Como si de una baraja de naipes se tratara, hoy probamos uno de los ases del segmento de los SUV premium, el Audi Q7 3.0 TDI Ultra quattro, el cual es, además, la variante más eficiente de la gama. En Ingolstadt creen que las prestaciones, el espacio, y, por qué no decirlo, la ostentosidad, no tienen porqué estar condicionadas con los bajos consumos y la eficiencia. Y es que pensar en un SUV de siete plazas y 218 CV con consumos de combustible contenidos es algo que no pasa por la cabeza de cualquiera. Sin embargo, la compañía alemana, con su gama de productos Ultra, demuestra una vez más que es posible ahorrar cada vez que pasamos por la gasolinera sin renunciar a tener un vehículo de alta gama.
La segunda generación del Audi Q7 fue lanzada en 2015 tras más de siete años en el mercado siendo uno de los reyes indiscutibles de su segmento junto al Range Rover Sport o al indiscutible Porsche Cayenne. Adoptando el nuevo sello de diseño de la firma alemana, el nuevo Q7 se convertía en el abanderado de Audi hasta la llegada, este mismo año, del Audi A8 2017. En nuestra prueba anterior del Audi Q7 2015 (prueba) ya descubrimos que el renovado SUV no solo sorprende por su eficiente consumo y su generoso espacio interior, también lo hace por su comportamiento. Con esto en mente, vamos a conocer más en detalle todo lo que ofrece la segunda generación.
Impone. El nuevo Audi Q7 impone por sus colosales dimensiones, con sus 5.052 mm de longitud, sus casi dos metros de anchura y sus 1.741 mm de altura, todo ello con una distancia entre ejes que roza los tres metros. Con esta imagen colosal ante mí accedo al puesto de conducción y descubro lo que sus cotas albergan en el interior: espacio y más espacio. Las plazas delanteras ofrecen espacio más que de sobra para sentirte como en el salón de casa, además de que el paquete interior S Line le otorga ese toque deportivo entre el que destaca el volante con fondo plano y cuero perforado, las inserciones en negro piano, la tapicería Alcántara en el techo y los paneles de las puertas o el cuero gris roca para los asientos. El Audi virtual cockpit, que ya pudimos disfrutar en la prueba del Audi TT Roadster (prueba) engloba todo lo necesario para el conductor, pero aún así tenemos la pantalla emergente del sistema multimedia MMI Navigation plus con MMI touch y el sistema Head-Up Display para no retirar la vista de la calzada en ningún momento.
El Audi Q7 3.0 TDI Ultra quattro es esa máquina perfectamente diseñada para el conductor y los ocupantes. El confort se vuelve parte de su esencia con sistemas como los asientos calefactados y ajustables eléctricamente, el climatizador de cuatro zonas, la iluminación ambiental, el sistema de sonido Bang&Olufsen Advanced 3D o el enorme techo panorámico eléctrico que ilumina el habitáculo por completo. Además, el maletero es generoso con 770 litros útiles en su configuración de cinco plazas, 1.995 litros una vez abatimos la segunda fila de asientos y un maletero práctico de 295 litros, además de diferentes compartimentos alojados por todo el habitáculo, cuando desplegamos la tercera fila con dos asientos de forma cómoda mediante un sistema eléctrico controlado desde unos interruptores en la pared del maletero que permiten, además, elevar o reducir la altura del piso. Las plazas traseras, accesibles con el desplazamiento horizontal de los asientos traseros, son de un tamaño algo justo para un adulto, pero suficientemente cómodas para niños.
Pero además, el Q7 3.0 TDI Ultra quattro destaca por su comportamiento y prestaciones. ¿Qué esconde bajo el capó? Un motor V6 TDI de 3.0 litros que entrega 218 CV de potencia a 3.250 rpm y un par motor máximo de 500 Nm disponibles desde solo las 1.250 rpm. La potencia se canaliza al sistema de tracción total a través de una transmisión automática Tiptronic de 8 relaciones, con lo que garantiza un paso de cero a 100 km/h en 7,3 segundos y un consumo medio homologado de solo 6,2 litros para un vehículo con un peso en vacío de 2.070 kilogramos. Esto es posible gracias a la mejora en la eficiencia de su gama de motores, que se optimiza en un 28% con respecto a su predecesor y las diferentes soluciones en materia de aerodinámica que ya pudimos experimentar en nuestra prueba con el Audi A4 2.0 TFSI Ultra S tronic (prueba).
Salir a autopista con el Audi Q7 3.0 TDI Ultra quattro que he probado es experimentar las mismas sensaciones que con una berlina, como el BMW 730d 2015 (prueba). El centro de gravedad es ahora más bajo mejorando las sensaciones al volante, el peso se ha reducido con respecto a la primera generación, la insonorización es casi absoluta y el confort a bordo roza la perfección. Cuenta con un depósito opcional de 85 litros y otro de AdBlue con 24 litros que garantizan una autonomía de al menos 1.000 kilómetros si somos responsables con el acelerador. Durante mi prueba con el Q7 registré un consumo medio de entre 7,3 y 7,5 litros a los 100 kilómetros, cifras reales que se pueden conseguir si sabes optimizar los diferentes modos de conducción disponibles en el Audi drive select: lift/offroad, allroad, comfort, auto, dynamic e individual.
Pero el Audi Q7 3.0 TDI Ultra quattro no sería un auténtico SUV moderno si no demostrara algunas cualidades fuera de la carretera. Para ello, el Q7 cuenta con un ángulo de entrada de 23,1º, un ángulo de salida de 14,4º y un ángulo ventral de 13,1º, así como una altura libre al suelo de 210 mm y una altura de vadeo de 500 mm. Por otro lado, Audi ha diseñado una serie de sistemas de asistencia a la conducción y componentes que garantizan que el vehículo pueda hacer frente a obstáculos de moderada dificultad. El primero en tener en cuenta es el sistema opcional de suspensión neumática deportiva adaptativa, la cual reduce la altura 15 mm a velocidades altas haciéndolo más estable y notando cierto aplomo adicional sobre el asfalto, y para una conducción off-road se eleva 25 mm, aunque puede llegar a 60 mm si es necesario para superar obstáculos puntuales. Sistemas de asistencia a la conducción como el asistente de arranque en pendiente o el control de descensos permiten que podamos salir airosos de diferentes soluciones en pistas rápidas de tierra o si queremos hacer alguna incursión en terrenos irregulares.
Sin embargo, un coche de las características del Audi Q7 tiene algunos aspectos que hacen que la convivencia con él no sea del todo sencilla. Lo más destacado son sus dimensiones. Su tamaño se convierte en un hándicap en el momento en el que nos adentramos en ciudad, donde encontrar aparcamiento se vuelve una tarea complicada y movernos por calles estrechas una misión de infarto si no quieres arrancar ningún retrovisor de otros coches aparcados. Audi ha dado solución a estos problemas. En primer lugar, ofrece un completo sistema de asistencia al aparcamiento que, no solo localiza una plaza hábil para realizar la maniobra, sino que se encarga de girar la dirección durante el aparcamiento para que solo tengas que encargarte del freno y de la transmisión. Los sensores periféricos y la cámara de visión trasera se encargan de avisarte del momento exacto en el que realizar las maniobras, mientras que, a bajas velocidades, los sensores siguen activos y permiten que maniobrar en zonas estrechas sea más sencillo con su ayuda.
Y ya que hablamos de sistemas de asistencia a la conducción, cabe mencionar que el Q7, uno de los dos buques insignia de Audi, cuenta con lo último en tecnología, aunque el sistema de conducción semi-autónoma que ha estrenado el nuevo Audi A8 2017 no está disponible, al menos de momento, ya que en el restyling que la marca realizará en un futuro seguro que es introducido. Sin embargo, cuentas con sistemas como el control automático de velocidad, el Pre Sense City, el asistente para el cambio involuntario de carril, detector de ángulos muertos y tráfico cruzado o el sistema de reconocimiento de señales, entre otros.
El Audi Q7 3.0 TDI Ultra quattro tiene un precio base de 72,690 euros una vez hemos añadido el color exterior Azul Sepang, las llantas de 21 pulgadas y la tapicería interior combinando cuero y Alcántara. Sin embargo, y aquí llega otro de los puntos negativos de la segunda generación del famoso SUV, el equipamiento opcional pasará a engrosar la factura de forma significativa. Según el configuración online de Audi, la unidad que he podido probar tiene un precio que ronda entre los 115.000 y los 120.000 euros, es decir, entre 47.000 y 52.000 euros de equipamiento opcional si quieres tener prácticamente todos los extras.
El Q7 es uno de los reyes de su segmento, uno de los cuatro ases de la baraja de póquer y con razones. Destaca la calidad de sus acabados interiores, sus cotas, su imponente figura y sus capacidades, así como los consumos y el comportamiento en carretera. Sin embargo, cabe tener en cuenta que no es un vehículo de un tamaño comedido con el que serás el rey de la ciudad, más bien puede sentirte como un elefante en una cacharrería, por lo que debes tener en cuenta qué uso vas a darle al Audi Q7 3.0 TDI Ultra quattro antes de lanzarte a comprarlo, sobre todo teniendo en cuenta el precio. Eso sí, si eres de los que un Audi A7, un Mercedes Clase S o un Porsche Panamera (prueba) se le antoja discreto, con el Q7 jamás pasarás desapercibido.
Comportamiento y consumo | Dimensiones |
Insonorización | Precio |
Espacio interior | Equipamiento de serie |
Fotos: Álex Aguilar