Desde hace mucho tiempo, España es uno de los grandes países fabricantes de automóviles, aunque solo existe una marca española, SEAT, y su división Cupra, además de otras marcas a menor escala, como Hurtan o Spania GTA. Pero la historia del automovilismo en nuestro país va mucho más allá. A continuación, te mostramos ocho coches muy importantes para la historia de España y de los españoles.
Como en el resto de Europa, la industria del automóvil no despegó en España hasta bien entrado los años 50, con la fundación de SEAT. Aunque el coche nació a finales del siglo XIX, las dos guerras mundiales retrasaron su desarrollo. En España nacieron marcas, como Hispano Suiza en 1904, y el propio rey Alfonso XIII, gran aficionado a las carreras, contribuyó a impulsar el sector.
8 coches que cambiaron la historia de la automoción y su porqué
Pero todo cambió a partir de la década de los 50 con el boom económico, las ayudas de Marshall y un leve aperturismo en el régimen a partir de los 60, sobre todo, en materia económica, con la llegada de los “tecnócratas” al gobierno franquista.
De la mano de nuestros compañeros de Auto Bild, hacemos un repaso a esos coches muy importantes para la historia de España y para los españoles. Lógicamente, la lista podría ser infinita, pero nos quedamos con estos ocho.
Coches importantes para la historia de España: el Biscúter de la posguerra
Es inevitable pensar en el 600 al hablar del primer gran vehículo español. Sin embargo, antes, hubo otro menos conocido, el Biscúter. En los años 40, después de la Guerra Civil, España atravesó uno de los momentos más duros y difíciles del siglo XX, donde el hambre y la miseria campaban a sus anchas por toda la geografía.
En ese momento, los microcoches se convirtieron en una alternativa de movilidad frente a las motocicletas, vehículos más seguros, a un precio asequible y con un mantenimiento económico.
El Biscúter “zapatilla” estaba fabricado por Autonacional SA en Cataluña, bajo licencia Voisin, y estaba equipado con un motor de apenas 197 centímetros cúbicos que desarrollaba 9 CV. Pesaba tan poco que incluso podía aparcarse elevando la parte posterior con las manos.
SEAT 600
Conocido como el “Seiscientos”, “Pelotilla”, el “Seílla”… la historia del siglo XX español está unida al SEAT 600. Lanzado en 1957, este fue el automóvil que motorizó el país, igual que pasó en Italia con el FIAT 500, en Alemania con el Volkswagen Escarabajo (esta es su historia) o en Francia con el Citroën 2CV.
Inicialmente, estaba equipado con un motor de 633 centímetros cúbicos, unido a una caja de cambios manual de cuatro relaciones, de las cuales la primera sin sincronizar. El coche tenía una configuración “todo atrás”, es decir, motor, cambio y tracción posterior.
20 curiosidades del SEAT 600, la “pequeña casa rodante del sufrido Juan Español”
El 600 nació siete años después de que el Instituto Nacional de Industria (INI) constituyera la compañía SEAT, con el objeto de producir modelos de FIAT bajo licencia. Fue el segundo modelo que salió de la planta de montaje de SEAT, tras el lujoso 1400, en 1953.
Pero no fue hasta los años 60, con el crecimiento económico, el aperturismo del régimen y la aparición del pago a plazos, cuando empezó a desarrollase una clase media en España y muchos españoles pudieron acceder a un automóvil. De esta forma, el 600 se convirtió en el primer y único coche de muchas familias que, por fin, pudieron desplazarse por toda la geografía y conocer nuevos lugares, como la costa o el campo.
Citroën 2CV
Acabamos de decirlo. El 2CV fue el coche que motorizó a Francia, aunque mucho antes que el 600 en España. Sin embargo, el popular utilitario galo fue también un coche de notable éxito en nuestro país. ¡Hasta la Guardia Civil lo utilizó en las áreas rurales!
Lo más impresionante del 2CV es su historia. Fue concebido en los años 30 y se construyeron más de 70 prototipos, bajo la premisa de hacer un vehículo que pudiera transportar a dos hombres con sombrero y circular por un campo arado con un saco de patatas y una cesta de huevos sin romperse. Así lo dijo Pierre-Jules Boulanger, director de Citroën.
Sin embargo, el estallido de la Segunda Guerra Mundial paralizó el proyecto. Incluso, los ingenieros franceses ocultaron todos los prototipos y destruyeron algunos durante la ocupación francesa por parte de los nazis, para evitar que éstos se hicieran con el proyecto. Hubo que esperar hasta 1948 para ver el modelo definitivo y todavía seguía siendo un coche revolucionario por su diseño, suspensión, capacidad y durabilidad.
Fue tal el éxito del 2CV que se mantuvo en producción hasta 1990, periodo durante el cual hubo numerosas versiones, como la Charleston, Cocorico o el Sahara 4x4 (prueba), y derivados como el Dyane 6 o el Mehari. Y, como decimos, fue también muy importante para muchos españoles.
Renault 4, el “cuatro latas”
La repuesta al 2CV fue el Renault 4, un coche que el año pasado cumplió 60 años. A diferencia del 600, aquí tenemos un “todo delante”, con motor, cambio y tracción delanteros. Era un coche ideal para el campo y la ciudad, gracias a la robustez de su mecánica y su rigidez estructural. Y lo más importante, su diseño de cinco puertas totalmente revolucionario, con portón trasero, le confería una gran habitabilidad y practicidad.
Durante su vida comercial, también muy longeva, hubo motores desde 603 hasta 1.108 centímetros cúbicos, con potencias entre 23 y 34 CV. En España fue muy popular, tanto que todavía se encuentra alguna unidad en zonas rurales y, además, muchas unidades se ensamblaron en nuestro país.
Ford Fiesta
Uno de los coches más importantes para la historia de España fue el Ford Fiesta (esta es su historia), un coche que, desgraciadamente, dejará de fabricarse en 2023, después de casi medio siglo de vida y ocho generaciones.
El Fiesta fue importante, sobre todo, para muchas familias valencianas de Almussafes, localidad donde Ford decidió instalar su planta para producir su nuevo utilitario. Este coche fue la respuesta de la marca del óvalo a modelos, como el SEAT 127 o el Renault 5, y fue su primer coche con tracción delantera.
SEAT Ibiza
Con el paso de los años, la economía de los españoles mejoró, así como el nivel de vida. Esto permitió que pudieran acceder no solo a pequeños utilitarios, sino también a coches más grandes.
A finales de los 70, FIAT se desentendió de SEAT y la marca española inició una breve etapa en solitario, hasta que fue absorbida por el Grupo Volkswagen. Durante ese periodo, nació el mítico SEAT Ibiza, un utilitario que llevaba el sello de Giorgetto Giugiaro y que contribuyó a que los alemanes se convencieran de comprar la compañía española.
En los años 80, el Ibiza jugó un papel que se puede comparar con el que tuvo el 600 en los 60, no tanto como vehículo que motorizó a una sociedad, porque ya estaba motorizada, pero un vehículo que fue tremendamente popular, sobre todo, entre el público juvenil.
Opel Kadett
Otro clásico de los 80 y que no podía faltar en esta lista de coches muy importantes para la historia de España y los españoles es el Opel Kadett. A principios de la década, Opel había iniciado su actividad en la planta de Figueruelas y empezó una nueva gama de productos, encabezada por el Corsa. No hay que olvidar que en esos años, los utilitarios se volvieron muy populares.
Al Corsa le siguió el Kadett, como sustituto del Ascona y el Rekord. Era un modelo que se comercializó con multitud de carrocerías (tres, cuarto y cinco puertas, además de un descapotable) y diferentes motorizaciones para seducir a todo tipo de públicos. La variante más recordada fue la GSI, que llegó a rivalizar con los GTI de la época.
Mercedes 190 E
Terminamos con un coche que se veía mucho a finales de los 80 y principios de los 90, el Mercedes 190 E. En la década de los 80, España experimentó una transformación espectacular, como consecuencia de su ingreso en la entonces Comunidad Económica Europea (Unión Europea a partir de 1992, con el Tratado de Maastricht). Eso permitió la entrada de muchas marcas extranjeras.
Antes era más difícil ver en España coches de marcas como Mercedes, BMW, Audi, Volvo… excepto las francesas, que llevaban tiempo operando en nuestro país, especialmente, Renault, a través de FASA (esta es su historia), y otras como SIMCA o Dodge. En los 80, todo eso cambió.
El Mercedes 190 E fue el coche de eso que mucho llamaron “nuevos ricos”. Aquellas familias con un poder adquisitivo superior a la media comenzaron a acceder a un segmento premium hasta entonces desconocido y la berlina de la estrella fue la preferida.