El SUV de la prueba, el BMW X7, es uno de los vehículos más confortables del mercado. Todo gracias a unas suspensiones que filtran las irregularidades de la calzada con una suavidad sorprendente y a un habitáculo excepcionalmente bien aislado. Características que se unen a un interior que derrocha calidad, diseño y tecnología como es de esperar. Y es que estamos ante el máximo exponente de la extensa gama de todocaminos de BMW.

Es más, el confort de marcha que ha demostrado el BMW X7 durante la prueba nada tiene que envidiar al que ofrece un BMW Serie 7. Trata con tanto mimo a los pasajeros que incluso recuerda a un Rolls-Royce. Y eso es mucho decir y más teniendo en cuenta que esta unidad equipa el paquete deportivo M con unas llantas de 22 pulgadas de diámetro y neumáticos de perfil bajo. Está claro que los diseñadores e ingenieros de BMW han dado prioridad a la comodidad frente a la agilidad.
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Porque a nivel dinámico, el BMW X7 no llega a resultar tan vivo como un BMW X5 2019 (prueba) o un BMW X6 2020 (prueba), sus dos ‘hermanos’ pequeños. Pero a cambio, trata a los hasta siete pasajeros que puede transportar con exquisita delicadeza. Da igual en cuál de las tres filas de asientos te sientes, todas las plazas gozan de acabados de primer nivel, de gran cantidad de espacio y de elementos de lujo que no hacen más que incrementar esa sensación de bienestar a bordo.
Prueba del BMW X7, un autobús de lujo para devorar kilómetros

El SUV de la prueba, el BMW X7, es un vehículo ideal para recorrer largos trayectos sin que la fatiga haga acto de presencia. Eso se consigue gracias a la combinación entre muelles neumáticos en ambos ejes, con control electrónico de la amortiguación (ambos de serie); y un interior aislado que puede estar equipado con unos asientos de confort con regulaciones eléctricas casi infinitas. Incluso los ocupantes de la segunda fila pueden disfrutar de una banqueta con ajuste eléctrico o de sendas butacas individuales, en cuyo caso se reduce a seis el número de plazas.
Con una longitud de 5,15 metros, 2 de ancho y 1,8 de alto, el SUV más grande de BMW es un auténtico gigante. Mucho se ha hablado sobre su imagen, especialmente en lo referente a la parrilla delantera. Independientemente de lo que opine al respecto, es innegable que resulta imponente y muy llamativo. Tanto es así que es el automóvil de todos los que he probado, que ya son varios centenares, que más halagos ha recibido por parte de otros usuarios de la vía.

Varias personas que conducían todocaminos de otras marcas se han aproximado para verlo de cerca mientras repostaba o mientras cargaba el maletero en un centro comercial. Todos se mostraban sorprendidos tanto por su imagen (que consideraban atractiva) como por su tamaño. Un conductor incluso llegó a sacar la mano por la ventanilla de su coche con el pulgar hacia arriba mientras circulábamos en plena autopista. Y esto es algo que no me había sucedido jamás, incluso con auténticos superdeportivos.
Cada vez que esto pasaba, pensaba que si el BMW X7 les llamaba la atención al verlo por fuera, alucinarían todavía más si hubieran podido subir a bordo. Porque el habitáculo de este SUV es todo un espectáculo. Todo gracias a un diseño moderno y tecnológico, a una calidad de materiales y acabados de máximo nivel, a un equipamiento abrumador y a una habitabilidad notable. Y ya no te digo qué pensarían si además de montarse, pudieran dar una vuelta con él.

Porque al volante del BMW X7 de la prueba, los baches desaparecen, literalmente. La calidad de rodadura, la capacidad de absorción del conjunto de suspensiones neumáticas con amortiguadores controlados electrónicamente, es verdaderamente extraordinaria. La sensación es como si fueses encima de una alfombra voladora que no toca el suelo, incluso a pesar de las ya mencionadas llantas de 22 pulgadas con neumáticos de perfil bajo.
Dicho esto y teniendo en cuenta su peso -2.395 kg-, podrías pensar que al llegar a una curva, se escorará como un velero navegado a todo trapo. Pero tampoco: las barras estabilizadoras activas (opcionales, 4.919 euros) reducen los balanceos al mínimo. Esa sensación de agilidad y estabilidad se puede incrementar todavía más si además de las estabilizadoras activas, seleccionamos la opción del eje trasero direccional (1.597 euros). Estos son solo dos de los elementos del larguísimo listado de equipamiento opcional.
Y es que el BMW X7 puede contar elementos que ayudan a aumentar todavía más el confort, la sensación de lujo o a facilitar la vida a bordo. Por ejemplo, puede montar un climatizador con cinco zonas; asientos delanteros con ventilación, calefacción y masaje; asientos centrales con calefacción y cortinillas eléctricas; cierre servoasistido de las puertas; posavasos delanteros con capacidad para enfriar o calentar las bebidas; un sistema de entretenimiento con dos pantallas de 10,2” en los respaldos de los asientos delanteros; un techo solar panorámico doble con un patrón luminoso con más de 15.000 puntos de luz; un equipo de sonido Bowers & Wilkins con nada menos que 20 altavoces y una potencia total de 1.500 vatios…
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La lista de equipamiento opcional, como habrás podido comprobar, es realmente extensa. Pero el equipamiento de serie del BMW X7 es igualmente notable. Incluye elementos como la llave BMW Display Key con pantalla táctil; el Head-Up Display de tercera generación a color; el sistema multimedia con control gestual; la iluminación de ambiente regulable en seis colores; tomas USB tipo C en todas las filas, además de un cargador inalámbrico delante; un portón del maletero con dos hojas, accionamiento eléctrico y función manos libres; faros y pilotos con ledes para todas las funciones; el paquete Driving Assistant; el sistema Active Guard Plus; o el Parking Assistant con asistente de marcha atrás…

Así va el BMW X7 xDrive40i
La unidad de la prueba, un BMW X7 xDrive40i, monta el archiconocido motor de gasolina 3.0 de seis cilindros en línea sobrealimentado que tantas veces hemos probado. Genera 340 CV de potencia y está asociado a una caja automática de ocho velocidades y al sistema de tracción xDrive. Este bloque mueve con mucha soltura el conjunto, especialmente porque produce una gran cantidad de par desde muy bajas vueltas (450 Nm entre 1.500 y 5.200 rpm).

Hay posibilidad de escoger otros motores (diésel y de gasolina), pero este encaja muy bien con la filosofía del coche. Es muy agradable de utilizar porque es muy suave y silencioso, con una entrega de potencia lineal, proporcionando una capacidad aceleración notable a pesar de sus dimensiones y peso. Y la prueba de ello está en que completa el paso de 0 a 100 km/h en tan solo 6,1 segundos y en la velocidad máxima, que es de 245 km/h. Además, no es especialmente ‘gastón’: la media ha sido de 11 l/100km.
La suspensión neumática puede regularse en varias alturas: desde bajar la carrocería 40 mm para facilitar el acceso o la carga del maletero hasta subirla otros 40 mm para aumentar la capacidad todoterreno. Esto se puede hacer de varias formas, incluso con el motor apagado: desde la consola central, desde la llave con pantalla táctil o desde el maletero. Además, en función de la velocidad o del programa de conducción seleccionado (Sport, Comfort, Eco Pro y Adaptative), la altura aumenta o se reduce automáticamente. Por ejemplo, baja 20 mm cuando ponemos el modo Sport o superamos los 138 km/h.
Sí, en el párrafo anterior he dicho todoterreno. Porque si quieres puedes equipar en el X7 un Paquete xOffroad. Este está pensado para aquellos conductores que deseen aventurarse fuera del asfalto, que imaginamos que serán pocos habida cuenta de sus dimensiones y precio. Incluye varios modos de conducción en función de la superficie (xSand, xGravel, xRocks y xSnow), protecciones adicionales para los bajos, gráficos y programas específicos en el sistema multimedia y lo que es más importante, un diferencial trasero autoblocante controlado electrónicamente.

Al circular por vías rápidas no tienes la sensación de estar manejando un SUV tan grande salvo por la posición de conducción alta. Es cuando te aventuras por carreteras secundarias o calles estrechas cuando verdaderamente te das cuenta de su gigantesco tamaño. Por fortuna, BMW ofrece múltiples dispositivos para facilitar la labor del conductor en este tipo de situaciones, como el Parking Assistant (de serie) con múltiples cámaras, sensores o la capacidad de aparcar por sí mismo.
En definitiva, el BMW X7 me ha dejado sorprendido por la increíble capacidad que tiene para aislar a sus ocupantes de todo lo que sucede en el exterior. Es cómodo, silencioso, espacioso, tecnológico y sobre todo, lujoso. El X7 es al mismo tiempo un SUV verdaderamente familiar y un vehículo de representación a la altura de las mejores berlinas del mundo. La única pega que le puede poner es que por precio solo está al alcance de unos pocos afortunados.

A destacar |
A mejorar |
Confort de marcha |
Precio |
Habitáculo lujoso y espacioso |
Listado de opciones muy extenso |
Tecnología |
|
Ficha técnica BMW X7 xDrive40i |
Motor |
Cilindrada |
2.998 cc |
Cilindros |
6 en línea |
Potencia máxima conjunta |
340 CV entre 5.500 y 6.500 rpm |
Par máximo |
450 Nm entre 1.500 y 5.200 rpm |
Alimentación |
Tipo |
Inyección directa, turbo e intercooler |
Transmisión |
Caja de Cambios |
Automático, 8 velocidades |
Tracción |
Total |
Suspensión |
Delantera |
Paralelogramo deformable
Resorte neumático
Barra estabilizadora |
Trasera |
Paralelogramo deformable
Resorte neumático
Barra estabilizadora |
Frenos |
Delanteros |
Discos de freno ventilados
con pinzas fijas |
Traseros |
Discos de freno ventilados
con pinzas flotantes |
Dimensiones |
Longitud |
5.151 mm |
Anchura |
2.000 mm |
Altura |
1.805 mm |
Distancia entre ejes |
3.105 mm |
Maletero |
Capacidad |
Desde 326 a 2.120 litros |
Peso |
Peso |
2.395 kg |
Prestaciones |
Velocidad máxima |
245 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h |
6,1 seg |
Consumo |
Urbano |
n.d. |
Extraurbano |
n.d. |
Combinado |
11,4 l/100km |
Emisiones |
Emisiones de CO2 |
258 g/km |
Precio |
Precio oficial |
102.200 euros |