Con la vuelta del Renault 5, en su nuevo formato de coche eléctrico, son muchos los que han vuelto a poner sus ojos en el clásico urbano francés. Y con todo el mundo hablando de él, seguramente sea un buen momento para mirar al pasado y disfrutar con esta prueba del Renault 5 Alpine Turbo.
De hecho, te habrás dado cuenta de algo importante: en esta denominación aparece un término, como es Alpine, que también está en el foco de la actualidad. Con la vuelta del (prueba) Alpine A110, es cierto, pero también por el futuro electrificado de la marca.
Pero habíamos dicho que íbamos a viajar al pasado y allá que nos vamos directos. El Renault 5 original se lanzó en el año 1972 y de él se recuerdan muchas cosas, aunque ninguna tanto como sus ya icónicas versiones deportivas.
Obviamente, el 5 Turbo se lleva todo el protagonismo y la leyenda, pero a su sombra hubo un modelo más asequible y menos extremo, el Renault 5 Alpine Turbo, que se lanzó en 1982 y que curiosamente, en España se conoció como Copa Turbo.
Renault 5 Alpine Turbo: el homólogo francés de nuestro R5 Copa Turbo
Técnicamente, hablamos de un modelo que evolucionaba desde el Renault 5 Alpine, el modelo al que podíamos calificar como primer acercamiento a un planteamiento 100% deportivo dentro de la gama.
Y en término mecánicos, esta evolución se traduce en la inclusión de un turbocompresor Garret T3 en el motor de 1.397 cm3 y 93 CV de su antecesor. Una ‘jugada’ con la que, de golpe, se conseguía una potencia de 110 CV a 6.000 vueltas. Lo que en su época era ya una cifra más que respetable.
Y visto en directo, el Renault 5 Alpine Turbo de esta prueba sigue resultando igual de atractivo que el primer día. Porque es cierto que se mantienen los trazos rectilíneos del R5 original. Pero también, su imagen es la de un coche más ‘musculado’, pintado en el inconfundible color azul que distinguió al modelo y con las inscripciones Turbo y Alpine bien visibles.
Pero si hay un detalle inconfundible, claro está, son las llantas de 13 pulgadas, a las que tal vez podamos denominar de ‘turbina’ y sobre las que se equipaban unos diminutos neumáticos (al menos, para los cánones actuales) en medida 155 / 60.
Cuando te acomodas en el puesto de conducción, salta a la vista que te encuentras ante un coche de hace cuatro décadas, en todos los sentidos. Sin embargo, el Renault 5 Alpine Turbo es un modelo que te conquista con pequeños detalles.
Sin ir más lejos, con unos asientos que ofrecen una sujeción lateral más que correcta. Pero también, con un volante de tres radios perforados (difícil encontrar uno más purista) o con sendos indicadores de la presión del aceite y del soplado del turbo.
Basta girar la llave y poner en marcha el motor para darte cuenta de que con el 5 Alpine te vas a divertir. El sonido del cuatro cilindros con carburación de doble cuerpo es realmente peculiar, incluso agradable, adjetivo que podemos hacer extensible a la melodía que procede del escape. Y que como descubriremos más tarde, también te premia con un sugerente ‘gorgoteo’
A diferencia de lo que sucede en el 5 Turbo, aquí la tracción recae sobre el eje delantero, mientras que la caja de cambio es de cinco velocidades. Sobre este elemento, debemos decir que requiere de cierta decisión en su manejo, pero también que los desarrollos están muy bien escalonados, con tres primeras marchas más cortas y las dos últimas que permiten circular con algo más de desahogo.
Una vez en marcha, solo puedes conducir y disfrutar de un modelo excelente, sin la ‘radicalidad’ que podrías imaginarte en un motor turbo de principios de los 80. Aunque tampoco hay que engañarse ni confiarse, ya que el par máximo, cifrado en 147 Nm se entrega a nada menos que 4.000 rpm. Y a partir de ese momento, el coche es otro coche, transformándose por completo.
Y a todo esto, tras sumar un buen puñado de kilómetros, empiezas a darte cuenta de que, además de los 110 CV de potencia, el aspecto esencial de este modelo es su reducido peso (apenas 870 kilos en vacío), que hace que sea tremendamente veloz y ágil.
Y que es rápido no es solo una sensación, ya que el modelo anunciaba una velocidad máxima de 186 km/h (a principios de los ochenta, no lo olvidemos) y una aceleración de 0 a 100 en el entorno de los 9 segundos.
Eso sí, la sensación que transmite, por la velocidad a la que baja el indicador del depósito, es que el consumo de combustible resulta bastante alto. Algo que por otra parte ya me habían comentado antes de poner a prueba este Renault 5 Alpine Turbo.
En líneas generales, la conducción es divertida pero bastante equilibrada, si lo gestionas de la manera correcta. Porque no nos engañemos, enlaza curvas con habilidad y la frenada es contundente (con discos en ambos ejes), pero en ciertas ocasiones, como al salir de los virajes más lentos, los neumáticos delanteros se ven superados por las circunstancias.
Y tampoco hay que perder de vista la dirección, que es razonablemente precisa y que transmite de forma fidedigna lo que sucede bajo las ruedas, pero que no deja de ser una dirección de hace cuarenta años, sin asistencia de ningún tipo, por lo que toca remangarse y trabajar duro.
Desde luego, es posible que haya quien vea en este Renault 5 Alpine Turbo un segundo plato dentro del escalafón de la gama del R5, siempre a la sombra del Turbo. Sin embargo, quien piense así, seguramente sea por no haber podido conducir a nuestro pequeño protagonista. De haberlo hecho, seguramente, ya estaría en su lista de coches favoritos.
Ficha técnica Renault 5 Alpine Turbo | ||
Motor | Cilindrada | 1.397 cc |
Tipo / Cilindros | 4 en línea | |
Potencia máxima | 110 CV a 6.000 rpm | |
Par máximo | 147 Nm a 4.000 rpm | |
Alimentación | Tipo | 2 carburadores de doble cuerpo 1 turbocompresor Garret T3 |
Transmisión | Caja de cambios | Manual, 5 |
Tracción | Delantera | |
Suspensión | Delantera | Independiente con barras de torsión y amortiguadores |
Trasera | Independiente con barras de torsión y amortiguadores |
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Frenos | Delanteros | Discos |
Traseros | Discos | |
Dimensiones | Longitud | 3.560 mm |
Anchura | 1.520 mm | |
Altura | 1.380 mm | |
Distancia entre ejes | 2.440 mm | |
Maletero | Capacidad | N.D. |
Peso | Peso | 870 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 186 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | 9,1" | |
Consumo NEDC |
Urbano | N.D. |
Extraurbano | N.D. | |
Mixto | 8,1 l/100 km | |
Producción | Años Preproducción / producción |
1982-1984 |
Precio | Precio en 1984 | 56.800 francos franceses (6.247 euros) |
Fotografías: Tony Vos - Losange Magazine
¿Neumáticos 155? ¿No lo confundirá con un Renault 5 TX?
Ah, el turbo de tracción trasera también tiene 5 velocidades.
Yo tuve uno y le neumáticos eran de175