Como vas a comprobar en esta prueba, el MINI John Cooper Works GP, MINI GP para los amigos, es uno de los coches más locos del mercado. ¿Te habían dicho en la autoescuela que no se puede frenar en las curvas? Pues con el MINI GP no es que no se pueda frenar en las curvas, es que si sueltas gas en ellas, el eje trasero puede derrapar con facilidad. ¿Y que pasaría si cuando estás girando el volante, notases que hace fuerza en sentido contrario? Pues el MINI GP lo hace a menudo. Además, si echamos un vistazo a los asientos traseros... comprobamos que no están, que en su lugar está una barra entre torretas. ¿Para qué han puesto una barra ahí?
En realidad, todo esto no es una locura, es pura diversión y eficacia. La clave es que el MINI GP, además de un portentoso motor de más de 300 caballos de potencia, adopta para las calles muchas soluciones muy atrevidas que yo he vivido en la competición, como por ejemplo en la Copa MINI de circuitos, en la que he participado en varias ocasiones. El MINI GP es tan divertido como los MINI de carreras.
Sigue leyendo y sabrás cuáles son todas esas cosas de los coches de carreras que hacen al JCW GP muy diferente al resto de MINI, y en pocas palabras, lo convierten en uno de los deportivos más trepidantes y recomendables del momento. ¡Vamos allá!
Un poco de historia
Los MINI clásicos nacieron en 1959, y tan solo dos años después ya contaban con una versión deportiva firmada nada menos que por John Cooper, famoso por sus exitosos bólidos de Fórmula 1. Los MINI Cooper ganaron Rallyes como el de Monte Carlo, el Mil Lagos y un sinfín de competiciones, lo que les hizo, además de populares, legendarios.
Cuando en 2001 BMW lanzó el nuevo MINI no olvidaron las versiones Cooper, y en 2006, de nuevo con la colaboración de John Cooper y su hijo Michael, llegó el primer MINI John Cooper Works GP, una versión con estética propia, aligerada, de ajuste radicalmente deportivo, y con 210 caballos de potencia. Desde entonces, el MINI GP es siempre el más potente y el más deportivo de todos los MINI. La segunda versión llegó en 2012 con la misma filosofía: estética retocada, ligereza, ajustes deportivos y una potencia que aumentó a los 218 caballos. Y en 2020 ha llegado la tercera generación de los MINI GP, la que hoy probamos, con nada menos que 306 caballos de potencia.
No podemos olvidar los éxitos en competición del nuevo MINI, que si bien muy modificados, se han impuesto en cuatro ocasiones en el Dakar, y como Buggy, una quinta, de la mano de nuestro eterno campeón Carlos Sainz.
Por fuera
La disposición de colores que ves es la única con la que se venderá: gris Racing Grey con detalles en rojo y plata. Visto desde fuera, el MINI GP ya anuncia lo que es capaz de hacer, anuncia que no es un corderito. De hecho, es uno de los coches más atrevidos estéticamente.
La parrilla frontal es muy llamativa, con esta rejilla tipo panal de abeja y una defensa con amplias tomas de aire, incluyendo la del capot, de propina, pues es falsa.
Los pasos de rueda son asombrosos; parecen escaparse del coche haciéndolo mucho más ancho, y están realizados en plástico reforzado con fibra de carbono. Además, ahí vemos grabado el número de serie de cada unidad, y es que la producción de los GP se ha limitado a 3.000 unidades, de las que solamente 100 han venido a España.
A través de las llantas de aluminio forjado de 18 pulgadas vemos las pinzas de freno de cuatro pistones y 360 milímetros, en el lateral encontramos pegatinas que insinúan las letras GP, que no hay coche de carreras que no las lleve, y en la trasera vemos el espectacular alerón y la defensa con difusor con el doble escape en el centro.
Por dentro
Los asientos traseros han sido sustituidos por una barra entre torretas que incrementa la rigidez del chasis, y con ello mejora la agilidad en curvas, además de reducir peso. Los asientos delanteros han sido diseñados con laterales prominentes para ayudar a sostener el cuerpo, y encontramos detalles propios como el volante en cuero, palanca de cambios, cuidados pespuntes en rojo o de nuevo el número de la unidad en el salpicadero. La instrumentación, frente al conductor, es totalmente digital. En general, el habitáculo tiene una gran calidad de manufactura, de coche premium, y en esto es en lo poco que no copia a un coche de carreras, que son mucho más espartanos y sencillos.
Al abrir el capot delantero comprobamos como han montado una barra entre torretas pareja a la trasera, con la misma finalidad de endurecer el chasis, y hay mas refuerzos que no vemos en el túnel de transmisión. Frente a los demás MINI, el GP cambia también muelles y amortiguadores, estabilizadoras o los soportes del motor, más duros.
La mecánica
El motor del MINI John Cooper Works GP es un 2.0 litros de cuatro cilindros que entrega la friolera de 306 caballos de potencia entre 5.000 y 6.250 rpm, y un par motor de 450 Newton Metro ya a 1.750 vueltas. Para ello ha montado un turbo más grande, inyectores, pistones, bielas, o un cigüeñal reforzado, y ha mejorado la refrigeración con dos nuevos radiadores. Así armado es capaz de acelerar de 0 a 100 en 5,2 segundos, y alcanzar los 265 km/h de velocidad máxima.
Un punto fuerte de este motor que hemos notado con nitidez tras la prueba del MINI John Cooper Works GP 2020 es la facilidad con la que podemos exprimirlo. Los bajos son muy notables, tenemos potencia muy rápidamente, y a poco más de 2.000 vueltas ya tenemos todo el par motor. La zona intermedia es amplísima; no es necesario jugar con la caja de cambios para encontrar siempre fuerza, y la zona alta no está nada mal tampoco, aunque a partir de las 6.000 vueltas el empuje brutal comienza a descender levemente. Así que este motor es deportivo por su fuerza y tranquilo por la amplitud del margen en el que nos la encontramos; no es de esos motores temperamentales que solo corren arriba.
La caja de cambios es quizá lo más tranquilo que he encontrado en el MINI GP. Se trata de una caja automática de convertidor de par y ocho marchas, que podemos utilizar manualmente con levas. Lo cierto es que una caja manual le sentaría como anillo al dedo para conducción deportiva, o incluso una de doble embrague. Aun así, los cambios son rápidos y hasta podemos notar cierta brusquedad en los modos Sport, que anuncia más rapidez y aporta sensaciones. Y esta caja es mejor que las manuales para una conducción suave, para viajar, o para los atascos.
En la cocina
Llegamos al momento más esperado. ¿Cómo se comporta el MINI GP en carretera? Pues es un verdadero demonio difícil de domar, tal y como son tantos coches de carreras. Todo comienza como debe: el pedal de freno tiene un tacto muy firme, y el sistema tiene una gran potencia, lo que unido al peso del coche, 1.300 kilos, que es relativamente bajo, logra frenadas espectaculares con poca fatiga.
En la entrada de los giros, la dirección es muy directa y hace entrar al morro con precisión. Además, la amortiguación es muy, muy firme, con lo que no notamos balanceos de la carrocería ni inercias acumuladas. El paso por curva es magnífico. Y cuando estamos ya en la cocina... empieza la verdadera diversión. De forma pareja a lo que te contaba en la prueba del Toyota GR Supra que probamos hace unos meses, el chasis es tremendamente reactivo al acelerador, y soltar gas bruscamente significa que la trasera va a derrapar para ayudar a meternos en la curva.
Y cuando volvemos a acelerar para buscar la recta, el MINI se enfrenta a los límites de la física, pues 300-320 caballos son más o menos la cifra que la física impone como máxima posible para un tracción delantera. Más fuerza solo con el eje delantero entregando en solitario la fuerza al suelo lleva a coches inconducibles, que pierden tanta tracción que avanzan como otros menos potentes. Para evitar este comportamiento se ha montado un autoblocante, elemento que mantiene el envío de fuerza a la rueda delantera que mantiene adherencia para que no se pierda por la primera que patina, que suele ser la interior. El autoblocante, al realizar esa transferencia de fuerzas, mejora notablemente el agarre e interviene en la dirección. Así que cuando aceleramos fuerte en la salida de los giros, parecerá como si una mano ajena mueve nuestro volante.
Volvemos a casa, apagamos los modos Sport, y el MINI GP tiene una amortiguación demasiado firme para ser confortable, aunque no llega a ser un romperiñones. Eso sí, la citada caja de cambios se convierte ahora en una aliada y logra inyectar mucha suavidad a la marcha, y el motor, a bajas vueltas, marca consumos muy ajustados. Así que con el MINI se puede usar a diario, pero solo si eres un adicto a la gasolina.
Veredicto de la prueba del MINI John Cooper Works GP
Muchas veces los fabricantes de coches dicen que toman tecnología de la Fórmula 1 porque instalan un nuevo sistema mecánico o electrónico, o un detalle nimio que no vas a notar. El MINI GP, en cambio, no tienen ninguna pieza traída de la máxima categoría del automovilismo, pero, en cambio, se comporta como un coche de carreras. Las sensaciones al volante son espectaculares, y se compaginan con altas prestaciones. Así que, como hemos comprobado en esta prueba del MINI John Cooper Works GP, este es uno de los coches más divertidos del mercado. Y lo único que debes saber si te interesa es que debes cogerle la medida muy poco a poco, algo que puede hacerse perfectamente gracias a la electrónica, que permite modular las ayudas a la conducción hasta que puedas apagarlas por completo.
En la práctica, para conductores poco experimentados, la trasera suelta y el autoblocante agresivo son elementos que podrían provocar accidentes. Pero para conductores aficionados, son una fábrica de sensaciones, y son la expresión del reglaje más eficaz en curvas lentas y medias, aunque las curvas rápidas se hagan de esta forma más peligrosas. Y así es como suelen llevarse los coches de motor delantero en rallyes y circuitos. Así que cuando dos pilotos hablan de sus coches de carreras, una pregunta muy habitual entre ellos es "cuanto de suelto lo llevas de atrás".
Pero no hay que asustarse si no eres un piloto. Incluso para conductores noveles, la electrónica, que se encarga de frenar ruedas y disminuir el par si es necesario, te va a dar una total seguridad, en coches como este es en los pocos tracción delantera que está muy justificado un control de estabilidad en tres pasos: encendido, apagado y sport. Este último, llamado GP mode, permite deslizamientos controlados, y con ello nos va a permitir explorar su comportamiento y sus límites sin temor a perder el control del coche. Cuando los encuentres y estés cómodo con ellos, podrás desconectar la electrónica por completo y de verdad habrás aprendido y disfrutado mucho.
Lo MINI GP tienen pocas alternativas. El más directo rival es el (prueba) Toyota Yaris GR (260 CV, 33.000 euros), casi todos los demás utilitarios son mucho más modestos. Hay que irse a otras categorías de coches para encontrar rivales de sensaciones y prestaciones parejas, algo que puede hacerse porque el precio del MINI GP, 45.900 euros, es elevado y se mezcla con el de fieras más grandes como los Cupra León o Renault Mégane Trophy-R.
- Agradecemos al RACE habernos facilitado realizar la sesión de fotos en el Circuito del Jarama.
A destacar | A mejorar |
Brillante tacto de carreras |
Para manos expertas (¡Y que siga así!) |
Motor y prestaciones | Reparto de pesos |
Estética racing |
Ficha técnica Mini John Cooper Works GP | ||
Motor | Cilindrada | 1.998 cc |
Cilindros | 4 en línea | |
Potencia máxima | 306 CV / 5.000-6.250 rpm | |
Par máximo | 450 Nm / 1.750 – 4.500 rpm | |
Alimentación | Tipo | Inyección directa. Turbo e intercooler |
Transmisión | Caja de Cambios | Automática de convertidor de par, 8 velocidades |
Tracción | Delantera | |
Suspensión | Delantera | McPherson, muelles, amortiguadores y barra estabilizadora |
Trasera | Paralelogramo deformable, muelles, amortiguadores y barra estabilizadora |
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Frenos | Delanteros | Discos ventilados 360 mm |
Traseros | Discos ventilados | |
Dimensiones | Longitud | 3.879 mm |
Anchura | 1.762 mm | |
Altura | 1.420 mm | |
Distancia entre ejes | 2.681 mm | |
Maletero | Volumen | n.d. litros |
Peso | Peso | 1.330 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 265 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | 5,2 seg | |
Consumo | Combinado | 7,3 l/100 km |
Velocidad baja | n.d. | |
Velocidad media | n.d. | |
Velocidad alta | n.d. | |
Velocidad muy alta | n.d. | |
Emisiones | Emisiones de CO2 | 167 g/km Euro 6 – Etiqueta C |
Precio | Precio oficial | Desde 45.900 euros |
Fotos: Álex Aguilar