Un duelo de altura. Eso es lo que Bugatti ha preparado en un vídeo que promete hacer las delicias de los amantes de las 'drag races'. La que podría ser la carrera más espectacular del año enfrenta a la última edición limitada del Bugatti Chiron Sport contra un jet Dassault Rafale Marine de la Fuerza Aérea francesa. La marca de lujo del grupo Volkswagen remeda así, 14 años después, uno de los desafíos más recordados del 'Top Gear' de Jeremy Clarkson, Richard Hammond y James May: el que puso frente a frente al Veyron y al Eurofighter Typhoon de la RAF inglesa.
¿El motivo? El lanzamiento de la edición limitada Bugatti Chiron Sport Les Légendes du Ciel, que homenajea precisamente a los pilotos franceses de principios del siglo XX, con los que Ettore Bugatti trabajó.
Se trata de una serie de solo 20 unidades con un precio de 2,88 millones de euros, que cuenta con un acabado en color Gris Serpent mate, una línea blanca longitudinal y los tonos de la bandera francesa en la parte delantera de los faldones laterales. Y su tapicería de cuero marrón está inspirada por la empleada en los aviones de principios de 1900. Eso sí, no tiene modificaciones mecánicas. Es decir, mantiene el motor 8.0 W16 con cuatro turbos del Chiron Sport, que desarrolla 1.500 CV y 1.600 Nm de par. Con él, alcanza los 420 km/h.
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Esta es la 'bestia' que ocupaba uno de los lados de la pista de la base naval de Landivisiau, en Bretaña. La otra, el caza Dassault Rafale Marine, con sus 58,550 newtons de fuerza (equivalentes a 5.727 CV) y 1.975 km/h de velocidad punta, incluso lo ensombrece en lo que a cifras brutas se refiere. Dos maravillas de la ingeniería guiadas, además, por dos profesionales. El Bugatti estaba conducido por Pierre-Henri Raphanel, piloto oficial de la marca, y a los mandos del avión se encontraba el capitán Etienne de la Fuerza Aérea gala.
Todo se preparó con minuciosidad para la gran prueba, que consistía en acelerar y en frenar también. Esta vez, por cierto, entre dos máquinas de origen francés y con la bandera del país galo en la salida; no la 'Union Jack' como fue el caso de la organizada por 'Top Gear'. En los primeros compases, tras darse la señal, fue el coche el que tomó la delantera, pues su aceleración (0-100 km/h en 2,4 segundos) es mucho más inmediata. "Yo me iba alejando del jet en los primeros cientos de metros", cuenta Raphanel, "pero enseguida iba a mi lado, aunque 20 metros por encima. Una visión fantástica".
Dadas las dimensiones de la pista, el Bugatti Chiron Sport inició la operación de frenado después de 1,5 kilómetros, a unos 350 km/h. Para ese momento, evidentemente, el jet ya había desaparecido en el cielo. Eso sí, para detenerse, este debía acercarse a la pista a solo 280 km/h. Finalmente, teniendo todo en cuenta, los contendientes dieron el combate del sustituto del Bugatti Veyron contra el jet por empatado. Aunque está claro cuál de los dos alcanzó una mayor velocidad.