Aunque las reinterpretaciones modernas (2005 y 2017) del Ford GT son animales de calle (bueno, están homologados para ello pese a ser modelos casi de competición), si hablamos de su antepasado, el GT40, las únicas 100 unidades que se crearon para circular fuera de circuito fueron meramente para cumplir con la normativa de homologación. Ahora bien, parece ser que aunque ese fue el resultado final, hubo planes muy serios de fabricar un Ford GT40 de calle.
Ford GT Heritage Edition: un homenaje al GT40 ganador de Le Mans en 1968 y 1969
Lo ha desvelado MotorTrend gracias a un documento que le ha facilitado Ted Ryan, archivista de Ford, el libro GT Program. En términos generales, este documento confidencial de circulación interna hablaba de los planes de Ford para desbancar a Ferrari en LeMans, pero dado que esa parte de la historia ya se conoce, lo realmente interesante es la propuesta de fabricar un modelo para la calle basado en el GT.
La idea era utilizar el mismo chasis y configuración de motor central que en el modelo de competición, pero hacer una serie de concesiones que permitieran una mayor comodidad para sus usuarios, algo necesario en el día a día.
Sus dimensiones iban a ser ligeramente diferentes, siendo los más destacado un aumento de su altura en seis pulgadas (15,24 cm), dejando atrás las 40 (101 cm) que daban nombre al deportivo de competición. Pero también tenía una longitud 10 pulgadas mayor (25,4 cm) e iba a ser 326 libras (147 kilos) más pesado, lo que aún así dejaba el conjunto en 907 kilos. Su motor iba a ser un V8 de 289 pulgadas cúbicas y algunos elementos que mejorarías el confort serían una suspensión algo más blanda y un mejor aislamiento acústico.
Lo bocetos de este Ford GT40 de calle no nato dejan claro el parecido con el GT40 de circuito, aunque se aprecia una altura mayor del conjunto en general, con un morro, habitáculo y zaga más elevados. La superficie acristalada es mucho mayor y cuenta con faros tipo ‘pop-up’.
Como indican en MotorTrend, muchos de sus rasgos también guardan parecido con el Ford Mustang I concept de 1962, primer modelo en llevar el nombre de ‘Mustang’ y que coqueteaba con una disposición de motor central y carrocería abierta, aunque finalmente se desechó el concepto y se optó por el formato de motor delantero, más asequible.