¿En ocasiones no te ha pasado que cuando vas conduciendo en el atasco de turno observas los coches y al final todos se parecen? Colores grisáceos, formas parecidas. Las marcas se diluyen y todo parece aburrido. Entonces, de repente, miras a tu lado y una estela amarilla va tomando forma: líneas musculosas, trasera con personalidad y un color amarillo que solo pueden llevar con estilo determinados coches. De repente viene a tu cabeza un nombre icónico… “Ese coche solo puede ser un Mustang”.
Pues esta vez, un servidor ha tenido el honor de ser el conductor de esa estela amarilla, de probar el Ford Mustang Convertible GT 5.0 Ti-VCT V8. Viene en formato descapotable con cambio automático de 10 velocidades y, lo que es más importante, un carismático motor V8 de 450 CV que pondría los pelos de punta a la mismísima Carmena y su Madrid Central.
PRUEBA: Ford Mustang Bullitt 2018
Normalmente tiendo un poco hacia el “racaneo”, si me permites la expresión, y apuro el consumo para ahorrar unos euros. Pero con este coche es imposible. Bueno, no es que sea imposible, es que sinceramente no me apetece. El sonido que emiten las dos salidas de escape dobles en modo Sport es tan adictivo que pisas el acelerador por el puro placer de escucharlo. Es verdad que el cambio automático de 10 marchas con levas al volante no es lo más rápido del mundo, pero, aun así, la elasticidad y progresividad del motor es tan notable que lo puedes perdonar. Esa sensación está años luz de los actuales motores empequeñecidos y turboalimentados: metafóricamente, es como salir del atasco y perderte directamente en una carretera secundaria de la Ruta 66 camino a Las Vegas.
Es verdad que sus dimensiones son generosas, sobre todo en anchura, y que, dinámicamente, no está a la altura de los elitistas deportivos europeos, pero esa no es su proposición de valor. Su objetivo es ofrecer diversión sin descanso al conductor y para ello no duda en tirar también de opciones más tecnológicas: por ejemplo, el sistema Line Lock que bloquea los frenos delanteros para permitir derrapar con las gomas traseras. Al principio puedes pensar que es poligonero, pero he visto a verdaderos gentlemen perder las formas mientras observan el espectáculo que resulta quemar las ruedas traseras 275/40 R19. Otro de los ganchos tecnológicos de este Mustang versión 2018 es el Launch Control, un sistema pensado para obtener las mejores aceleraciones desde parado.
PRUEBA: BMW 840d Coupé xDrive
Pero, lo mejor de todo, es que no solo tiene soluciones tecnológicas para hacer el “bruto” en circuito. Si optas por llevar la suspensión MagneRide (2.200 euros) que montaba mi unidad de pruebas del Ford Mustang Convertible GT 5.0 Ti-VCT V8, podrás variar el tarado de la suspensión en función del modo de conducción: Normal, Sport, Track y Drag. Esto se traduce en que puedes darte un paseo tranquilo descapotado al sol con bastante comodidad y, al mismo tiempo, apretar un poco en trazados más divertidos sin que le balanceo sea excesivo y la firmeza moleste.
Como buen modelo americano este Ford Mustang también tiene sus cosas. Por ejemplo, el sistema de plegado de la capota: primera giras un agarrador manual que desbloquea el techo y luego, el botón para plegarlo. Hasta ahí bien, pero cuando el techo está completamente plegado, se queda un antiestético hueco en cada uno de los lados del coche que permite ver el mecanismo del citado techo. ¿Cuál ha sido la solución? Pues llevar en el maletero dos molduras de plástico que el conductor tiene que poner de forma manual. No me imagino yo a muchos propietarios haciendo esto, la verdad… El lado bueno es que, para ser un descapotable, el maletero tiene una capacidad razonable (unos 332 litros) y relativamente aprovechable.
PRUEBA: Alfa Romeo 4C Spider
Otro de los aspectos que se pueden pulir a nivel de experiencia de usuario es, por ejemplo, el botón de la consola situado en el panel central, en la parte inferior, que permite cambiar los modos de conducción: solo lo admite en un sentido o, lo que es lo mismo, si elegimos ‘Sport’, no podemos accionar la tecla hacia arriba para volver la modo ‘Normal’. De esta forma tienes que pasar por todo el rango de modos para volver a esta posición.
Lo bueno de todo esto es que verás como el cuadro de instrumentos digital de 12 pulgadas varía su diseño en función del modo de conducción elegido. Por ejemplo, cuando seleccionas el modo ‘Circuito’ y el ‘Launch Control’ para realizar un 0 a 100, en la pantalla aparecen unos semáforos parecidos a los que dan la salida en la Fórmula 1. Vamos, que solo te falta el casco de Fernando Alonso.
PRUEBA: Alpine A110 2018 Première Edition
Y hablando de elementos de seguridad, el Mustang no tenía muy conseguido el tema del rating del EuroNCAP. Pues bien, en esta generación Ford se ha puesto las pilas y asegura las cuatro estrellas gracias al asistente precolisión, la frenada automática de emergencia, las luces automáticas, la cámara de marcha atrás, el asistente de mantenimiento de carril o el control de crucero adaptativo. Bravo por la marca del óvalo en este sentido.
Después de todo lo que te he contado, ¿cuánto piensas que podría valer un deportivo V8 de 450 CV con cambio automático de 10 marchas, descapotable y con elementos tecnológicos varios? Vamos, el coche de la prueba, el Ford Mustang Convertible GT 5.0 Ti-VCT V8. Pues bien, hice una pequeña encuesta entre mis amigos y familiares, y cuando les dije que el precio de este deportivo americano es 56.300 euros; no se lo creían. No hay modelo en el mercado con similares prestaciones por este precio. Incluso si quieres ajustar más el coste, puedes adquirir la versión de entrada a la gama, el Fastback 2.3 Ecoboost con cambio manual, por 41.300 euros.
PRUEBA: Ford Mustang 2015 2.3 EcoBoost 317 CV
Ahora ya sabes que no cuesta tanto ser la nota discordante en esos atascos matutinos…
A destacar |
A mejorar |
Motor V8 |
Acabados al plegar la capota |
Estética |
Usabilidad del sistema de cambio de modo de conducción |
Precio |
Cambio automático algo lento |
Ficha técnica Ford Mustang Convertible GT 5.0 Ti-VCT V8 Aut. 10 velocidades
|
Motor |
Cilindrada |
5.038 cc |
Cilindros |
8 en V |
Potencia máxima |
450 CV / 7.000 rpm |
Par máximo |
569 Nm / 4.600 rpm |
Transmisión |
Caja de cambios |
Automática, 10 velocidades, convertidor de par |
Tracción |
Trasera |
Suspensión |
Delantera |
Tipo McPherson / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora |
Trasera |
Paralelogramo deformable / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora |
Dimensiones |
Longitud |
4.789 mm |
Anchura |
1.916 mm |
Altura |
1.396 mm |
Distancia entre ejes |
2.720 mm |
Alimentación |
Tipo de alimentación |
Inyección mixta directa/indirecta. Admisión Variable |
Peso |
Peso |
1.818 kg |
Prestaciones |
Velocidad máxima |
249 km/h |
Aceleración 0-100 km/h |
4,5 seg |
Consumos |
Urbano |
19,6 l/100 km |
Extraurbano |
8,5 l/100 km |
Combinado |
12,5 l/100 km |
Emisiones |
Emisión CO2 |
279 g/km |
Precio |
Precio final |
56.300 euros |
Fotos: Álex Aguilar