Ejemplos de lo que los anglosajones definen como ‘Rebadge’ o ‘Badge engineering’, hemos visto en infinidad de ocasión a lo largo de la historia del automóvil. La comercialización de un mismo producto bajo marcas diferentes es frecuente en esta industria, con el ejemplo reciente más claro en los Toyota GR86 (prueba) y Subaru BRZ. Algunos son menos conocidos debido a la distancia geográfica, como es el caso del Volkswagen Polo Playa de 1996.

Tenemos que viajar hasta el mercado sudafricano de mediados de los ’90 para descubrir el Polo Playa, o lo que es lo mismo, un SEAT Ibiza 6K que Volkswagen rebautizó con sus propios logotipos. Sudáfrica es el mercado más grande del continente y la compañía alemana trabajaba para lanzar un vehículo con un precio más competitivo que el del Polo (6N) de tercera generación.

Volkswagen Polo Playa

La solución pasó por adoptar un modelo ya existente en otra marca que formara parte del Grupo Volkswagen y realizar los mínimos cambios posibles para poder comercializarlo en un mercado tan alejado de Europa como es el sudafricano. El resultado de esta decisión comercial fue el Volkswagen Polo Playa que la compañía germana lanzó en 1996.

Volkswagen Polo Playa (1996): el SEAT Ibiza sudafricano con logos de Volkswagen

Basado en la segunda generación del SEAT Ibiza (6K), Volkswagen tan solo modificó la parrilla delantera e instaló un portón trasero nuevo y unos pilotos ligeramente alterados. También lucía logotipos de Volkswagen en las nuevas llantas, el frontal y la zaga, mientras que, para diferenciarlo del Polo estándar, se adoptó el apellido ‘Playa’. Era más económico que el Polo convencional y también más espacioso en el interior.

Volkswagen Polo Playa

Y en el interior, los compradores sudafricanos podían encontrar un salpicadero nuevo, aunque el resto del habitáculo era idéntico al del modelo de SEAT. A partir de 1998, Volkswagen mejoró el interior y eliminó todos los componentes que recordara o provinieran del Ibiza, con un nuevo cuadro de instrumentos y un conjunto salpicadero-consola central heredado del Polo y el Lupo. El volante también era nuevo, más moderno que el del Ibiza de la época.

Volkswagen Polo Arlequín, el colorido urbanita

Mientras tanto, la oferta mecánica del Volkswagen Polo Playa de 1996 estuvo compuesta por tres mecánicas de gasolina. Dos de ellas estaban basadas en el conocido bloque 1.4 MPI de cuatro cilindros en línea y aspiración natural, que desarrollaban 60 CV y 75 CV de potencia. También se ofrecía una variante algo más prestacional, el 1.6 MPI de 100 CV. Como nota informativa, el Polo Playa tan solo estaba disponible con carrocería de cinco puertas.

Volkswagen Polo Playa

Finalmente, la versión sudafricana del SEAT Ibiza 6K con logotipos de Volkswagen estuvo en activo hasta el año 2002. El modelo resultó ser, además, un auténtico éxito de ventas, demostrando que la compañía alemana había logrado dar con el clavo con su estrategia comercial.

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