Hasta ahora habíamos visto cuadros en la tapicería del Volkswagen Golf GTI (prueba) e, incluso, una edición especial del AMC Gremlin creada junto a Levi’s. Colaboraciones que hacían preguntarse a muchos por qué Bentley no ofrecía algo tan británico como el tweed para personalizar su majestuosa gama. Esos deseos han sido órdenes y el nuevo acabado interior de Bentley es la opción más British que verás.
Los aficionados a la marca podrían puntualizar que el tweed sí ha aparecido en los modelos del fabricante británico… y estarían en lo cierto. El citado tejido ha sido visto ocasionalmente en algunas ediciones especiales de determinados modelos como el Bentley Bacalar, del que sólo se fabricarán doce unidades. No obstante en todos esos casos no era una opción, era parte del paquete. Otro ejemplo de ello es el Bentley Continental GT Convertible (prueba) que ofrecía algunas partes con efecto tweed.
Firmado por Mulliner
Gracias a Mulliner, la división de personalización de la marca británica, los clientes tendrán a su disposición la opción de hacerse con un sofisticado interior de esta lana destina a ser el recubrimiento de los paneles de las puertas de tres de sus modelos: Bentley Flying Spur (prueba), Bentley Continental GT y Bentley Bentayga.
Bentley Mulliner Bacalar: un nuevo significado de exclusividad
La introducción de este material se produce poco después de que la marca presentase su estrategia Beyond100 con el objetivo de convertirse en líder mundial en movilidad de lujo sostenible. El tweed que emplearán procede de la famosa marca Lovat Mill cuya fábrica está ubicada en la pintoresca ciudad de Hawick donde llevan a cabo una producción sin ningún impacto adverso en el medio ambiente.
Cuatro modelos de tweed
Para los admiradores de la cultura británica y los apasionados del uso de materiales sostenibles, los cuatro patrones de tweed añaden una textura nueva y de alta calidad a la gama (casi) ilimitada de opciones de personalización de Bentley. El acabado de lana de las puertas transforma el habitáculo interior en un entorno con presencia y, al mismo tiempo, tranquilo. Inicialmente, Mulliner ha diseñado cuatro tweeds diferentes:
- Cheltenham: con sus tonos en verde es la opción más tradicional de todas.
- Glen Plaid – Tolsta Beach: lleva el nombre de las costas de las escarpadas Islas Hébridas identificando así su atrevido patrón de cuadros.
- Charcoal: esta es una de las posibilidades más sutiles que combina diferentes tonos.
- Sand Herringbone: la vertiente más contemporánea perfecta para establecer contraste entre colores claros y oscuros.