Realizar la prueba del Citroën C5 X significa conducir uno de los coches más llamativos que han salido al mercado a lo largo de los últimos años. La firma gala acaba de lanzar esta berlina del segmento D… pero con aspecto de crossover. Un vehículo que quiere ofrecer toda la comodidad y el dinamismo de una berlina, pero con esa imagen aventurera que ya no es una moda, sino que hace lustros que está entre nosotros.
A medida que han ido avanzando los años, las berlinas de las diferentes marcas han ido desapareciendo debido a la baja demanda. Sin ir más lejos, mira el C5, casi homónimo de este nuevo francés. Sin embargo, el Citroën C5 X de esta prueba intenta recuperar ese dinamismo, pero con toques diferenciales. Está a medio camino entre varios mundos. Y si al C4, su hermano pequeño, le ha funcionado, será que la idea es buena.
Cuestión de estética
Parece claro que en el lugar en donde más personalidad emana el nuevo Citroën C5 X es en su aspecto. Esa es su gran baza a favor: conquistar al gran público a través de un diseño espectacular. Al fin y al cabo, la decisión de compra de la mayoría de clientes potenciales se hace debido a que, simplemente, les gusta mucho. Por lo tanto, ahí ya tiene mucho ganado.
Desde el primer momento en el que se mira, uno se da cuenta de que estamos ante un hermano mayor para el C4. Hay un montón de guiños al mismo. Por ejemplo, una parrilla frontal bastante fina y con el logo en grande en el frontal, cuyas líneas cromadas se extienden hasta los extremos y la cual está flanqueada por unos grupos ópticos divididos.
Otra similitud: el pilar C y la caída del techo. El Citroën C5 X no puede ser considerado un shooting brake como tal, pero no hay duda de que su caída del techo es suave. Muy sexy. Otra cosa es que a algunos les guste más y a otros menos en combinación con las protecciones plásticas de los bajos y una altura libre al suelo que, ojo, supera los 19 cm por poco. No hay mucho que envidiar a muchos SUV.
PRUEBA: Citroën Ami
La tercera ventanilla, como decía, también se parece a la del C4. Así como la elevación de la línea de cintura al llegar a su trasera. Y los nervios de su capó. Podría seguir, pero creo que me he explicado bien. De lo que se olvida es de los famosos ‘airbumps’ de Citroën, pero me parece un acierto a pesar de que los considere muy útiles.
El planteamiento que se le quiere dar a este modelo es el de mayor formalidad, por lo que entiendo que no casan con la filosofía del vehículo. En cierto modo pretende ser la nueva berlina de representación de la firma gala, por lo que digamos que la concepción ha de ser más señorial a pesar del citado aspecto aventurero.

Mientras tanto, estamos ante un coche largo. Las medidas del Citroën C5 X nos llevan hacia un coche con 4.805 mm de longitud. Pero eso sí, no es tan alto como un SUV, pues levanta del suelo 1.485 mm. Por su parte, la anchura es ligeramente superior a la de un compacto, con 1.815 mm, si bien la distancia entre ejes sí que llama la atención por su buen aprovechamiento: 2.785 mm.
Bien rematado y, sobre todo, cómodo
En el interior llama la atención la comodidad de unos asientos que están tapizados en cuero microperforado. Además, son regulables de manera eléctrica, tanto el del piloto como el del copiloto. No sujetan nada mal el cuerpo lateralmente, pero sin duda ese no es su principal cometido. Están hechos justo para lo mismo que el coche de esta prueba, Citroën C5 X: para ser muy confortables y recorrer largas distancias sin esfuerzo.

El volante tiene un diseño ligeramente achatado por las partes superior e inferior, y cuenta con levas tras el mismo para manejar el cambio automático de manera secuencial. Además, hay botones físicos y tras él descubrimos una instrumentación completamente digital, reflejada en una pantalla de 7 pulgadas. No es demasiado grande, pero resulta suficiente.
PRUEBA: Citroën C3 2021
El sistema de infoentretenimiento ha sido renovado y ahora tiene gráficos de mayor calidad, así como un uso intuitivo y, sobre todo, rápido. La pantalla tiene conectividad Android Auto y Apple CarPlay de forma inalámbrica, y el tamaño es de 10 o de 12 pulgadas, dependiendo del acabado escogido. Lo que no me gusta es que está rodeada de negro piano, un material que se ensucia con mucha facilidad.
La calidad de fabricación está a un nivel bastante algo. Sin llegar a ser premium, cuenta con materiales agradables al tacto y los plásticos duros solo se dejan ver por la zona de la guantera principal. Que por cierto, dispone de 29 litros repartidos en 13 huecos porta objetos. Y en cuanto a la visibilidad, es muy buena en todos los ángulos, lo cual tiene mérito teniendo en cuenta que el techo tiene una caída tan suave.

Plazas traseras y maletero del Citroën C5 X
Analizando las plazas traseras en esta prueba del Citroën C5 X me doy cuenta del buen trabajo de aprovechamiento del espacio que se ha hecho con ellas. Mi altura es de 1,80 metros, y con el asiento delantero regulado para mi posición al volante, me encuentro con mucho espacio para las piernas. ¿Lo mejor? La cabeza tampoco sufre por amplitud, y esto tiene mucho mérito con un techo cuya caída es tan poco pronunciada.
Podría decirse que dos adultos de hasta 1,90 metros pueden viajar con total comodidad en ellos. Eso sí, como se suele decir, tres son multitud. Las plazas laterales resultan muy confortables, tanto como para pasarse varias horas en ellas en un viaje. Ahora bien, el nivel de mullido de la central es bastante más pobre, y la anchura tampoco es que sea especialmente buena. Hay, además, salidas de climatización independiente para los asientos posteriores, así como puertos USB de carga. Muy útiles ambas cosas.
PRUEBA: Citroën C5 Aircross Hybrid
En lo relativo al maletero del Citroën C5 X, cuenta con una capacidad de al menos 545 litros. Este es un muy buen dato, ya que ahí te cabe de todo. Una familia de cuatro miembros se puede apañar perfectamente para ir de vacaciones, o a la compra, o para sus desplazamientos rutinarios. Para lo que quieran. Y si se necesita más, siempre se pueden abatir los respaldos traseros para obtener hasta 1.640 litros.
Prueba del Citroën C5 X: ¡menuda alfombra!
La unidad de esta prueba del Citroën C5 X es la que monta el motor de gasolina PureTech de 1,6 litros de cilindrada y cuatro cilindros, con 180 CV de potencia y un par motor máximo de 250 Nm. En general, de nuevo, lo más destacable es el confort de marcha. La suspensión es especialmente cómoda y se traga cualquier irregularidad que haya en el asfalto. Ahora bien, para acceder a la que incorpora regulación con dureza variable hay que irse al modelo híbrido enchufable.

El aislamiento es de notable alto en todo lo evaluable. Circulando a altas velocidades no se notan ruidos ni de rodadura, ni de motor, ni de viento. En la marca francesa lo llaman ‘la serenidad del Citroën C5 X’. En cierta manera, con esta berlina recuperan la esencia de la compañía, pues a lo largo de su historia ha contado en su gama con modelos brillantes en este aspecto.
PRUEBA: Citroën C4 Cactus PureTech 110
El peso de esta unidad está muy cuidado, pues supera por poco la tonelada y media. Y eso repercute en un consumo medio homologado de 6,5 l/100km según el ciclo WLTP. En la práctica se ronda esa cifra, pudiendo subir hasta los 7 o 7,5 en los tramos más exigentes, pero bajando a los 5,5 o 6 en los más benévolos. Y además, sus prestaciones no son malas.
El nuevo Citroën C5 X instala una caja de cambios automática EAT8 de ocho relaciones, que es de tipo convertidor de par y que funciona de una manera muy suave. Ligado a esta transmisión, y con esta motorización, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8,8 segundos, suficiente para afrontar cualquier situación que te encuentres en tu día a día. Además, la velocidad máxima es de 230 km/h. De sobra.

Para terminar con el análisis dinámico de esta prueba del Citroën C5 X PureTech, decir que la dirección resulta muy cómoda de manejar. Cuenta con un alto grado de desmultiplicación, lo que hace que se sienta ligera, aunque en vías rápidas su dureza aumenta para mejorar su tacto. En cuanto a los cambios de apoyo, sí que es cierto que balancea ligeramente, aunque no tanto como un SUV.
Motores, acabados y precio del Citroën C5 X
El nuevo Citroën C5 X tiene un precio de partida de 32.475 euros. Esta tarifa no incluye ningún tipo de descuento, por lo que aprovechando alguna promoción la cifra se puede rebajar en varios cientos de euros. Teniendo en cuenta cómo está el mercado, parece un precio bastante justo teniendo en cuenta el espacio, la tecnología, la seguridad, la eficiencia y la estética que ofrece.
La gama se compone de un bloque PureTech de 1,2 litros con 130 CV, de otro PureTech con 1,6 litros y 180 CV y de un sistema de propulsión híbrido enchufable con 225 CV con una autonomía 100% eléctrica homologada de 55 km. Los dos primeros tienen la etiqueta C de la DGT, y el más potente, la 0. El cambio en cualquiera de las versiones es automático de convertidor de par y ocho relaciones, y la tracción, delantera. Los niveles de equipamiento se dividen en Feel Pack, Shine y Shine Pack.
PRUEBA: Citroën GS
En cualquier caso, todos ellos vienen muy bien equipados de serie, con elementos como llantas de 19 pulgadas, numerosos sistemas de seguridad activa y pasiva, instrumentación digital de 7 pulgadas o pantalla táctil multimedia de 10 pulgadas con conectividad Android Auto y Apple CarPlay, entre otros.

Conclusión de la prueba del Citroën C5 X
Si te soy sincero, salgo muy satisfecho de esta prueba del Citroën C5 X. Me ha parecido un coche que tiene lo que hay que tener para triunfar, y creo que la estética jugará un papel muy importante en sus ventas. Es atrevido, pero sin sobrepasar ciertos límites de estridencia. Además, es válido como coche principal de una familia por espacio y resulta especialmente cómo en marcha. Sello Citroën.
Ficha técnica Citroën C5 X PureTech 180 |
Motor |
Cilindrada |
1.598 cc |
Cilindros |
4 en línea |
Potencia Máxima |
181 CV / 5.500 rpm |
Par Máximo |
250 Nm / 1.650 rpm |
Transmisión |
Caja de Cambios |
Automática, 8 velocidades |
Tracción |
Delantera |
Suspensión |
Delantera |
Tipo McPherson / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora |
Trasera |
Rueda tirada con elemento torsional / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora |
Dimensiones |
Longitud |
4.805 mm |
Anchura |
1.815 mm |
Altura |
1.485 mm |
Distancia entre Ejes |
2.785 mm |
Alimentación |
Tipo de Alimentación |
Inyección directa. Turbo |
Peso |
Peso |
1.542 kg |
Prestaciones |
Velocidad Máxima |
230 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h |
8,8 seg |
Consumos |
Extraurbano |
5,6 l/100 km |
Urbano |
8,5 l/100 km |
Combinado |
6,5 l/100 km |
Emisiones |
Emisión CO2 |
147 g/km Euro 6 |
Precio |
Precio Oficial |
Desde 42.675 euros |