La prueba de un Porsche 911 GT2 RS (991) no es algo que se pueda escribir todos los días. Probablemente tampoco se puede asegurar que vayas a tener una oportunidad como esta una vez al año. O en la vida.

Prueba Porsche 911 GT2 RS 991

Porque el 911 GT2 RS juega en una liga aparte. Porque es complicado enmarcarlo en un segmento. Porque es el 911 de calle más potente de todos los tiempos. Porque es capaz de alzarse con el récord de Nürburgring y provocar la envidia de Lamborghini, que está preparando el Aventador SVJ para quitarle ese honor.

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Lo poderoso que es te lo deja claro sin necesidad de arrancarlo. Te acercas a él y sus 700 CV te atraviesan el cuerpo como una corriente eléctrica. El kit aerodinámico, las tomas NACA en las aletas delanteras que sirven, por primera vez en la saga, para refrigerar los frenos.

es el 911 de calle más potente de todos los tiempos

Los pasos de rueda están pensados para optimizar el flujo aerodinámico; los bajos más de lo mismo. El spoiler delantero tiene hilos de acero para que los 200 kilos de fuerza que puede llegar a recibir del aire no deformen esta pieza y cambie la aerodinámica. Y si ese peso te llama la atención, espera a leer esto: el 911 GT2 RS puede generar más de 400 kilos de downforce a 340 km/h.

Y es que el nuevo Porsche 911 GT2 RS es fruto de una pasión loca por parte de ingenieros alemanes. Sí, pasión, ingenieros y alemanes pueden resultar un cóctel curioso, pero lo cierto es que el resultado está ahí, ante mis ojos. Un superdeportivo con una silueta bien conocida, que parece que va a 300 incluso parado.

Comienza la prueba del Porsche 911 GT2 RS 991

Y así es como me lo encuentro. Parado. Y delante del Centro Porsche Estoril, donde va a comenzar mi prueba. Gente que pasea por los alrededores se para y mira. Y ahí estoy yo con la llave en la mano. Una llave como la de cualquier Porsche 911 Carrera

interior Porsche 911 GT2 RS 991

… en principio. La introduzco en el hueco a la izquierda del volante. El Porsche 911 GT2 RS cobra vida con un sonido estremecedor. Y no es una manera de hablar. Para mí, es el modelo con turbo que mejor suena del planeta Tierra.

Llanta monotuerca Porsche 911 GT2 RS 991Inicio la marcha. Pensaba que esta prueba del Porsche 911 GT2 RS iba a ser todo glamour, pero me meto de lleno en el tráfico denso de esa zona del sur de Portugal. Semáforos. Rodeado de varios pick-up Toyota con siglos de antigüedad. Luz roja. El conductor de un Honda S2000 me mira de reojo, como contenido. ¿No me quiere dar el gustazo de verle babear? Él se lo pierde; yo le digo adiós a la vergüenza ante estos coches y aquí sigo, tan contento.

Supongo que en un momento dado piensa “qué demonios” y aprovecha el momento: un vistazo a las ruedas de magnesio del paquete Weissach. Al alerón trasero. A la matrícula alemana con la ’S’ de Stuttgart. Me mira a mí. Supongo que me odia-envidia. Al final, pulgar en alto. Luz verde y sale haciendo ruido. Le oigo cambiar a lo lejos, supongo que a más de 8.000 rpm.

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No deja de ser curioso que el 3.8 biturbo que utiliza este superdeportivo sea capaz de subir de vueltas casi hasta este régimen: corta a 7.200 y manda la potencia solo al eje trasero direccional. Un ingeniero de motores me dice que se trata de una mezcla de 911 Turbo S y GT3 Cup. Le pregunto que por qué no han utilizado el 4.0 que monta el 911 GT3 RS. Me asegura que sería demasiado.

Cuadro de instrumentos Porsche 911 GT2 RS 991

Por dentro la velocidad es protagonista. El velocímetro marca 400 km/h. Las levas del PDK (una evolución del de los Turbo con piezas de 918 Spyder y con genes de carreras), el Alcantara… También está presente en forma de paquete Weissach. Una pasada que ahorra 27 kilos y cuesta 30.000 euros. Sale caro al peso, pero la inmensa mayoría de los GT2 RS que se vendan lo llevarán instalado. Acuérdate de estas palabras: dentro de unos años, se pedirá más dinero por los que no lo tengan. Es lo que tiene esta absurda burbuja que hace que ahora mismo sea más caro usado que cuando era nuevo.

El velocímetro marca 400 km/h

Sigo en el semáforo. Luz verde: en el modo más tranquilo de todos es hasta dócil. El típico dóberman bien adiestrado que es amigo de los niños.

El sonido en el interior del habitáculo es lo único que me dice que con el pie derecho controlo al 911 más brutal que he conducido. Que tengo 750 Nm disponibles. Que, si quiero, paso de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y a 200 en 8,3.

Disfruto del anochecer circulando tranquilamente por carreteras de montaña que, ahora sí, están desiertas. El sonido es atronador incluso a bajas vueltas; creo que es lo único que podría echarme atrás para hacer un viaje de miles de kilómetros. Curva, contracurva. No corro, pero disfruto de este momento de manera pornográfica. Llego a un camión: una ligera presión al pedal derecho me catapulta. Termino el adelantamiento a una velocidad considerable, pero el 911 sigue siendo dócil en estos términos. Intento no encenderme, pero es complicado.

El sonido cambia a medio régimen; de grave pasa a un ronco carraspeo. De ronco carraspeo a salvaje aullido en la zona alta. Me dejo llevar. Siempre por encima de las 5.000 vueltas, siempre con la docilidad de un Golf GTI.

Prueba Porsche 911 GT2 RS 991

Y siempre teniendo claro que no puedes exprimir ni un 20 por ciento de las capacidades de este modelo. Porque es un 911 que pide coherencia. Si vas a 100 y das gas a fondo, antes de que hayas pestañeado un par de veces habrás superado los 250 km/h. Y eso por no hablar de desconectar los asistentes: es más que probable que una grúa termine por llevarte a casa.

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Prueba en circuito del Porsche 911 GT2 RS 991

Uno de los puntos fuertes de la prueba del Porsche 911 GT2 RS 2018 es que la voy a poder hacer en el circuito de Portimao. En el pit-lane mis piernas tiemblan. Es un circuito lleno de toboganes, con curvas ciegas, frenadas en bajada… Este trazado siempre me quita un par de minutos de sueño.

Prueba Circuito de Portimao Porsche 911 GT2 RS 991

Pero ahí estoy, pidiendo clemencia al instructor que me va a llevar a mí solo para marcarme la trazada y los puntos de frenado. Y no es un don nadie. Se trata de Matthias Hoffsümmer, instructor jefe de los Porsche 918 Spyder y el que tiene el récord con este coche en el trazado de Philip Island.

“Relax and enjoy”. Si me lo dice un tipo cuyo nombre aparece a lado de la palabra récord, pues amén.

La prueba del 911 GT2 RS va de menos a más. La vuelta de calentamiento es más rápida de lo que imagino. Por el walkie me dice que no desactive el control de estabilidad. Decido hacerle caso y no toco nada. El PSM está 100% operativo, pero pongo las suspensiones en modo Track. El primer piano que toco me deja claro que son duras. Mucho.

Acaba la primera vuelta y la cosa se pone seria: enfilo la recta de meta a unos 160. Piso a fondo y llego al final rozando los 280. Me dejo un buen margen de seguridad, pero estoy seguro de que podía haber llegado a más de 290. Desconozco la posición del spoiler delantero y el trasero, que son regulables. En modo de carretera pueden empujar el coche hacia abajo con algo más de 100 kilos en el frontal y 200 en el eje posterior. Si los configuras en modo pista, estos valores en conjunto son de 450 kilos. Cuando vas a 340 km/h. No lo verán mis ojos.

Prueba Porsche 911 GT2 RS 991

Lo que más me sorprende en la prueba del Porsche 911 GT2 RS 991 es la docilidad (relativa) de semejante artefacto incluso en este entorno… si no olvidas que llevas un motor sobre el eje posterior y que el reparto de pesos es el que es.

si pisas a fondo sales catapultado con violencia

Voy en plena vuelta rápida. Más me vale concentrarme: si pisas a fondo sales catapultado con violencia, y más vale que si desactivas los controles sepas lo que haces: tienes que acelerar con suavidad a la vez que quitas dirección si no quieres acabar haciendo una cruzada de las que marcan época… Pero para mal. Porque a no ser que seas Mark Webber, este tipo de cosas no suelen acabar demasiado bien…

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Si prefieres ir con el PSM en modo Sport, puedes tener subidones de adrenalina con la seguridad de que un ángel de la guarda te va a estar cubriendo las espaldas, mientras juegas a salir ligeramente de lado de las curvas más cerradas del circuito. El control de estabilidad se vuelve más permisivo, pero no desaparece. Acelera antes de tiempo y notarás como la trasera intenta adelantarte. Pero es tan comunicativo que te avisa y te deja que controles ese sobreviraje a base de volante.

Prueba 911 GT2 RS 991

Los frenos están en su salsa por muy alto que sea el ritmo. Curva tras curva, apurada tras apurada, castigo a los frenos cerámicos. Seguro que ya has leído alguna vez que son excelentes. Bueno, probablemente ese adjetivo se quede corto. Son extremadamente dosificables y jamás te van a pedir que bajes el ritmo.

Hunde el pedal de freno y el eje delantero morderá el asfalto; la aerodinámica también pone de su parte y la monumental puesta a punto de su chasis redondea el resultado, que no es otro que una detención estable y neutra.

Prueba Porsche 911 GT2 RS 991

Me siento el mismísimo Walter Röhrl al volante, pero es hora de terminar la prueba de este Porsche 911 GT2 RS: “Vamos a ir más despacio para refrigerar frenos”, oigo por el walkie. Llego al pit-lane. Matthias se acerca a mí sonriendo.

– Bien, ¿no?, me pregunta.

– No me quiero bajar.

Ficha técnica Porsche 911 GT2 RS (991)
Motor Cilindrada 3.800 cc
Cilindros 6 Boxer
Potencia Máxima 700 CV / 7.000 rpm
Par Máximo 750 Nm / entre 2.500 – 4.500 rpm
Transmisión Caja de Cambios Automática, doble embrague 7 velocidades
Tracción Trasera
Suspensión Delantera Tipo McPherson / Resorte helicoidal / Barra Estabilizadora
Trasera Paralelogramo deformable / resorte helicoidal / Barra estabilizadora
Dimensiones Longitud 4.549 mm
Anchura 1.880 mm
Altura 1.297 mm
Distancia entre Ejes 2.453 mm
Alimentación Tipo de Alimentación Inyección directa / Turbo geometría variable
Peso Peso 1.545 kg
Prestaciones Velocidad Máxima 340 km/h
Aceleración 0-100 km/h 2,8 seg
Consumos Urbano 18,1 l/100 km
Extraurbano 8,2 l/100 km
Combinado 11,8 l/100 km
Emisiones Emisión CO2 269 g/km (Euro 6)
Precio Precio final 326.934 euros

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