Desde que el 8 de junio de 1948 crease su primer automóvil, Porsche ha seguido produciendo ininterrumpidamente coches de ensueño. El de esta prueba, el Porsche 911 992 S Cabriolet, es uno de esos placeres terrenales que por su precio, por suerte o por desgracia, está al alcance de muy pocos.
Y es una lástima, porque ver su redondeada silueta, casi inalterada durante más de 50 años, reconocible al primer vistazo, es un deleite para la vista. También si la responsable es la carrocería descapotable, con capota de lona, siguiendo la regla no escrita de la adecuada configuración de los vehículos sin techo. Líneas puras y trabajadas para ofrecer la mejor respuesta aerodinámica, como los tiradores de las puertas, que quedan enrasados y que emergen de forma automática al acercarme. Da igual si su longitud ha crecido 20 mm, si su altura lo ha hecho en 3 mm, si el frontal es 45 mm más ancho o si los pasos de rueda son más amplios para alojar llantas de 20 pulgadas delante y de 21 detrás. Da igual, porque las proporciones del Porsche 911 son perfectas.
Me coloco detrás, en su zaga, flexiono las piernas para divisar la tira continua de luz, todo un acierto; la parrilla de refrigeración formada por lamas verticales negras, como S que es -el 4S las lleva cromadas-, en la que se camufla la tercera luz de freno. También en el alerón, que aparece cuando se despliega: ahora es más grande y tiene tres posiciones. Independientemente de si es trasera o 4S, La parte posterior tiene ahora el mismo ancho en todas las versiones, las salidas de escape son redondas y la matrícula se ha alojado en una posición más baja. ¡Qué trabajo de diseño se ha realizado en el 911 Cabriolet 2019!
Acomodado en el habitáculo, al disfrute del sentido de la vista se suma el del tacto. La mayoría de materiales son de primera; los ajustes, también. Porque hay ciertos elementos como los tiradores de las puertas o las molduras del salpicadero que, en el caso de nuestra unidad, están realizados en un plástico oscuro mate que desluce un poco. No me extrañaría nada que la firma haya optado por este elemento para reducir el peso del conjunto unos gramos... Que no cunda el pánico, también he probado el Porsche 911 992 Cabriolet 4S con molduras de madera y aluminio y le sienta de maravilla.
https://youtu.be/8W2X2jLQRNs
Tras el volante GT, perfecto por grosor y diámetro, se esconde el cuadro de instrumentos digital: guarda la esfera analógica del cuentarrevoluciones, como el primer 911 Cabriolet presentado en 1981, solo que a diferencia de éste, está escoltado por dos pantallas capaces de reflejar dos relojes cada una. ¡Bam! Ahí tienes los cinco relojes clásicos. El problema es que el aro del volante las tapa parcialmente. Como también clásico es su salpicadero de líneas horizontales. De otro tiempo, del de ahora, es la pantalla central del Porsche Communication Management (PCM) de 10,9 pulgadas, con menú claro, accionamiento rápido y alta definición. Por suerte, mantiene los botones físicos para todas las funciones, por lo que acertadamente se desmarca de la estúpida moda de suprimirlos, tan en boga en estos últimos años.
Los asientos son de nueva factura. La compañía en su bienvenido empeño de reducir el peso del coche ha trabajado en ellos para rebajar unos tres kilos. Además, ofrecen un excelente agarre lateral, mejorado ahora a la altura de los hombros. Asimismo, están situados cinco milímetros más bajos, con lo que ahora el centro de gravedad al volante es aún más bajo. Los traseros también son nuevos. A pesar de ser 20 milímetros más altos y de presumir de una una superficie de asiento más ancha, siguen siendo testimoniales, por espacio y porque el respaldo es totalmente recto. Además, esa altura de más y la pequeña luna trasera de vidrio calefactable consiguen que la visibilidad trasera sea mejorable. El fabricante alemán lo sabe, y por ello ofrece la cámara de visión posterior se serie.
Comienza la prueba del Porsche 911 992 S Cabriolet
Estoy listo y deseando comenzar la prueba del Porsche 911 992 S Cabriolet. Sin la llave, porque ahora no es necesario, giro la palanca que la sustituye, que como Porsche que es se sitúa a la izquierda del volante, y el motor comienza a girar. Se trata de un 6 cilindros bóxer, marca de la casa, sobrealimentado con dos turbos, de tres litros de cilindrada, 450 CV de potencia, 30 más que el 991; y 530 Nm de par máximo. Nada de atmosférico, pero ¡qué sonido! ¡Qué gozada!
Tenía dudas de si Porsche podía mejorar el anterior 'nueveonce'. Con la prueba del Porsche 911 992 Cabrio 2019 la he resuelto en los primeros metros. Era casi imposible, pero lo ha logrado. Este descapotable se mueve ágilmente a baja velocidad gracias a las ruedas traseras direccionales (opcionales con un precio de 2.566 euros), pero es que a alta... Creo que no hay coche igual. La carrocería se mantiene firme, sin balanceos para atacar la curva y salir de ella fugazmente. Lógicamente influye la suspensión PASM, que por primera vez la puede equipar la versión cabriolet, pero también su dirección. Es rápida, muy, muy precisa y tiene un tacto y un peso perfecto, y eso que es eléctrica, ¡eléctrica! Por cierto, increíble el trabajo que ha llevado a cabo la firma de Stuttgart para conseguir que vire plano y también absorba satisfactoriamente las irregularidades de la calzada. Y de irregularidades en la calzada te aseguro que en Atenas, donde se ha llevado a cabo la presentación internacional, saben mucho.
Mención aparte merece su motor. No me atrevo a decir que es lo mejor del conjunto porque tiene tanto y tanto por lo que presumir... Como te comentaba anteriormente rinde 450 CV a 6.500 rpm y ofrece 530 Nm entre las 2.300 y las 5.000. Es un portento de propulsor lleno de energía, que como si de una orquesta se tratase, tiene una excelente respuesta en bajos, medios y altos y todos los componentes funcionan al unísono, con una coordinación sensacional. Da igual dónde se encuentre la aguja del cuentavueltas, pisas el acelerador y de forma instantánea, sin retraso, como si de un bloque aspirado se tratase, tienes un chorro de potencia.
Por ahora no hay versión manual, pero tampoco la hecho en falta porque el Porsche 911 992 Cabriolet de la prueba equipa el mejor cambio de doble embrague del mercado: el PDK. Es nuevo, tiene ocho relaciones y es megarápido. Además, en el 992 no es posible subir o bajar de relación mediante el cambio, solo desde las levas. Por ese motivo, la palanca es tan pequeña y... ¿Particular? ¿La pega de la transmisión? Cuando inicias la marcha exige tener tacto con el gas. Es en sexta cuando alcanza su velocidad máxima; la séptima y la octava son para reducir el consumo y la rumorosidad. Asimismo, según nos ha informado Porsche, el cambio tiene espacio para alojar un motor para la versión híbrida. Toma nota que se avecinan curvas.
Es hora de disfrutar del cielo azul que inunda las carreteras de los alrededores de Atenas. Paro el vehículo, aunque hasta 50 km/h no es necesario, pulso el botón de la consola central y en 12 segundos la capota se pliega para dejarme el sol, y alguna que otra nube que amenaza con lluvia, como escolta. El sistema del techo de lona es la mayor novedad del 911 992 Cabriolet respecto a la generación anterior. La mayoría de elementos que forman el mecanismo están realizados con magnesio ligero y aluminio. Asimismo, el material exterior está forrado en toda la superficie con una estera termoaislante e insonorizante, por lo que el ruido que se filtra al interior es mínimo. Además, el deflector integrado que se eleva en dos segundos consigue que circulando rápido no haya turbulencias en el habitáculo y se puede mantener una conversación con facilidad. Buff, ahora sí que se oye el sonido de su flat six en todo su explendor.
Las primeras gotas de lluvia no consiguen arruinar mi prueba del Porsche 911. Los charcos que se forman en la calzada imperfecta de Atenas, tampoco. Gracias a unos sensores situados en los pasos de rueda, el coche me sugiere que seleccione el modo Wet (mojado), con lo que accedo a cumplir sus órdenes. Se trata de una nueva configuración idónea para cuando la calzada está mojada. Cada vez conducir un 'nueveonce' es más fácil, un juego de niños, pero con precio de adultos.
Después de la tempestad llega la calma
De nuevo brilla el sol y la temperatura es perfecta. Nuevo golpe de botón y el techo se esconde rápidamente. Independientemente del modo escogido, el coche suena genial. En modo Sport y Sport Plus se convierte en un sonido más bruto, más ronco. Aceleración, cambio, ¡Pam! Petardeo. Aceleración, suelto gas, ¡Pam! ¡Pam! ¡Pam! Petardeos... Y dicen que el dinero no da la felicidad. Esta felicidad cuesta 154.395 euros. Una cantidad más que justificada y que si tuviese la suerte de tener, precisamente no la gastaba en un piso en la playa. ¿Lizard Green como el Porsche 911 992 Cabriolet de la prueba? ¡Porsche, take my money!
Ficha técnica Porsche 911 992 S Cabriolet | ||
Motor | Cilindrada | 2.981 cc |
Cilindros | 6 Boxer | |
Potencia máxima | 450 CV / 6.500 rpm | |
Par máximo | 530 Nm / 2.300 - 5.000 rpm | |
Transmisión | Caja de cambios | Automática, PDK doble embrague 8 velocidades |
Tracción | Trasera | |
Suspensión | Delantera | Paralelogramo deformable / resorte helicoidal / barra estabilizadora |
Trasera | Paralelogramo deformable / resorte helicoidal / barra estabilizadora | |
Dimensiones | Longitud | 4.519 mm |
Anchura | 1.852 mm | |
Altura | 1.299 mm | |
Distancia entre ejes | 2.450 mm | |
Alimentación | Tipo de alimentación | Inyección directa, turbo |
Peso | Peso | 1.660 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 306 km/h |
Aceleración 0-100 km/h | 3,9 seg (3,7 seg Sport Plus) | |
Consumos | Urbano | 11,6 l/100 km |
Extraurbano | 7,6 l/100 km | |
Combinado | 9,1 l/100 km | |
Emisiones | Emisión CO2 | 208 g/km (Euro 6) |
Precio | Precio final | Desde 154.395 euros |
Fotos: Porsche y Manuel Hollenbach