Subir en un Lotus es subir en un mundo nuevo, en un mundo donde poco importa la tecnología o la minuciosa calidad de acabados. Donde tampoco importa que el cuero sea ventilado o que las luces se enciendan solas. Entramos en un mundo diseñado, única y simplemente para disfrutar al volante, para experimentar un torrente de sensaciones especiales. Empieza la prueba del Lotus Evora 400. Ponte cómodo y átate el arnés que arrancamos.

prueba del Lotus Evora 400

Imagino que a ti también te pasa: cuando piensas en Lotus, irremediablemente te viene a la cabeza el Elise. Un deportivo ligero y extremo, con una relación peso/potencia alucinante, y desarrollado para emular a cualquier piloto que tengas en mente. La gama Lotus ha intentado crecer en diversas ocasiones: hace pocos años se hablaba de una auténtica revolución y la llegada de coches nuevos en diferentes segmentos, ¡incluso se habló de un SUV de Lotus!

Lotus Evora 400No obstante, hoy en día la principal ‘desviación’ es este Lotus Evora, un modelo algo más burgués para quien no quiera pasar ‘un mal rato’ cada vez que quiere subir o bajar del coche. Sí, amigos, un Lotus Elise es un coche extremo, un coche con el que no es fácil convivir, aunque es magnífico si lo que buscas son sensaciones. Un coche para gente que tiene muy claro lo que quiere, pero quizás sea demasiado extremo. Para los que buscan algo más de sensatez, el coche de la prueba, el Lotus Evora 400, es la opción perfecta: más radical y deportivo que el Evora normal, con pinceladas muy racing, pero con las comodidades de un coche más utilizable e, incluso, con ciertos toques de lujo.

Antes de entrar en materia, dejadme que te diga algo importante: si eres de los que da importancia a todas las variables ajenas a la conducción pura y dura, este no es tu coche. Si eres un fan de la última tecnología, de la conectividad, de las pantallas más modernas, de los acabados más cuidados, esto no es para ti. Si das valor a que un coche te haga sentir a gusto por la calidad general que se respira, como por ejemplo sí ocurre en un Porsche 911 o en un Audi, olvídate de este Lotus. Aquí todas esas variables importan poco. Aquí lo importante es disfrutar al volante.

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Estéticamente, el Lotus Evora 400 ya te deja claro que estás ante algo especial. Su diseño afilado, su espectacular color naranja, las llantas negras, el interior tapizado en Alcantara, todo sabe más a superdeportivo que a gran turismo que ronda los 100.000 euros. Parece más caro de lo que es, y eso se traduce en una expectación importante: prepárate para recibir miradas indiscretas y más de una foto apresurada con el móvil.

interior del Lotus Evora 400

Estéticamente me gusta; es un coche imponente y llamativo. Abro la puerta y me encuentro con dos asientos tipo bacquet, tapizados en un mix entre Alcantara y cuero, y un salpicadero bastante sencillo. Vale, comparado con el de un Lotus Exige puede parecer hasta lujoso, pero no está mucho más trabajado que el que puede lucir un Dacia Sandero. Los plásticos no están mal, pero la verdad es que se nota que el refinamiento no está entre las prioridades de los ingenieros de Lotus.

cuadro de instrumentos del Lotus Evora 400Eso sí, hay que decir que el puesto de conducción es perfecto. Bajo, con el volante bastante echado encima y con una visibilidad bastante buena. Los pedales son maravillosos y el tacto del cambio, fantástico. ¡Bien, esto me gusta!

Giro la llave y toca mantener hundido el botón de arranque hasta que el V6 de 3,5 litros cobra vida con un sonido contundente. Estos detalles son los que te hacen feliz antes incluso de empezar a mover las ruedas.

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Un motor enorme tras mi espalda, cambio manual, tracción trasera y un peso de poco más de 1.400 kilos hacen que sea un deportivo con especificaciones de coches de otra época. En Lotus quieren emocionar al volante y por eso se podría considerar un coche ‘de la vieja escuela’: las ayudas a la conducción se pueden dejar de lado y el escape es activo: presiona un botón y los 400 CV del motor gritarán como poseídos por el mismísimo demonio.

Prueba Lotus Evora 400: ¡como un kart grande!

Los primeros kilómetros se producen con cautela. El cambio manual tiene un tacto perfecto, pero requiere algo de práctica. El coche se mueve con cierta tranquilidad y no siento el tremendo dramatismo que tienen otros coches de la marca, como el citado Lotus Exige. No diré que es un coche confortable porque estaría mintiendo, pero sí permite cierto uso urbano o viaje largo sin morir en el intento. Los asientos son cómodos pese a contar con un gran agarre lateral: en líneas generales, me parecen mejores que los del Exige.

prueba Lotus Evora 400

Empiezo a coger confianza y es un coche en el que es fácil sentirse cómodo, sin duda el Lotus más fácil de conducir. La dirección es precisa y directa: ¡ya la quisiera para sí el Exige! El volante es pequeño y la verdad es que es una gozada jugar con él: la dirección es muy directa y resulta placentera tanto en curvas rápidas como en zona de curvas lentas. Se siente dura pero a su vez rápida de reacciones, una dirección que se podría considerar como una rara avis en los tiempos que corren, pero que, personalmente, me parece ejemplar.

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La caja de cambios manual es más de lo mismo: cuando le pillas el tranquillo, la velocidad de los cambios es alucinante. El tacto del pedal del embrague es genial, con una dureza justa y con un punto de embrague tal y como esperas. Esto, sumado a una palanca de recorridos no demasiado cortos, pero sí muy precisa, hace que cuando subes el ritmo la caja responda tal como esperas. Se nota que aquí sí que han invertido tiempo y dinero en crear un conjunto realmente bueno.

motor del Lotus Evora 400

¡Más! El motor, ¡qué decir de este motor! Hablamos de un V6 sobrealimentado con un compresor que genera 405 CV y 410 Nm de par entre las 3.500 y las 6.500, ofreciendo el máximo de potencia a las 7.000 vueltas. ¿Cómo se digieren todas estas cifras? Pues en un motor que sabe a añejo, como casi todo en este coche: algo perezoso en bajas, con sabor a atmosférico, pero glorioso conforme van subiendo las revoluciones. El sonido abrumador a partir de las 5.000 vueltas pone la guinda a un conjunto motor/dirección/transmisión impecable.

Pero lo que finalmente termina de convencer es la puesta a punto del chasis y de la suspensión. En Lotus afirman que en el Evora 400 un 66% de las piezas son nuevas o se han modificado en profundidad. Eso se nota en la pisada de la suspensión y el fantástico equilibrio del chasis. La suspensión recibe nuevos muelles y el uso de materiales más ligeros ahorran 22 kg extra.

caja de cambios del Lotus Evora 400

Llegan las curvas y ahora es cuando en la prueba del Lotus Evora 400 decido colocar el modo Race, el más deportivo de los que ofrece este biplaza. ¡Ahora sí que empieza la diversión! Con este modo la respuesta del motor es más contundente, la suspensión se siente ligeramente más firme y las ayudas a la conducción tienen una entrada algo más progresiva. En mi particular zona de curvas, completamente vacía, el Lotus saca a relucir su verdadero propósito: el de hacerte pasar un buen rato. Todo se combina a la perfección generando una conexión hombre/máquina que crece conforme vas ganando confianza: los enormes discos de freno 370 mm, con pinzas AP Racing, también ayudan a incrementar esa confianza.

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El coche gira plano en las curvas, la dirección guía con precisión el eje delantero y el motor, siempre por encima de las 2.500 o 3.000 vueltas, empuja con ganas y te permite jugar con el eje trasero para terminar de redondear las curvas más cerradas. Vas subiendo el ritmo al mismo tiempo que tu sonrisa cada vez se hace más y más grande. ¿Alguien decía que el Lotus Evora no es un auténtico Lotus? ¡Já! Ahora ya no tengo ninguna duda.

prueba Lotus Evora

Vale que no es tan radical como un Lotus Exige, que más que un deportivo parece un coche de carreras matriculado, pero si lo comparas con alguno de sus rivales directos, las sensaciones que te transmite son de otro nivel. Lotus no es una marca para cualquiera: tiene grandes defectos cuando hablamos de gadgets tecnológicos o en términos de acabados. Es un coche con cierto grado de exigencia y eso probablemente no gustará a todos aquellos que quieran un deportivo perfectamente utilizable incluso por su abuela.

No obstante, si estás pensando en comprar un coche Made in Hethel hay algo que debes saber: Lotus no es para todo el mundo. Y quizás eso sea lo mejor que tiene. En un mundo en el que el que se quiere agradar a cualquiera, es preciso que sigan existiendo coches como este, que simplemente quieren ser los mejores en un apartado, no en todos. Lotus sabe hacer artefactos que te emocionan al volante y que te permiten pasar un buen rato. Una mezcla de sensaciones que justifican los 100.000 euros que cuesta este deportivo. ¡Un deportivo de la vieja escuela para jugar como si fueses un niño pequeño!

prueba Lotus Evora 400

A destacar A mejorar
Motor y transmisión Acabados
Dirección Equipamiento
Sensaciones Tecnológicamente anticuado
Ficha técnica Lotus Evora 400 2+2
Motor Cilindrada 3.456 cc
Cilindros 6 en V
Potencia Máxima 405 CV / 7.000 rpm
Par Máximo 410 Nm / 3.500 – 6.500 rpm
Transmisión Caja de Cambios Manual, 6 velocidades
Tracción Trasera
Suspensión Delantera Paralelogramo deformable / Resorte helicoidal / Barra Estabilizadora
Trasera Paralelogramo deformable / resorte helicoidal / Barra estabilizadora
Dimensiones Longitud 4.385 mm
Anchura 4.385 mm
Altura 1.229 mm
Distancia entre Ejes 2.575 mm
Alimentación Tipo de Alimentación Inyección indirecta con admisión variable, compresor
Peso Peso 1.395 kg
Prestaciones Velocidad Máxima 300 km/h
Aceleración 0-100 km/h 4,2 seg
Consumos Urbano 13,6 l/100 km
Extraurbano 7,3 l/100 km
Combinado 9,7 l/100 km
Emisiones Emisión CO2 225 g/km (Euro 6)
Precio Precio final Desde 109.512 euros

Fotos: Raul Salinas Automotive Photography y Sergio Noguerol

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