El Mercedes-AMG SL 43 de la prueba es el escalón de acceso a la gama del que sin duda alguna es el modelo más legendario de Mercedes-Benz. Un descapotable de ensueño con un diseño seductor, un interior que derrocha lujo y tecnología y un comportamiento dinámico mucho más ágil que cualquiera de las versiones ‘básicas’ que ha tenido el SL en las últimas décadas.
Gran parte de la culpa de esto último la tiene en el motor que anima al SL 43, una unidad sobrealimentada de cuatro cilindros en línea y 2.0 litros de capacidad que produce unos respetables 381 CV de potencia y 480 Nm de par. Es decir, es un motor con más potencia que el que tenía el anterior SL 400 con mecánica V6, que como este SL 43, era la variante más asequible.
Pero también el chasis que se esconde debajo de esa bonita carrocería, que ha sido desarrollado enteramente por AMG y ha permitido ganar enteros en lo que a rigidez torsional se refiere. Y con esta generación, el SL vuelve a sus orígenes al apostar por un techo de lona escamoteable y ofrecer dos plazas traseras que, aunque son diminutas, pueden sacarte de algún apuro puntual.
Un coche para disfrutar
Tengo que reconocer que durante la semana que he pasado conviviendo con el Mercedes-AMG SL 43 para realizar esta prueba casi he estado más tiempo admirándolo desde fuera que conduciéndolo. Es uno de esos coches en los que resulta complicadísimo encontrar un ángulo en el que no resulte agraciado. De hecho, considero que es uno de los automóviles más bonitos de cuantos se comercializan actualmente.
Sus proporciones son imponentes, pues es largo (4,7 metros), bajo (1,35) y ancho (1,91). Pero estas medidas por sí solas no dibujan el cuadro completo, pues el capó es muy largo y el puesto de conducción está muy retrasado, lo que condiciona su imagen. La capota de lona contribuye también a crear este aspecto exterior tan logrado, pues no disimula el hecho de que estemos ante un descapotable como sí sucede con sus predecesores con techo duro retráctil.
Las grandes entradas de aire delanteras, con esa icónica parrilla panamericana; las llantas de aleación de 21” con 11 radios con un generoso equipo de frenos en su interior; la cuádruple salida de escape con embellecedores circulares -uno de los cambios más evitentes con respecto a sus hermanos de gama, como el Mercedes-AMG SL 63 4Matic+-; el alerón activo que incorpora sobre la tapa del maletero… todos estos detalles dejan claro que este no es un Mercedes cualquiera incluso para los menos expertos.
Y cuando abres la -gigantesca- puerta y accedes al interior, te recibe con los brazos abiertos con una mezcla que combina diseño, lujo y tecnología como solo sabe hacerlo Mercedes. Todo lo que tienes al alcance de la mano no solo tiene una imagen trabajada, también desprende mucha calidad.
El salpicadero, de líneas simples, está dominado por dos grandes pantallas: una LCD de 12,3 pulgadas que hace las veces de cuadro de mandos y que está protegida debajo de una pequeña cúpula para evitar reflejos cuando circulas con el cielo como techo; y otra, de 11,9”, del sistema multimedia cuya inclinación se puede ajustar eléctricamente entre 12 y 32 grados para, de nuevo, impedir que la luz nos impida verla correctamente.
Los asientos son realmente cómodos siempre que tengas presente que, como buen deportivo, vas sentado muy bajito con lo que esto implica a la hora de subir y bajar del coche. Como novedad, Mercedes ha añadido en esta generación del SL una pareja de asientos traseros que, aunque son justos, pueden sacarte de apuros puntuales.
Según la marca, son adecuados para personas de hasta 1,5 metros de estatura o para niños de hasta 1,3 metros que usen un elevador. Eso sí, tienes que saber que son asientos solo para emergencias, pues el respaldo es muy vertical y la altura al techo extremadamente limitada. Lo bueno es que en el resto de situaciones las podrás usar para llevar más equipaje.
¿Un SL con motor de cuatro cilindros?
Mucho se ha dicho sobre el hecho de que este Mercedes-AMG SL 43 esconda debajo de su larguísimo capó una motorización de cuatro cilindros en línea. Algo que numerosos aficionados han calificado como un sacrilegio, probablemente por falta de conocimiento sobre la historia del Mercedes SL, pues no es la primera vez que un SL está animado por una mecánica con esta configuración.
De hecho, en sus orígenes como modelo de gran producción se comercializó exclusivamente con un motor 4L. Y no, no hablo del extraordinariamente valioso Mercedes 300 SL ‘Gullwing’ W198 (prueba) ni de su variante descapotable, pues estos fueron coches con una construcción muy compleja, una tirada muy limitada con poco más de 3.200 coches fabricados y un precio de venta muy elevado.
En realidad me refiero al Mercedes 190SL W121, que es realmente el antecesor del coche que nos ocupa. De este se fabricaron 25.881 unidades, es decir, casi ocho veces más que la producción combinada de los 300 SL coupés y descapotables. Un vehículo que estaba animado por un motor de cuatro cilindros en línea (el M121), 1.9 litros de cilindrada, que producía una potencia máxima de 105 CV.
Hecha esta aclaración, veamos más en profundidad cuáles son las bondades del motor del Mercedes SL 43 de la prueba. Denominado internamente como M139, es el primer cuatro cilindros de producción que emplea un turbocompresor eléctrico basado en la tecnología desarrollada por el equipo de Fórmula 1 de la firma de la estrella. Una solución que busca mejorar la respuesta a bajas revoluciones mediante la acción de un motor eléctrico integrado en el eje de la propia turbina y que se alimenta mediante una red de 48 voltios.
Otra característica de este propulsor es que cuenta con un sistema de microhibridación que se aprovecha de esa misma red y que proporciona hasta 10 kW extra de potencia en determinadas situaciones y durante breves periodos de tiempo. Algo que se traduce en que este SL 43 luce la etiqueta ECO de la DGT sobre su parabrisas. Ningún otro SL de la gama la tiene salvo el nuevo Mercedes-AMG SL 63 S E Performance de 816 CV.
Este Mercedes-AMG SL 43 cuenta con una caja de cambios automática AMG Speedshift MCT 9G de nueve relaciones que envía esos 381 CV de potencia y 480 Nm de par exclusivamente a las ruedas traseras. Una característica que le convierte en el único SL 100% de propulsión de la gama actual. Por cierto, aunque de serie viene con un diferencial convencional, seleccionando el paquete AMG Dynamic Plus se añaden entre otras cosas un diferencial autoblocante controlado electrónicamente, como es el caso de la unidad probada.
Un elemento, este último, que ayuda a trasladar toda la fuerza del motor al suelo ayudando, al mismo tiempo, a incrementar la agilidad. En esto también tiene mucho que decir el eje trasero direccional, que gira en sentido opuesto a las ruedas delanteras a velocidades inferiores a 100 km/h y en el mismo sentido cuando superamos dicha velocidad.
Esta característica, incluida en el coche que ves en las fotos, hacen de que este Mercedes SL sea un coche razonablemente fácil de conducir en espacios angostos. A la hora de aparcar o al tomar los giros más cerrados, agradecerás encontrarte con una dirección con muy pocas vueltas de volante entre topes.
El verdadero Sport-Leicht
Todos los Mercedes SL de la gama actual acarician las dos toneladas de peso en orden de marcha. Todos excepto este Mercedes-AMG SL 43 que, gracias a ese motor de cuatro cilindros en línea y, sobre todo, a la ausencia del sistema de tracción a las cuatro ruedas 4Matic+ de sus hermanos, para la báscula en 1.810 kg (con conductor).
Esto hace que estemos ante el SL más ‘ligero’ de la gama, aunque no nos vamos a engañar, nadie en su sano juicio consideraría ligero a un coche que pasa de las 1,8 toneladas. Pero bien es sabido que a nivel dinámico cada kilo de más importa y mucho, así que siempre será mejor en este sentido un coche de 1.800 kilos que uno que roce las 2 toneladas. Y este SL 43 no es una excepción.
He tenido la oportunidad de conducir su hermano mayor con motor V8 de 585 CV y tracción a las cuatro ruedas y, salvo por el sonido que produce el V8 biturbo de este último, tengo claro que de tener que elegir uno ese sería el SL 43. Porque exceptuando la melodía del escape, la abultada diferencia de precio que hay entre ambos, de más de 70.000 euros que se dice pronto, me parece determinante y difícil de justificar -a no ser que eso es lo que valga para ti tener el rugido del V8 como banda sonora-.
Es lo suficientemente rápido (con un 0 a 100 km/h de 4,9 segundos), es igual de atractivo por dentro y por fuera, pesa mucho menos y eso se nota cuando buscas los límites, gasta menos combustible y además tiene etiqueta ECO. A esto añado que el tacto de la dirección me gusta más que la del SL 63, posiblemente porque no hay interferencias provenientes del sistema de tracción o quizá por el menor peso que hay sobre el tren delantero.
Ficha técnica Mercedes-AMG SL 43 (R232) | ||
Motor | Cilindrada | 1.991 cc |
Cilindros | 4 en L | |
Potencia máxima | 381 CV / 6.750 rpm | |
Par máximo | 480 Nm / 3.250 - 5.000 rpm | |
Alimentación | Tipo | Inyección directa. Turbo |
Transmisión | Caja de Cambios | Automática, 9 velocidades |
Tracción | Trasera | |
Suspensión | Delantera | Paralelogramo deformable Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
Trasera | Paralelogramo deformable Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
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Frenos | Delanteros | Discos ventilados / 390 mm |
Traseros | Discos ventilados / 360 mm | |
Dimensiones | Longitud | 4.700 mm |
Anchura | 1.915 mm | |
Altura | 1.359 mm | |
Distancia entre ejes | 2.700 mm | |
Maletero | Volumen | 240 - 213 litros |
Peso | Peso | 1.810 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 275 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | 4,9 seg | |
Consumo | Combinado | 8,9 l/100 km |
Velocidad baja | N.D. | |
Velocidad media | N.D. | |
Velocidad alta | N.D. | |
Velocidad muy alta | N.D. | |
Emisiones | Emisiones de CO2 | 202 g/km Euro 6 - Etiqueta ECO |
Precio | Precio oficial | Desde 151.350 euros |
Fotos: Jaime Sainz de la Maza