El Audi Q5 Sportback 40 TDI que pruebo es el último miembro en sumarse a la extensa familia de todocaminos de la marca de los cuatro aros. Es un vehículo que se beneficia de todas las bondades del Audi Q5 2021 (prueba) a las que añade un toque extra de deportividad. Todo gracias a una carrocería con una estética diferenciadora, con un techo que desciende de forma notable en la zaga. Una fórmula que estrenó en la marca su hermano mayor, el Audi Q8 (prueba).
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Si contamos al nuevo Q5 Sportback y a los inminentes Q4 e-tron y Q4 e-tron Sportback, veremos que en cuestión de unos pocos meses la oferta de SUV de la marca sumará nada menos que 11 modelos diferentes. Audi, siguiendo la tendencia de un mercado en el que este tipo de vehículos están dominando con autoridad prácticamente todos los segmentos, tendrá así un candidato con el que cubrir las necesidades de casi cualquier usuario.
Y no solo en lo referente a la variedad de dimensiones o carrocerías, también en lo que a sistemas de propulsión se refiere. Porque tienen en sus filas de todocaminos coches eléctricos, pero también híbridos enchufables y motorizaciones diésel o de gasolina con sistemas Mild Hybrid de hibridación ligera. Este es el caso del Audi Q5 Sportback 40 TDI que he probado, que cuenta con un eficiente propulsor turbodiésel que se beneficia de la etiqueta ECO de la DGT.
Un diseño pensado para cautivar
La fórmula empleada en el Q5 Sportback sigue la receta vista en el Audi Q3 Sporback (prueba) o el Audi e-tron Sportback (prueba), que ya suponen un 57% y un 51% de las ventas en comparación con los modelos en los que se basan. Es más, aunque la llegada de las primeras unidades de esta nueva versión del Q5 se produce ahora, lo cierto es que los concesionarios admitían reservas desde el mes de noviembre. En todo este tiempo el 43% de los pedidos de la gama Q5 ya corresponden al Sportback. Y eso que los clientes no habían tenido la oportunidad ni de verlo ni de subirse a él.
Es un coche que apunta directamente a los BMW X4 (prueba) y Mercedes GLC Coupé. Pero lo hace con una clara ventaja frente a estos, porque el modelo de Audi es el último que ha llegado al mercado. Sus rivales tienen ya unos cuantos años a sus espaldas: el Mercedes lleva a la venta desde 2017 y el BMW, desde 2018.
Como estos, toma como base de partida un SUV de aspecto más o menos tradicional. Sobre este añade una serie de características con las que adquiere un toque adicional de deportividad y elegancia. Todo gracias a un techo que desciende suavemente una vez sobrepasado el pilar B hasta llegar al maletero. Una modificación que transforma su imagen, especialmente en la vista trasera, que luce un aspecto más musculoso si cabe acompañada por un lateral con líneas que parecen esculpidas y un frontal poderoso dominado por la parrilla hexagonal.
Las dimensiones exteriores apenas varían: es 7 mm más largo (debido al nuevo diseño del difusor trasero) y solo 2 mm más bajo. El resto de cotas permanecen inalteradas. Esto beneficia la habitabilidad en las plazas traseras, que es casi idéntica a la del Q5 normal, con altura más que suficiente hasta el guarnecido interior del techo. Lo que si cambia ligeramente es la capacidad del maletero, que pasa de 550 a 510 litros. Un dato que aun así sigue siendo bueno y que está en la línea de sus rivales (500 litros para el GLC Coupé y 525 para el X4).
A la última en tecnología
Como el Q5, el Audi Q5 Sportback que nos ocupa disfruta de todo el arsenal tecnológico de Audi. Cuenta con faros de ledes de serie, con los Matrix LED en opción, mientras que en la trasera puede equipar unos pilotos con tecnología OLED digital. Estos tienen la particularidad de que están disponibles con varias firmas lumínicas diferentes (tres en concreto) que el cliente puede elegir a la hora de hacer el pedido. Y además de ese plus de personalización mejoran la seguridad, pues incorporan un sistema que ilumina con intensidad todos los ledes cuando un vehículo se aproxima a una velocidad excesiva por detrás.
Otro elemento de equipamiento que puede incorporar el Q5 Sportback 40 TDI que pruebo es la suspensión neumática, que se suma a la normal de serie y a la que cuenta con amortiguadores adaptativos. La neumática permite variar la altura libre al suelo en un rango de 60 mm entre la posición más baja (pensada para altas velocidades) y la más alta (para conducción todoterreno). Adicionalmente, es posible reducir la distancia entre el piso del maletero y el suelo en hasta 55 mm para facilitar la carga del mismo.
En el interior, deslumbra con su cuadro de mandos digital de 12,3 pulgadas. Como en sus hermanos de gama, ofrece múltiples posibilidades de personalización combinadas con una nitidez y facilidad de lectura de primer nivel. Junto a esta, en posición central, está el sistema multimedia MIB 3 con pantalla táctil de 10,1”, que ofrece una velocidad de respuesta fantástica y múltiples posibilidades de configuración. La oferta en materia de información y entretenimiento se puede completar con el Head-Up Display, con el equipo de sonido Bang & Olufsen o con el Audi phone box.
En lo que respecta a los asistentes de conducción, la dotación puede incluir desde un control de crucero adaptativo capaz incluso de mantener el coche dentro del carril según qué situación hasta asistentes de giro o de salida, además del de tráfico cruzado posterior. De serie, todos los Q5 Sportback viene equipados con el sistema Audi pre sense city, que es capaz de evitar o mitigar una posible colisión frontal.
Acabados y equipamiento de serie
Hay tres niveles de acabado: el Advance, el S line y el Black line, cada cual más completo. El primero incluye elementos como llantas de aleación de 18”, el sistema MMI Navegación plus, el Audi virtual cockpit, el climatizador de tres zonas, los retrovisores calefactados y plegables, el Audi Smartphone interface, faros y pilotos de ledes, el Audi drive select, el portón del maletero eléctrico, los sensores de aparcamiento Audi parking system plus o los servicios Audi connect safety & service.
El S line añade a lo anterior equipamiento adicional a cambio de 2.500 euros extra. Entre esta dotación se incluye la parrilla Audi singleframe con estructura de panal, las inserciones cromadas dentro de esta, el difusor deportivo específico, los faros Audi Matrix LED, las llantas de aleación ligera de 19”, los asientos deportivos o el revestimiento interior del techo en negro.
Y como colofón está el Black line, con un sobrepecio de 3.200 euros con respecto al S line. A cambio, lleva llantas de aleación Audi Sport de 20”, el paquete S line interior, elementos exteriores en negro, tapicería mixta de tela y cuero, cristales traseros oscurecidos, barras longitudinales de techo en negro o los logotipos de Audi y la nomenclatura del modelo en este mismo tono.
Gama de motorizaciones del Q5 Sportback
Para esta primera prueba con el Audi Q5 Sportback he optado por el motor diésel más potente, con permiso del que monta el SQ5 Sportback. Se trata del 40 TDI, que cuenta con un bloque 2.0 TDI con tecnología Mild Hybrid que desarrolla 204 CV de potencia y 400 Nm de par. Gracias a la tracción quattro-ultra y al cambio S tronic de doble embrague y siete velocidades que monta de serie, llega a 100 km/h en 7,6 segundos y alcanza una punta de 222 km/h. Y todo ello con un consumo medio en ciclo WLTP de tan solo 6,4 l/100km.
Antes de continuar, permite que desgrane rápidamente el resto de mecánicas disponibles. Destacar que todas tienen etiqueta ECO salvo los híbridos enchufables, que tiene la etiqueta CERO. Por debajo de este 40 TDI está el 35 TDI, que entrega algo menos de potencia y par (163 CV y 370 Nm). La tercera opción diésel está representada por el mencionado SQ5 Sportback de 341 CV y 700 Nm.
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Si atendemos a las variantes de gasolina, veremos que hay opciones tanto con sistema Mild Hybrid como híbridos enchufables. El primero es el 45 TFSI quattro-ultra, que entrega 265 CV y 370 Nm. Los segundos son dos, el 50 TFSIe y el 55 TFSIe, que ofrecen hasta 367 CV de potencia. Gracias a sus baterías de 14,4 kWh netos, ambos ofrecen una autonomía en modo 100% eléctrico de nada menos que 62 kilómetros (WLTP).
Prueba del Audi Q5 Sportback 40 TDI: un motor que convence
De todos estos motores he escogido el Audi Q5 Sportback 40 TDI porque considero que ofrece un gran equilibrio entre potencia, prestaciones, consumos y precio de adquisición. Y no me ha defraudado, porque he quedado francamente satisfecho con su comportamiento y respuesta durante el recorrido de la prueba.
Lo que más me ha sorprendido es lo silencioso que es. No se escucha prácticamente nada, el único sonido procedente del vano motor que llega al interior es un leve silbido proveniente del turbocompresor, nada más. Esto, unido a su contundente respuesta -como puedes ver en la ficha técnica que hay más abajo, sus 400 Nm de par están disponibles desde 1.750 vueltas-, hacen que sea extremadamente agradable de utilizar. Es un motor elástico para ser diésel y además es fácil obtener consumos medios similares al oficial.
Como el Q5 normal, el Audi Q5 Sportback tiene un habitáculo que derrocha calidad de acabados. Los ajustes y los materiales son de primera, al igual que los sistemas multimedia y de información. Un punto destacable de su interior es que cuenta con mandos físicos para las principales funciones del coche, como por ejemplo, el sistema de climatización. Esto permite que no tengas que apartar la vista de la carretera para subir o bajar la temperatura.
El confort de marcha es envidiable incluso con la suspensión de serie que montaba la unidad que he conducido. Filtra muy bien las irregularidades del asfalto y al mismo tiempo, sujeta la carrocería al realizar aceleraciones, frenadas o cambios de dirección intensos. Si esta suspensión tradicional cumple con nota, imagina cómo debe de ir con la neumática opciónal.
Desde el puesto de conducción no se percibe diferencia alguna con respecto al Q5 en el que se basa. La visibilidad hacia atrás sigue siendo muy buena y el espacio en las plazas traseras, muy amplio. Y no lo digo solo por la altura disponible hasta el techo, también por la amplia distancia hasta los asientos delanteros. Esta, por cierto, puede regularse si equipamos la banqueta trasera plus, que añade la posibilidad de regular longitudinalmente la banqueta o la inclinación del respaldo para ganar espacio de maletero o para los pasajeros.
En definitiva, el Audi Q5 Sportback toma todo lo bueno del Q5 normal y añade una carrocería todavía más atractiva. Y lo hace sin penalizar la habitabilidad y sin repercutir prácticamente en la capacidad de carga. Eso sí, el diseño se paga y en este caso supone de media unos 3.000 euros más que un Q5 convencional a igualdad de equipamiento y motorización.
Ficha técnica Audi Q5 Sportback 40 TDI quattro-ultra S tronic | ||
Motor | Cilindrada | 1.968 cc |
Cilindros | 4 en línea | |
Potencia máxima | 204 CV / 3.800 - 4.200 rpm | |
Par máximo | 400 Nm / 1.750 - 3.250 rpm | |
Alimentación | Tipo | Inyección directa por conducto común. Turbo e intercooler |
Transmisión | Caja de Cambios | Automática, 7 velocidades Doble embrague |
Tracción | Total | |
Suspensión | Delantera | Paralelogramo deformable Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
Trasera | Paralelogramo deformable Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
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Frenos | Delanteros | Discos ventilados |
Traseros | Discos | |
Dimensiones | Longitud | 4.689 mm |
Anchura | 1.893 mm (2.140 mm con espejos) | |
Altura | 1.660 mm | |
Distancia entre ejes | 2.819 mm | |
Maletero | Volumen | 510 litros / 1.480 litros |
Peso | Peso | 1.900 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 222 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | 7,6 seg | |
Consumo | Combinado | 6,3 l/100 km |
Velocidad baja | 7,9 l/100 km | |
Velocidad media | 6,2 l/100 km | |
Velocidad alta | 5,5 l/100 km | |
Velocidad muy alta | 6,5 l/100 km | |
Emisiones | Emisiones de CO2 | 165 gr/km Euro 6 - Etiqueta ECO |
Precio | Precio oficial | Desde 60.320 euros |
Fotos: Mikel Prieto Productions