Si el primer SEAT Ibiza supuso un punto de inflexión muy importante en la marca al ser su primer coche creado y desarrollado desde cero -también lo hizo con grandes socios como Giugiaro, Karman y Porsche-, la segunda generación consolidó tanto a la compañía como al modelo en Europa.

Ha sido el Ibiza más vendido de toda la historia con 1.522.765 unidades comercializadas, pero, también, el primer automóvil producido en la planta de Martorell -desde febrero de 1993-, antes, incluso, que el Toledo. Sin olvidar que fue el único SEAT en adoptar las siglas GTI o el que estrenó la denominación Cupra. Pero de eso te hablaré un poco más adelante.

Tres cuartos delantero del SEAT Ibiza MK2 GTI 2.0 8V
SEAT Ibiza MK2 GTI 2.0 8V, el primer GTI de la firma.

Como el de 1984, también se encargó de su diseño Giorgetto Giugiaro. Pero, en este caso, dejó de lado las formas cuadradas, esas que se dicen que iban destinadas al Golf II -te dejo la historia del Volkswagen Golf-, para brindarle unas mucho más redondeadas y aerodinámicas. De hecho, además de ganar en atractivo, también se mejoró su coeficiente, pasando de 0,36 a 0,32.

Un diseño que, como se indicaba en la cartela de esta misma unidad de pruebas del SEAT Ibiza MK2 GTI 1.8 16V 130 CV que estuvo expuesta en el 'Museu del Disseny de Barcelona' durante varios años, conseguía que fuese “El utilitario más reconocido del mercado”.

Asimismo, este enorme cambio en su imagen vino acompañado por un estirón en su longitud de casi 20 centímetros, consiguiendo el mayor crecimiento entre generaciones que ha habido en estos cuarenta años.

He podido subirme en las dos primeras y, la verdad, es que se nota muy mucho esa amplitud. Si en el predecesor, para las rodillas me separan dos dedos y con mi 1,78 metros mi cabeza rozaba con el techo, en este, hay mucho más hueco hasta los respaldos de los asientos delanteros y unos cuatro dedos de margen para el techo. Lo mismo ocurrió con el maletero, que pasó a tener un volumen de 270 litros y la posibilidad de abatirse, por primera vez, en proporción 60/40.

Compartía plataforma con el Volkswagen Polo, aunque el Ibiza fue el primer modelo del Grupo Volkswagen -recuerda que desde 1986, el consorcio alemán era el accionista mayoritario- en adoptarla (lo mismo ocurriría más de dos décadas después con la plataforma MQB-A0 y la quinta generación del Ibiza, que la estrenaría antes que el Polo y que el Skoda Fabia). Pero también el puesto de mandos compartía numerosas piezas con el del modelo de Wolfsburgo -y para un ejemplo más claro de sus similitudes está el Volkswagen Polo Playa, el SEAT Ibiza sudafricano con logos alemanes-.

Estaba disponible con carrocería de tres y cinco puertas, sedán, denominado Córdoba; familiar, Córdoba Vario; y comercial, Inca. En 1996 sufrió un ligero lavado de cara, en el que tanto la calandra como los paragolpes eran de nuevo cuño. La primera también acogía de forma diferente el logotipo de la 'S' y los segundos eran más redondeados -los delanteros portaban una toma de refrigeración diferente-.

Pero el cambio más profundo lo recibió en 1999. Fue de tal envergadura que llegó a pasar por una nueva generación para muchos jóvenes y no tan jóvenes, entre los que me incluyo. Si en el exterior acogía un capó, unos grupos ópticos y unos paragolpes totalmente nuevos, el puesto de mandos pasaba a un nuevo nivel con una novedosa consola en la que la pantalla central se llevaba toda la atención. Fue como si el próximo paso de un siglo a otro, se viera reflejado en el interior del restyling del Ibiza de segunda generación.

La seguridad también fue un punto importante para el fabricante de Martorell: "El Seat Ibiza cumple con creces todos los requisitos legales de seguridad. Y no sólo las europeas, sino incluso las más estrictas de Estados Unidos", rezaba su dossier holandés. Equipaba protecciones antivuelco, barras de seguridad en las puertas, zonas de deformación programada o ABS Mark IV, el que por aquel entonces era el sistema antibloqueo de frenos más avanzado del mundo. La versión 1.8 16V GTI del SEAT Ibiza, la de esta prueba, también traía doble airbag de serie.

interior del SEAT Ibiza MK2 GTI

Gracias a estos sistemas se ganó en el 2000 tres estrellas EuroNCAP -el organismo comenzó sus pruebas en 1997, y fue tres años más tarde cuando se hizo el primer test al compacto español-. Quizá no te parezcan muchas, pero ten en cuenta que por aquel entonces no era tan fácil como en la actualidad conseguir la máxima puntuación y que, modelos como el Volkswagen Passat, el Citroen Xantia, el Audi A6 o el Opel Omega empataron en número de astros, o que otros de renombre como el BMW Serie 3, el Mercedes Clase C o el Saab 900 se les adjudicó una menos.

También, al ser fabricado en Martorell bajo la tutela del Grupo Volkswagen, se introdujeron todas las novedades del consorcio alemán en el proceso de producción. Al nuevo Ibiza se le daban dos imprimaciones en un taller de pintura totalmente automatizado, así como una resistente a la humedad en todas las soldaduras, una capa de cera en todas las cavidades y una capa protectora elástica en la parte inferior de la carrocería para salvaguardarla de los chinazos del asfalto.

La unidad de pruebas que tengo enfrente de mí es un SEAT Ibiza MK2 GTI 1.8 16V que pertenece a SEAT Históricos y que el fantástico equipo de Isidre López guarda con mimo junto a otras joyas en la Nave A122, situada en la Zona Franca.

No fue el primer GTI de la firma, porque ese honor se lo llevó el Ibiza con el motor 2.0 de 8 válvulas, que rendía 115 CV a 5.400 rpm y entregaba un par de 165 Nm a 3.200, pero sí el primer SEAT con culata de 4 válvulas por cilindro y el primero en bajar de los 10 segundos en el 0 a 100 km/h, gracias a que alcanzaba los 100 desde parado en solo 9,1" -por los 10,1 del anterior-, y de superar los 100 km/h -tocaba los 206 km/h-. Por cierto, ese 8 válvulas no sería el compacto más potente del mercado, pero sí el de mayor cilindrada de todo el segmento B.

Podrás diferenciarlos en las pegatinas de sus laterales, que son distintas: en el 8V luce 'EFI, Electronic Fuel Injection', y en el 16V, 'Twin Cam 16 Valve'. También por las de su portón, con 'Power Steering' en el primero y '1.8 - 16V.' en el segundo. Aunque quizá sea más sencillo fijarte en la calandra o en los asientos, puesto que en el predecesor, la placa y el bordado es 'GTI', y en el sucesor, 'GTI 16V'. Las que se vieron inalteradas fueron sus características llantas de aleación de tres brazos y 14 pulgadas.

Llantas de 14" de tres brazos del SEAT Ibiza MK2 GTI 1.8 16V 130 CV

Y luego llegó el primer SEAT Ibiza Cupra de la Historia, el modelo que de 'Cup-Racing' iniciaría una de las marcas más exitosas de los últimos tiempos. Este era 'harina de otro costal'. Un deportivo moderno con motor 2.0 16 válvulas capaz de rendir 150 CV y de acelerar de 0 a 100 km/h en 8,2".

Hecho un repaso a su trayectoria, ahora sí, toca arrancar esta máquina del tiempo capaz de transportarte a épocas pasadas con tan solo hacer un simple giro de muñeca. Y sin más dilación es lo que hago. Su motor de cuatro cilindros en línea de 1.781 cc montado en anterioridad en el Volkswagen Golf o en el Volkswagen Corrado (historia) -aunque en el caso del español, con algo menos de potencia- suena realmente bien.

Con cambios en la culata, en la alimentación y en el sistema de gestión electrónica -se optó por el Digifant-, se lograba más energía a bajas vueltas y una mayor elasticidad.

Y ese bonito sonido a ralentí del que te hablaba unas líneas más arriba, también se contagia cuando la aguja del cuentarrevoluciones sube de vueltas. Además, tiene un muy buen empuje. Obviamente, es más comedido que el de los deportivos actuales, que pueden superar los 300 CV sin despeinarse, pero con sus 130 CV, mueven con alegría los 1.030 kg que marca la báscula.

Otro elemento a destacar es la dirección, sobre todo si comparamos la información que ofrece al conductor con las que se comercializan actualmente. Es directa, con una muy buena desmultiplicación, con 9.90 metros de diámetro de giro y la asistencia -sí, porque esta generación ya equipaba- con el punto exacto.

Sí hubiera mejorado los recorridos del cambio, pero solo en la longitud, que para mi gusto, me parecen algo largos. No en la precisión ni en la rapidez de sus recorridos, que no les pongo tacha.

Motor 1.8 16V del SEAT Ibiza MK2 GTI

Y por último, la suspensión. Este SEAT Ibiza MK2 GTI 1.8 16V equipa en el eje delantero una independiente, tipo McPherson, con triángulo inferior, muelles helicoidales, amortiguadores hidráulicos y barra estabilizadora, y en el trasero, también independiente pero con ruedas tiradas por brazos longitudinales, muelles helicoidales, amortiguadores hidráulicos y estabilizadora.

El tarado es firme, como era de esperar en el Ibiza más deportivo de la época, pero, aun así, al filtrar bien las irregularidades de la calzada, es un buen aliado para circular a diario con él por cualquier tipo de vía o por ciudad.

El precio del SEAT Ibiza MK2 GTI 1.8 16V, que solo se vendía con carrocería de tres puertas, sumaba 2.429.000 pesetas, 14.598 euros, una cifra que en la época no era baja.

prueba del SEAT Ibiza MK2 GTI 1.8 16V 130 CV (1994)

El equipamiento de serie incluía un generoso número de elementos como aire acondicionado, llantas de aleación de 14 pulgadas, control de tracción EDS, faros antiniebla, dirección asistida, airbag de conductor y acompañante, elevalunas eléctricos, cierre centralizado, radiocasete con 6 altavoces, asientos delanteros y volante regulables en altura y tapicería exclusiva con 'GTI 16V' bordados en ellos. Eso sí, el ABS era opcional.

El SEAT Ibiza GTI fue el deportivo perfecto para darse a conocer en Europa, con muy buenas aptitudes y un precio inferior al de muchos de los gallitos de pelea que luchaban en el ring de los compactos deportivos.

PRUEBA en VÍDEO del SEAT Ibiza GLX de 1984

Además, supuso los cimientos para los éxitos que vendrían; en competición con la Copa Ibiza de Rallyes de Asfalto de 1995, la vuelta de la compañía al Campeonato del Mundo de Rallyes en 1994 -ausente desde 1977- y la consecución de los tres títulos mundiales consecutivos en 'Marcas 2 Litros' con el Ibiza Kit Car, cuya base fue este 16V. Y comercialmente hablando con la aparición del primer SEAT Ibiza Cupra, versión propulsada por un 2.0 16v de 150 CV que fue creada para conmemorar esos tres triunfos mundialistas.

Si quieres saber más del SEAT Ibiza, te dejo su historia. También pruebas de diferentes generaciones y versiones, incluida Cupra y FR.

prueba del SEAT Ibiza MK2 GTI 1.8 16V 130 CV (1994)

Ficha técnica SEAT Ibiza MK2 GTI 1.8 16V 130 CV (1994)
Motor Cilindrada 1.781 cc
Cilindros 4 en línea, gasolina
Potencia máxima 130 CV a 6.000 rpm
Par máximo 162 Nm a 4.200 rpm
Alimentación Tipo Inyección electrónica Digifant
Transmisión Caja de Cambios Manual, 5 velocidades
Tracción Delantera
Suspensión Delantera Independiente
tipo McPherson
con triángulo inferior
muelles helicoidales
amortiguadores hidráulicos
barra estabilizadora
Trasera Independiente
Ruedas tiradas por brazos
longitudinales
Muelles helicoidales
amortiguadores hidráulicos
barra estabilizadora
Frenos Delanteros Discos ventilados
Traseros Discos
Dimensiones Longitud 3.813 mm
Anchura 1.640 mm
Altura 1.408 mm
Distancia entre ejes 2.440 mm
Maletero Capacidad 270 litros
Peso Peso 1.030 kg
Prestaciones Velocidad máxima 206 km/h
Aceleración 0-100 km/h 9,1"
Consumo Medio N.D.
Ciudad N.D.
Carretera N.D.
Producción Producción Noviembre 1994 - noviembre 1996
Precio Precio 2.429.000 pesetas (en 1994)
14.598 euros

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