Acostumbramos a verlos subidos a sus vehículos de competición (ya sean monoplazas, de resistencia o motos), pero casi siempre nos preguntamos que conducirán en el mundo real los pilotos de motorsport. Echando un vistazo a los coches de calle de Mark Webber, la lista de modelos que ha poseído en su vida es bastante más corta y modesta de lo que cabría esperar de alguien con su pedigrí automovilístico. Todavía más si la comparamos con la lista de coches que ha tenido Lewis Hamilton o con la de vehículos que posee Fernando Alonso.
En una entrevista a Driving.co.uk, Webber ha contado que su relación con el mundo del motor empezó desde muy joven ya que su padre tenía un concesionario de Yamaha en su Australia natal, y que desde los 5 años ya estaba montado sobre una moto. Además, como sus abuelos tenían una granja de 2.500 acres, tenía espacio y libertad para ir y venir sin mucho problema, aunque alguna que otra vez tuviera algún accidente que se saldó con fracturas de clavícula.
También afirma que empezó a coger Toyota Hilux y Land Rover cuando ni siquiera tenía edad para ello: “Mi padre me dejaba conducir también en la carretera. Totalmente ilegal, pero en la Australia rural apenas hay tráfico. Si veíamos un policía, habíamos perfeccionado el arte de cambiarnos de asiento sin detener la marcha”.
Pero entonces llegó el momento de hacerse con el primero, de estrenar la colección de coches de calle de Mark Webber.
Toyota Corolla 1969
Webber explica que era un poco cabeza loca, pero que su padre iba un paso por delante y le compró un coche sin potencia. El Toyota era “una preciosidad, con bancada de asientos delante y detrás, para ‘ponerse al día’ con todo tipo de cosas en las primeras horas”.
Ford Fiesta 1996
Fue su coche cuando se mudó a Inglaterra, donde los primeros meses distaron mucho del lujo que imaginaba: “estuve haciendo trackdays por 43 libras al día y solía conducir por ahí con un Fiesta 1.1”.
Mercedes AMG C 43
Llegó a sus manos cuando empezó a correr en serio, entregado completamente nuevo de manos de Mercedes-AMG. El piloto cuenta que ahí estaba él, acostumbrado a conducir basura toda su vida y de repente en un AMG C 43.
Jaguar XK8
Una vez dio el salto de la Fórmula 3 a la F1, la cosa se precipitó, con las marcas ofreciéndole coches nuevos como el Jaguar o diversos BMW.
BMW M3
“Como conductor, también eres su embajador [de las marcas/escuderías]. Así que supongo que no querían que fuera por ahí en un Ford Fiesta”, explica sobre como expandió su garaje.
María Sharápova y Mark Webber, a bordo del Porsche 911 GT2 RS
BMW M5
Tras la salida de la Fórmula 1 y su entrada en el mundial de resistencia, que ganó en 2015, el cambio fue muy grande: “mental y físicamente, las carreras de resistencia son un juego completamente diferente”.
Porsche 911 Turbo S
Aunque ya no es un piloto activo, sigue estando relacionado con el mundo del motor porque es un embajador de Porsche. Las ventajas son muchas, entre ellas tener su propio Porsche 911 Turbo S.
¿Y el coche que Mark Webber desea tener? El Porsche 550 Spyder...
Fuente: Driving.co.uk.