PRUEBA: Bentley Bentayga W12

prueba Bentley Bentayga

Desde hace años, los SUV le han robado el protagonismo a los coches familiares. A partir de 2013, la venta de los todocamino sigue en aumento, superando también al de las berlinas, una tendencia que, por lo pronto, no tiene pinta de cambiar. Y es que cada vez son más los fabricantes que apuestan por vehículos que integran estos segmentos, desarrollando, incluso, nuevas carrocerías más propias de prototipos. Para desespero de los puristas y deleite de sus adinerados clientes, las firmas de lujo también se han embarcado en estos proyectos. Es el caso de Bentley, que ha creado un SUV premium perfecto para aumentar su cartera de clientes y su cuenta de ingresos.

prueba Bentley Bentayga W12

Hemos puesto a prueba el Bentley Bentayga W12, el primer todocamino de la compañía de Crewe que nace con la intención de suplir una necesidad, algo que pronto también hará Rolls-Royce, y seducir a sus compradores. Es un vehículo que por su imagen, a distancia, expone que es especial, que es un Bentley, nada que ver con el prototipo inicial, el Bentley EXP 9 F Concept, de diseño más que discutible. Como apunte curioso, muestra del empeño que llevan estos vehículos, cabe señalar que cada unidad necesita 130 horas del trabajo antes que salir de la planta inglesa, además de que cada motor W12 con doble turbo se ha construido a mano. Pero ahí no queda la cosa, porque en la selección de materiales también ‘se las trae’… Existen 73 colores para la carrocería, 15 tonalidades de cuero y siete tratamientos de madera, molduras que han sido cuidadosamente manipuladas por 58 artesanos y que previamente han pasado un riguroso proceso de selección. Y es que, también es digno de mención la autenticidad y honestidad en los materiales: lo que parece cuero, es cuero; lo que parece metal, es metal y lo que parece madera, es madera.

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Su estampa porta unas elegantes y clásicas proporciones, con un voladizo delantero largo, capaz de alojar un enorme propulsor biturbo, y uno trasero corto, surgido porque los diseñadores han inclinado la ventana del portón para crear una superficie descendente, creada gracias a una línea de carácter que sale de las puertas traseras y que forma unos marcados hombros. Destaca su parte frontal, que es inconfundiblemente Bentley, con la típica parrilla cuadrada cubierta por una elegante malla metálica, un guiño a los protectores de los radiadores de los coches de carreras de antaño. Ésta está flanqueada por cuatro faros redondos que constituyen una firma visual de la cual Bentley no se ha desviado durante los últimos 50 años.

Bentley Bentayga W12

El habitáculo del Bentayga es un exquisito compendio de lo mejor que Bentley tiene por ofrecer. Los detalles son impresionantes, entre maderas trabajadas a mano, cueros inspeccionados por rayos láser para no dejar pasar la más mínima imperfección, metales tallados y la carencia absoluta del cualquier material que pueda pasar como barato. Los asientos adoptan costuras acolchadas, que por su apariencia podrían decorar algún aristocrático salón y por su funcionalidad y características serían aptos para un coche de competición. Las banquetas suponen el primer contacto con un espacio que es extremadamente lujoso y que refleja los excesos de nuestros tiempos. Pero hay más… El cuadro de instrumentos, la consola y el salpicadero forman las alas del logotipo de Bentley, además de darle consistencia con el resto de la línea. Este último elemento está cubierto en su totalidad por cuero, mientras que los botones de la consola son metálicos, evocando nostalgia por tiempos que no conocimos. La compañía británica merece nuestro aplauso por haber resistido la tentación de reinventar la rueda; la disposición de los controles del sistema de infoentretenimiento, del climatizador y de la transmisión es la tradicional.

El entretenimiento a bordo es una de las prioridades en la suntuosa cabina de Bentley Bentayga. El equipo de sonido opcional está firmado por ‘Naim’ y presume de 1950W, 20 altavoces, un sub-woofer de 300W y un par de súper tweeter. Los dos pasajeros posteriores -sí, solo dos, aunque está disponible la versión para cinco personas y próximamente, para siete- cuentan con pantallas individuales de 10.2” desde las que pueden controlar el sistema de entretenimiento y ver vídeo. Si el viaje ha finalizado antes de tiempo, pueden ser retiradas del vehículo. Asimismo, el enorme techo solar panorámico proporciona el lujo de la luz del sol para todos los pasajeros, incrementando, además, la sensación de amplitud.

interior Bentley Bentayga W12

Para poner a prueba el Bentley Bentayga me he desplazado hasta el circuito de ‘Lime Rock’, en Connecticut, EE.UU.. Allí he ‘castigado’ su plataforma modular MLB del Grupo Volkswagen, que es la encargada de alojar un motor W12 6.0 TSI con 608 CV y 900 Nm de par que envía la fuerza a los dos ejes a través de un cambio automático de ocho velocidades. La magia del tren motriz del Bentayga es la facilidad y la confianza con la que entrega la energía que genera, porque nada es menos lujoso que un ruidoso despliegue de poder. Sin embargo, la sobrecogedora expresión de poderío tecnológico se traduce en una brutal aceleración de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos, cifra que le encumbra como el SUV más rápido del planeta, y en una velocidad punta de 300 km/h.

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Por si tenía alguna duda de su efectividad, Derek Bell, cinco veces ganador de las 24 horas de Le Mans, me brindó el honor de acompañarle durante un par de vueltas a este trazado de 2.460 metros de extensión situado en Nueva Inglaterra. El piloto exhibió un control de su masa increíblemente compuesto y nos hizo olvidar tras los 100 primeros metros que estábamos a bordo de un SUV. En mis manos, que nunca he corrido Le Mans, el Bentley Bentayga 2016 no se sintió menos competente. El rango de poder del W12 se adapta a todos los gustos y a todos los modos de conducción, gracias, en parte, a una transmisión que es suave como una brisa primaveral. La extrema compostura del todocamino inspira seguridad y confianza, y su hermoso diseño hace que más de uno girara su cabeza al verlo, algo que no ha dejado de sorprenderme en los opulentos distritos recorridos.

prueba Bentley Bentayga W12 608 CV

Fuera de pista, en los poblados de las montañas del oeste de estado de Connecticut, las llantas de 21” -puede equiparar de 20 y 22”- y los neumáticos de perfil bajo han originado la única nota discordante, ya que castiga la suspensión, puesto que no filtra bien las imperfecciones del pavimento. Esto, sin embargo, no es tan grave y tiene su compensación, especialmente en autopista, donde las reacciones de su chasis hacen que la dirección reaccione casi telepáticamente a las directrices del conductor.

¿Se justifica cada uno de los 241.484 euros de su precio de salida? Es un aspecto que debe ser decidido por los compradores, aunque si tenemos en cuenta que Bentley ha decidido aumentar la producción del primer año del Bentayga de 3.600 a 5.500 unidades, es fácil adivinar la respuesta…

prueba Bentley Bentayga W12 608 CV

Ficha técnica Bentley Bentayga W12
Motor Cilindrada 5.952 cc
Cilindros W12
Potencia máxima 608 CV / 5.000-6.000 rpm
Par máximo 900 Nm /1.350-4.500 rpm
Transmisión Caja de cambios Automática, 8 velocidades
Tracción Total
Suspensión Delantera Paralelogramo deformable / Resorte neumático
Trasera Paralelogramo deformable / Resorte neumático
Dimensiones Longitud 5.140 mm
Anchura 1.998 mm
Altura 1.742 mm
Distancia entre ejes 2.995 mm
Alimentación Tipo de alimentación Inyección mixta directa/indirecta. Turbo.
Peso Peso 2.440 kilogramos
Prestaciones Velocidad máxima 301 km/h
Aceleración 0-100 km/h 4,1 seg
Consumos Urbano 19,0 l/100 km
Extraurbano 9,6 l/100 km
Combinado 13,1 l/100 km
Emisiones Emisión CO2 296 g/km (Euro VI)
Precio Precio oficial 241.484 euros

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