Presentado en el Salón de Frankfurt en 1999, el León es uno de los coches más importantes de la historia de la automoción española. Se puede sentar a la mesa con el SEAT 600 y el SEAT Ibiza. 2024 es un año importante para Martorell, porque se cumplen 40 años del lanzamiento del Ibiza y también 25 años del debut del León en la cita alemana. Es buen momento para hacer un repaso a la historia del SEAT León y sus cuatro generaciones.
Historia del SEAT León: primera generación (1999)
El León, según afirma la propia marca, ha puesto en el mapa a la marca, convirtiéndose en su pilar. Más de 2,5 millones de ventas hasta la fecha, y todo gracias a un gran comienzo. El primer SEAT León destacó por el diseño deportivo que le otorgó el equipo de diseñadores liderado por Giorgetto Giugiaro, heredando la estética del Toledo II, pero con una carrocería de dos volúmenes muy bien ejecutada, una zaga con una gran superficie de chapa y una verticalidad que aportaba mucha robustez. Esta primera entrega no tardó en ganarse el favor del público, hasta el punto de convertirse en un referente de deportividad en su categoría.
Diseñado, desarrollado y fabricado en Martorell, igual que las siguientes generaciones del León, uno de los puntos fuertes del León era su calidad. Era un coche muy bien hecho y muestra de ello era su salpicadero, el mismo del Audi A3. En lo que respecta a motorizaciones, fue el primer coche de producción nacional en ofrecer 180 CV de potencia, una transmisión de tracción integral en el segmento compacto y, junto al Toledo, un cambio de marchas manual de seis velocidades.
En 2001 se lanzó el esperado motor 1.9 TDI 150 CV asociado al acabado FR, el primer SEAT con el acabado ‘Fórmula Racing’ que tantos éxitos ha reportado a la marca. Esta versión acumuló más de 15.000 pedidos en tiempo récord. En gasolina, el mismo año se lanzó la versión 2.8 VR6 Cupra 4 (prueba), que introdujo el bloque de aluminio V6 atmosférico con 204 CV, siendo el segundo motor V6 en ofrecerse en el mercado español, tras la desaparición del Dodge Dart en 1977. El tope de potencia que alcanzó el León de primera generación fue de 225 CV con la versión CUPRA R y su motor 1.8 T 20V de 2004.
Según asegura José Miguel Royo, responsable de proyecto en Desarrollo de Carrocerías de SEAT, "Fue una gran puesta al día en tecnología y calidad". “Era un modelo superior a lo que hasta entonces teníamos, por su carrocería totalmente cincada”, decía Michael Geue, responsable de Desarrollo de Estructura y Anticorrosión en SEAT.
Segunda generación (2005)
Este modelo introdujo un diseño más aerodinámico y atrevido, dirigido por Walter de Silva, que aportaba soluciones con el enfoque puesto en la funcionalidad. Destacan las manillas de las puertas traseras encastradas al final de la ventanilla para generar una sensación de compacto coupé dos puertas o los espejos retrovisores montados sobre la chapa de las puertas delanteras en lugar de en las esquinas de las ventanillas, debido a que la luna delantera estaba dispuesta en una posición muy inclinada (29 grados respecto a la línea horizontal) para mejorar su aerodinámica. Además, este toque retro se conjugaba a la perfección con los marcados pasos de ruedas que también aportaban en este sentido.
Su emocional diseño se combinaba con tecnologías avanzadas, como la plataforma del Grupo Volkswagen que implementaba una suspensión trasera independiente de cuatro brazos y una dirección asistida electromecánica. No menos importante fue la inclusión de la inyección directa en los motores de gasolina y el common rail en los diésel, sustituyendo la inyección con bomba-inyector, así como una variedad mecánica que, tanto en los motores de gasolina como en los TDI, aportaban un tacto deportivo al coche.
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En este sentido cabe mencionar las dos gamas más especiales de la marca: FR y CUPRA, que en esta segunda generación del León llegó hasta los 265 CV de potencia en la versión 2.0 TSI CUPRA R. En 2008 y 2009 el SEAT León ganó el Campeonato del Mundo de Turismos (WTCC), tanto en el apartado de pilotos, con Yvan Müller y Gabriele Tarquini, como en la clasificación de constructores, convirtiéndose así en el primer coche equipado con motor diésel en ganar esta competición.
Tercera generación (2012)
La tercera generación llegó en 2012 y puede decirse que fue un punto de inflexión en la historia del SEAT León. Fue la más importante en términos de ventas (de momento), pero también fue la primera en introducir tecnologías de conectividad avanzadas, iluminación Full LED (el primero de su clase), un diseño mucho más maduro y elegante con tres carrocerías (tres puertas, cinco puertas y, por primera vez, familiar) y una tecnología punta en los sistemas de infoentretenimiento y asistentes de seguridad al conductor.
Todo esto permitió al León consolidarse como uno de los coches más vanguardistas de su segmento, como un pilar clave en la oferta de SEAT, tras superar por primera vez en ventas al Ibiza en 2014. Diseñado por Alejandro Mesonero-Romanos, su nuevo frontal ofrecía líneas mucho más limpias y con una mayor tensión en lo hombros, gracias a un trabajo de gran precisión en los blísters.
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La oferta de motores fue muy completa, incluyendo por primera vez una versión campera denominada X-Perience con tracción integral 4Drive. El clímax llegó con el León CUPRA R de 310 CV. En 2014, el León CUPRA de cinco puertas consiguió el récord de vuelta en el circuito de Nürburgring con un tiempo de 7:58, pilotado por Jordi Gené. Así, se convirtió en el vehículo de serie con tracción delantera más rápido en el mítico trazado alemán. Un año después, el León ST CUPRA se convertía en el familiar más rápido en la misma pista.
Cuarta generación (2020)
Se trata del primer vehículo 100% conectado de la marca española, lo que le ha permitido no sólo aumentar las funcionalidades en cuanto a conectividad, sino además alcanzar un nivel muy elevado en seguridad con los avanzados asistentes a la conducción que integra, gracias al acceso a la Nube para obtener datos en tiempo real, entre otras novedades. También mejora su tecnología de iluminación con grandes avances funcionales y de diseño, tanto fuera como dentro del vehículo.
Estéticamente, abandona las líneas afiladas del modelo anterior para apostar por unas proporciones mejoradas y un frontal muy definido, con el montante A retrasado para aportar una imagen aún más deportiva. Así el modelo alcanza la máxima expresión de calidad, dinamismo y solidez, e introduce el lenguaje de diseño actual de la actual gama de modelos SEAT. El León también ganó con esta generación en habitabilidad, con un espectacular maletero de 620 litros en la variante familiar (470 litros con los motores híbridos enchufables).
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En el apartado mecánico, la cuarta generación del SEAT León se ofrece con hasta cinco tecnologías diferentes de propulsión con etiquetas C, ECO y CERO, incluyendo motores de gasolina, diésel, híbridos ligeros con tecnología de 48 V e híbridos enchufables que, en su última evolución, el León e-Hybrid (prueba) hasta 113 kilómetros de autonomía en modo eléctrico. Concluye aquí está historia del SEAT León que esperemos tenga continuidad.
