La verdad es que no resulta sencillo ponerse al volante de un modelo de SEAT que cuente con un motor V6 debajo del capó, a no ser que hablemos del antiguo Alhambra… o del SEAT León Cupra 4 de esta prueba, nacido en el año 2000.
Porque sí, en el comienzo de su andadura comercial, el compacto superventas español contó con una variante V6, obra y gracia de Cupra. Y si te estás preguntando de dónde salía ese motor, se trataba del 2.8 atmosférico de gasolina, también empleado por Audi o Volkswagen, que pasó a la historia por la icónica denominación de VR6. ¿Te acuerdas?
Otro de los aspectos distintivos de este modelo, es el hecho de recurrir a un sistema de tracción total (de ahí el Cupra 4), gestionado mediante un embrague multidisco de tipo Haldex. Lo más curioso es que no fue el único Cupra que hubo en esta generación, aunque sí el más exclusivo, gracias a su bloque de seis cilindros.
El resto de variantes, siempre tetracilíndricas, optaban por el motor 1.8 20vT, en su variante de 180 CV de potencia, o de 210 y 225 CV, si hablamos de los primeros Cupra R. Qué lejos se quedan de los hasta 310 del modelo actual, ¿verdad?
Hechas las presentaciones, volvamos a centrarnos en el SEAT León Cupra 4. Aunque muchos lo recordarán en el llamativo color amarillo, característico de la marca por aquel entonces, hubo algún que otro conductor que optó por una pintura blanca como la que luce esta unidad.
De hecho, no nos encontramos ante un coche demasiado llamativo, estéticamente hablando, aunque en la zona frontal ya empezamos a ver algunos cambios, como el paragolpes de diseño exclusivo o la parrilla en diseño de nido de abeja.
También son específicos de esta versión los pasos de rueda ligeramente ensanchados, las llantas de 17 pulgadas (sobre las que se montan neumáticos 225/45 R17) o las taloneras laterales. ¿Algo más? Pues sí, la trasera es algo más ‘aparente’ y en ella se puede ver el logo específico de este Cupra 4, un discreto alerón, una salida de escape doble en el lado izquierdo y, sobre todo, un paragolpes bastante voluminoso.
Esta misma tónica se mantiene en el interior, donde nos damos cuenta de que ya han pasado dos décadas desde el lanzamiento del modelo. Aún así, el SEAT León Cupra 4 ‘premia’ a conductor y acompañante con dos excelentes asientos deportivos, firmados por Recaro, y con algunos detalles distintivos como los relojes de la instrumentación con el fondo en color blanco, un grueso volante de tres radios y buen tacto o unos pedales acabados en aluminio.
Y de que ha pasado el tiempo (más rápido de lo que te gustaría) te das cuenta en detalles como el propio cuadro de instrumentos, propio de un mundo todavía analógico, o el ‘arcaico’ sistema multimedia, que podía llegar a incluir navegador, si se pagaban cerca de 3.000 euros de la época.
Pero bueno, hemos venido a conducir, ¿no? Y tenemos un SEAT con motor V6, por lo que llega el momento de descubrir qué ofrece el modelo español. No queremos adelantarte nada, pero ya te avisamos de una cosa: el funcionamiento del propulsor justifica la prueba del SEAT León Cupra 4 V6 2.8 204 CV por sí mismo.
Como decíamos al principio, es de aspiración atmosférica y cuenta con 2.8 litros de cilindrada, pero más allá de los datos, lo que sorprende de este bloque es la suavidad y el refinamiento con el que funciona. Desde luego, te marca no por lo que hace, sino por la manera en lo que lo hace.
Obviamente, en términos de potencia y prestaciones, tiene poco que hacer frente a los motores turbo 2.0 TSI a los que nos ha acostumbrado el León Cupra últimamente. Incluso, en la época, había quien prefería la mayor pegada del 20vT.
Y es cierto que, si nos permitís la expresión, el SEAT León Cupra 4 debe entenderse más como un gran turismo que como un hot hatch. Algo en lo que, en cierto modo, tenían algo de culpa los 1.485 kilos de peso que declaraba en vacío.
Sin embargo, es una delicia acelerar a fondo con él y encontrarse con 204 CV bajo el pedal derecho, así como con 270 Nm de par máximo a 3.200 rpm. Un dato, este último, que te habrá dado una pista de lo que requiere su conducción: circular bastante alto de vueltas. Para ello, hay que recurrir con frecuencia y certeza a la caja de cambios manual, de seis marchas. Algo que no es ningún problema, dada su precisión.
Del mismo modo, el SEAT León Cupra 4 premia al conductor con unas buenas prestaciones, ya que alcanza los 235 km/h y acelera de 0 a 100 en 7,3 segundos. Pero también, es cierto que le ‘castiga’ con un gasto de combustible elevado, ya que el consumo homologado en la época era de 10,9 litros cada 100 kilómetros (en condiciones ‘reales’, es sencillo estar por encima).
Lo bueno, es que a pesar de convertirse en un ‘clásico’, cuenta con el distintivo ambiental B (amarillo) de la DGT, por lo que, hoy en día, todavía puede circular con cierta tranquilidad por las grandes ciudades.
Además, el Seat León Cupra 4 tiene una puesta a punto del chasis bastante buena, con un punto de firmeza que contiene bastante bien los movimientos de la carrocería, pero sin llegar al extremo de convertirse en un coche incómodo. Lo que, en la época previa a la ‘democratización’ de las suspensiones adaptativas, es algo muy a valorar y a tener en cuenta. Desde luego, se nota el trabajo de los chicos de SEAT Sport.
La dirección trabaja con precisión y el cambio tiene unos recorridos bien definidos, por lo que manejarlo con rapidez no es ningún problema. También se muestra efectivo el esquema de tracción total, sobre todo a la salida de las curvas más lentas. Y el sonido, no lo vamos a negar: es altamente adictivo.
Así las cosas, el único punto que parece un tanto mejorable es el peso. Algo que se nota al circular rápido, con especial incidencia en el eje delantero (el motor V6 es más pesado que el 20vT) y en el equipo de frenos, que a pesar de contar con discos ventilados en ambos ejes, se ve exigido para mantener todo en su sitio.
Sin embargo, hoy en día, el Seat León Cupra 4 sigue siendo un modelo ideal para enfrentarse a una buena carretera de curvas, a un ritmo razonablemente elevado y disfrutando de la elasticidad y la melodía de su propulsor V6. Desde luego, los que se animaran a desembolsar los algo más de 27.000 euros que costaba en la época, en busca de un modelo deportivo y exclusivo, todavía estarán felicitándose por su acertada inversión.
Ficha técnica SEAT León Cupra 4 | ||
Motor | Cilindrada | 2.792 cc |
Cilindros | 6 en V | |
Potencia máxima | 204 CV / 6.200 rpm | |
Par máximo | 270 Nm / 3.200 rpm | |
Alimentación | Tipo | Inyección indirecta, admisión variable |
Transmisión | Caja de Cambios | Manual, 6 velocidades |
Tracción | Total | |
Suspensión | Delantera | Tipo McPherson Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
Trasera | Paralelogramo deformable Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
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Frenos | Delanteros | Discos ventilado / 312 mm |
Traseros | Discos ventilado / 256 mm | |
Dimensiones | Longitud | 4.184 mm |
Anchura | 1.742 mm | |
Altura | 1.457 mm | |
Distancia entre ejes | 2.513 mm | |
Maletero | Volumen | 270 litros |
Peso | Peso | 1.485 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 235 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | 7,3″ | |
Consumo | Extraurbano | 8,2 l/100 km |
Urbano | 15,5 l/100km | |
Mixto | 10,9 l/100 km | |
Producción | Emisiones de CO2 | 2000-2002 |
Precio | Precio en el 2000 | 27.335 euros |