragues bañados en aceite y un total de siete velocidades. Una transmisión que es muy rápida y tiene un funcionamiento muy natural. Ofrece funcionalidades como la conducción ‘a vela’ cuando seleccionamos el modo de conducción más eficiente y las condiciones de la vía lo permiten.
La combinación del motor, de la caja de cambios, del sistema de tracción y del chasis transmite mucha confianza y seguridad al conductor. La unidad del Skoda Kodiaq 2.0 TDI 193 CV DSG 4x4 probada está equipada con el Control de Chasis Dinámico DCC Plus, que añade a la ecuación unos amortiguadores controlados electrónicamente que, como novedad, cuentan con ajustes variables tanto en compresión como en extensión.
De esta forma la respuesta de estos varía considerablemente en función del modo de conducción seleccionado, ofreciendo un mejor guiado del neumático y contribuyendo a esa sensación de seguridad de la que hablo. Es posible incluso ajustar individualmente su reglaje entre más de una decena de niveles entre el más confortable y el más deportivo.
La gran cantidad de asistentes de conducción disponibles es imponente. Algunos de ellos son nuevos, como el Aparcamiento Remoto que permite estacionar el vehículo desde fuera usando una aplicación; y otros son versiones mejoradas de los que tenía anteriormente el modelo, como el detector de vehículos en el ángulo muerto, que incrementa su alcance de 70 a 90 metros.
Con el motor 2.0 TDI de 193 CV, este Kodiaq es un devorador de kilómetros incansable. Porque no solo es eficiente (he obtenido un consumo medio de 6,5 l/100km), también trata a los pasajeros con mimo gracias a unos asientos cómodos y unas suspensiones que filtran muy bien las irregularidades de la calzada.
La principal pega que le puedo poner a este propulsor más allá del hecho de que tenga etiqueta C es que es bastante ruidoso. Es un motor que se deja notar no solo al arrancar en frío, también en marcha a velocidades bajas y medias. Esto es más evidente si lo comparas con otras versiones de la gama, como el Skoda Kodiaq iV PHEV híbrido enchufable, que es considerablemente más silencioso en cualquier circunstancia.
Pero todos estos detalles mejorables que menciono no empañan en absoluto un producto realmente interesante. Un SUV que toma todo lo bueno de sus predecesores e introduce multitud de mejoras que hacen de él un vehículo todavía más completo.
Ficha técnica Skoda Kodiaq 2.0 TDI 193 CV DSG 4x4 7 plazas | ||
Motor | Cilindrada | 1.968 cc |
Cilindros | 4 en línea | |
Potencia máxima | 193 CV / 3.500 - 4.200 rpm | |
Par máximo | 400 Nm / 1.750 - 3.250 rpm | |
Alimentación | Tipo | Inyección directa por conducto común, turbo e intercooler |
Transmisión | Caja de Cambios | Automática DSG, 7 velocidades |
Tracción | Total | |
Suspensión | Delantera | Independiente tipo McPherson Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
Trasera | Paralelogramo deformable Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
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Frenos | Delanteros | Discos ventilados |
Traseros | Discos | |
Dimensiones | Longitud | 4.758 mm |
Anchura | 1.864 mm | |
Altura | 1.656 mm | |
Distancia entre ejes | 2.791 mm | |
Maletero | Volumen | 340 / 840 / 2.035 litros |
Peso | Peso | 1.853 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 217 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | 8,0 seg | |
Consumo WLTP |
Combinado | 6,2 l/100 km |
Velocidad baja | 8,3 l/100 km | |
Velocidad media | 6,1 l/100 km | |
Velocidad alta | 5,3 l/100 km | |
Velocidad muy alta | 6,1 l/100 km | |
Emisiones | Emisiones de CO2 | 162 g/km Euro 6 / Etiqueta C |
Precio | Precio oficial | Desde 44.875 euros |