La fiebre de los SUV sigue más viva que nunca, pero afortunadamente esta no obliga a llevar mascarilla como la que nos acosa. Por ello el nuevo Mercedes GLA, ya a la venta en España, crece en anchura y altura para ser todavía más SUV. Si la generación previa, que data de 2013, estaba a medio camino entre estos y un turismo convencional, la nueva deja las cosas totalmente claras e inclina la balanza del lado del aspecto todoterreno. Más amplitud interior o una enorme carga tecnológica son otras de las señas de identidad de esta segunda generación GLA.
La parte mala es que el modelo tope de gama, la versión de la prueba, el Mercedes-AMG GLA 45 S 4MATIC+, pierde un poco de dinamismo por causa de las nuevas dimensiones, aunque sigue siendo un purasangre de tomo y lomo. Vamos a verlo.
Nueva gama
Aquí tienes toda la información de la nueva gama GLA 2020, que comparte con los Clase A plataforma y motores. Estos últimos son todos ellos de 4 cilindros, y entregan potencias de 150 hasta 420 CV en versiones gasolina, diésel e híbrido enchufable, este último todavía en el horno. Los precios parten de los 40.800 euros, y sus principales rivales son los BMW X1, Land Rover Evoque o Audi Q3, todos ellos más asequibles.
En esta ocasión, hemos tenido oportunidad de una breve toma de contacto con la versión AMG 45 S, la capitana de la gama con sus 421 CV, y que se vende al precio de 84.875 euros. Desafortunadamente, en España no estará disponible la segunda versión AMG, que sin el apellido S y con el mismo motor entregará 387 CV. En datos prácticos, el S tiene mucha más velocidad punta, 270 frente a 250 km/h -porque lo han autolimitado, los muy cucos-, es una décima más rápido en el 0 a 100 km/h -4,3 seg del S por 4,4 de su hermano-, mientras que el modelo “pequeño” consume un poco menos, 9,1 litros frente a 9,5 del S a los cien.
Pero no desesperéis, si buscas tacto AMG en un formato más asequible, Mercedes ofrece una tercera versión, el AMG GLA 35, que al precio de 63.900 euros entrega 306 CV. Como resumen, es capaz de alcanzar los 250 km/h, resuelve el paso de cero a cien en 5,2 segundos, y su consumo medio es de 8,3 litros a los cien.
Más alto
Nada menos que 10 centímetros crece en altura el nuevo GLA, lo que le distingue al primer golpe de vista como un coche totalmente nuevo y, como decía, absolutamente SUV: ahora es más masculino y campero. Mientras, la anchura es 3 cm superior, y la longitud, 1 cm inferior.
La versión de la prueba, el Mercedes AMG 45 S 4MATIC+, se distingue por un sinfín de añadidos estéticos que dejan claro que este no es un GLA convencional del primer vistazo. Así, nos encontramos con parrilla y defensas específicas con mayores tomas de aire, enormes llantas de 20” que dejan a la vista potentes frenos AMG de 4 pistones delante, retrovisores en negro, y ya en la trasera, defensa con difusor y cuádruple salida de escape y un alerón que llama mucho la atención. Para terminar, en todo el contorno de la carrocería se han eliminado los cromados y han sido sustituidos por elementos en negro, que cambian el aspecto elegante por el deportivo.
Por dentro
La calidad del interior sigue siendo uno de sus puntos fuertes, y está por encima de sus rivales naturales. Sigue caracterizándose por su amplia pantalla central, que parecen dos tablets juntas, de 7 pulgadas de serie y más de 10 en opción. Redondean la receta excelentes acabados y materiales, que en los AMG incluyen fibra de carbono, volante en piel asimétrico, asientos tipo bacquet que sustentan el cuerpo a la perfección y detalles en amarillo que dan un generoso aspecto racing a la cabina. Sin duda alguna, este coche no ha sido creado para los más clásicos compradores de Mercedes.
Si por fuera el GLA es ahora más alto, el asiento del conductor se alza todavía más y se sitúa 14 centímetros por encima del anterior, lo que permite un acceso más cómodo, que el conductor disfrute de una visión panorámica del entorno y que las piernas de todos estén más flexionadas, lo que hace más confortables los largos viajes. Eso sí, esta configuración pierde puntos para pilotar, y ahora el volante no está tan paralelo al conductor y la posición para las piernas es menos estirada. Y es que para pilotar y para viajar los compromisos son distintos, casi opuestos y, como vemos, los nuevos GLA han ganado polivalencia pero perdido deportividad.
Y siguiendo con el interior, aunque el coche es hasta 1 cm más corto, se ha aprovechado mejor, ahora ofrece mejores cotas, y si a ello unimos una segunda fila de asientos móvil, comprobamos que su habitabilidad ha mejorado mucho: hasta 11 centímetros para las piernas de los pasajeros y más anchura.
Motor de cine
El motor que da vida a los AMG S, código M139, es el 2.0 turbo más potente de la industria de la automoción para coches de serie, y entrega la friolera de 421 CV a 6.750 rpm con un espectacular par motor de 500 Nm a 5.000 rpm.
Entrega la potencia a las cuatro ruedas mediante la caja de cambios de doble embrague AMG Speedshift DCT 8G, que con la función Race Start permite salidas con toda la potencia desde parado, es decir, como el Launch Control.
Lo primero que llama la atención al subirse al AMG 45 S es la calidad del botón Sport, que tiene los modos Slippery (para suelo deslizante), Comfort, Sport, Sport+ e Individual, este último, personalizable. Si en Confort el chasis muestra una firmeza que permite un equilibrio entre eficacia y confort, perfecto para viajar o el día a día, según escalamos por los modos nos encontramos con mucha más dureza de la amortiguación, un sonido mucho apasionante (con mariposa en la salida de escape), una dirección menos desmultiplicada, una entrega de la potencia más rápida y cambios también más rápidos. Sin duda, hace que parezcan dos coches en uno.
Y cuando queremos guerra, las aceleraciones son simplemente brutales. Aunque se aprecia un mínimo turbo lag, el motor empuja de lo lindo en todo momento, y nos catapulta a velocidades de vértigo a pesar de los 1.765 kilos del conjunto, que no son demasiados para una carrocería tan voluminosa. Los bajos son más que suficientes para conducir con calma, pero aun mejor es la zona media y la zona alta, que no suele ser tan rica en motores turbo pero que en esta ocasión se ha perfeccionado debido a la ingente potencia que se la ha extraído y a su marcado carácter deportivo. ¡Motoraco!
En las curvas
Como esbozaba, en modo Sport la amortiguación muestra un carácter netamente deportivo, mucha firmeza, lo que permite una agilidad excepcional, superior dinámicamente a la del BMW M35i, y comparable a los Audi RS Q3 o Porsche Macan. Para ello, el GLA 45 AMG S cuenta con un tarado de amortiguación más firme, caídas agresivas, o una plancha de aluminio atornillada al subchasis de la suspensión delantera y fijada a la carrocería con dos brazos diagonales que incrementa la rigidez torsional, como hace también la barra entre torretas de que dispone.
Aun así, la mayor altura del nuevo modelo hace que su precisión sea ligeramente inferior a la de su predecesor, y esta sensación se multiplica al volante porque el conductor se encuentra mucho más alto que antes. Es decir, el GLA sigue siendo uno de los SUV más deportivos del mercado, pero su mayor altura le ha quitado puntos en este apartado. Así, en los cambios de apoyo el GLA 45 AMG S ofrece una seguridad total, aunque se perciben balanceos de la carrocería ausentes en modelos más bajos. Su trasera nunca desliza en deceleración, aunque soltemos gas bruscamente, lo que favorece el comportamiento noble a alta velocidad aunque no ayude a ser travieso en terreno muy revirado.
La tracción total corta de raíz cualquier pérdida de tracción, y su capacidad de aceleración al salir de los giros es espectacular. En buena parte gracias al sistema AMG Torque Control, que incluye un embrague para cada rueda trasera, de manera que ambas puedan entregar la mayor fuerza posible al suelo antes de deslizar de manera independiente. Y para los más traviesos, dispone de una función que facilita el derrapaje. En global, este sistema se parece mucho al del apasionante (prueba) Ford Focus RS, un coche que se acerca al culmen de la deportividad.
Tecnología
Los GLA traen buena parte de los sistemas de seguridad y ayuda a la conducción de Mercedes-Benz, uno de los catálogos más amplios del momento. Ejemplos son el sistema de frenado automático de emergencia, el de mantenimiento y cambio automático de carril o el de aviso por presencia de vehículos en el ángulo muerto, que añade incluso la capacidad de modificar la trayectoria del vehículo si fuese preciso para evitar un accidente. Mientras, el programador de velocidad activo ajustar la velocidad en función de la distancia al vehículo precedente y toma en cuenta informaciones como la ruta del GPS o las señales de tráfico.
Y como curiosidad, la función específica para túneles de lavado pliega los retrovisores exteriores, cierra las ventanillas, el techo de cristal, desactiva el modo automático de los limpiaparabrisas y muestra la imagen de las cámaras exteriores con solo tocar un botón.
Ficha técnica Mercedes-AMG GLA 45 S 4MATIC+ | ||
Motor | Cilindrada | 1.991 cc |
Cilindros | 4 en línea | |
Potencia máxima | 421 CV / 6.750 rpm | |
Par máximo | 500 Nm / 5.000 - 5.250 rpm | |
Alimentación | Tipo | Inyección mixta directa/indirecta. Turbo |
Transmisión | Caja de Cambios | Automática, doble embrague 8 velocidades |
Tracción | Total | |
Suspensión | Delantera | McPherson Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
Trasera | Paralelogramo deformable Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
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Frenos | Delanteros | Discos ventilados / 360 mm |
Traseros | Discos ventilados / 330 mm | |
Dimensiones | Longitud | 4.436 mm |
Anchura | 1.849 mm | |
Altura | 1.585 mm | |
Distancia entre ejes | 2.729 mm | |
Maletero | Volumen | 435-1.430 litros |
Peso | Peso | 1.765 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 270 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | 4,3 seg | |
Consumo | Combinado | 9,5 l/100 km |
Velocidad baja | n.d. | |
Velocidad media | n.d. | |
Velocidad alta | n.d. | |
Velocidad muy alta | n.d. | |
Emisiones | Emisiones de CO2 | 215 gr/km Euro 6 |
Precio | Precio oficial | Desde 84.875 euros |