Un motor de combustión interna, concretamente basado en el del GR Yaris, que funciona quemando hidrógeno comprimido. Esa es la última novedad de Toyota dentro de la actual carrera por conseguir combustibles alternativos limpios que se está dando en toda la industria del motor. Y, de hecho, el fabricante japonés ya lo ha montado en un vehículo de competición de resistencia basado en el Corolla Sport, que participará en la tercera ronda del campeonato japonés Super Taikyu Series 2021 Powered by Hankook, las 24 Horas de Fuji NAPAC Super TEC, entre el 21 y el 23 de mayo, dentro del equipo ORC Rookie Racing.
¿Pero cómo funciona? La marca ha publicado un vídeo en el que se puede ver. Al contrario que en el Mirai, que utiliza una pila donde se produce una reacción química entre el hidrógeno y el oxígeno del aire para generar electricidad y así alimentar un motor eléctrico, en este caso la energía proviene de la propia combustión del gas. De hecho, el motor de hidrógeno de Toyota utiliza los mismos sistemas de suministro e inyección de combustible que los de gasolina, aunque modificados.
Por lo demás, es un tricilíndrico con turbo y 1.618 cc idéntico al que monta el GR Yaris, aunque la marca no ha confirmado por el momento si mantiene los 261 CV y 360 Nm de par motor que desarrolla su versión de gasolina.
Eso sí, salvo por la combustión de pequeñas cantidades de aceite del motor durante la conducción, los propulsores de hidrógeno no emiten CO2. El único subproducto de su quema es el vapor de agua. Además, la combustión se produce a mayor velocidad que en los de gasolina, lo que da lugar a una buena respuesta, según asegura Toyota.
Al igual que la inversión de Porsche en combustibles sintéticos, este proyecto eleva las esperanzas de mantener vivos los motores térmicos durante las próximas décadas. Aunque este tipo de motores no son precisamente nuevos. De hecho, el que se considera el primer motor de combustión interna, el De Rivaz de 1804, ya usaba este gas. En 2005, BMW utilizó uno en un vehículo de producción limitada llamado Hydrogen 7. Y, unos años más tarde, Mazda presentó su RX-8 Hydrogen RE, que funcionaba con hidrógeno y gasolina. En 2013, Aston Martin llegó a competir en Las 24 Horas de Nurburgring con un Aston Martin Hybrid Hydrogen Rapide S. Pero esta apuesta de Toyota, en este momento de búsqueda de nuevas alternativas, podría ser decisiva.