Rolls-Royce no trata solo sobre conducir, la conducción es una parte importante del producto, pero en igualdad de condiciones con el lujo, la calidad y exclusividad del propio coche. Es por ello que sus clientes no solo esperan un vehículo potente, dinámico y confortable, también esperan detalles y características únicas. La marca británica lo sabe y por eso el Cullinan estrenará el Rolls-Royce Viewing Suite.
Rolls-Royce Silver Cloud Derelict de 1958, las apariencias engañan
El primer SUV del fabricante, aunque la propia firma no lo quiera considerar como tal, lleva largos meses generando expectación, por lo que cada nueva información que se vierte sobre él se analiza con interés. El último detalle es uno de esos gadgets que podemos considerar “pijaditas” pero que tanto gustan.
Y es que el Rolls-Royce Viewing Suite es un sistema que permite convertir el maletero del Cullinan en una especie de sala de estar. Su funcionamiento es bastante sencillo: tras abrir el portón solo hace falta pulsar un botón para que de la banqueta trasera de asientos se desplieguen dos sillas de diseño minimalista y forradas en cuero, y una pequeña mesita en la zona central. Así, hasta dos personas pueden sentarse mirando a las estrellas si así lo desean.
Este extra, que seguramente podría implementarse en cualquier modelo de la gama de Rolls, tiene más sentido si cabe en el SUV ya que con sus características off-road es capaz de llegar a sitios donde es imposible acceder con otros integrantes de la gama.
Torsten Müller-Ötvös, Director Ejecutivo de Rolls-Royce, comenta sobre su inclusión que “desde el día que concebimos el Rolls-Royce Cullinan nos centramos en ofrecer a nuestros clientes una auténtica y lujosa experiencia Rolls-Royce a través de sorprendentes características”.
Y continúa apuntando que “la belleza del Viewing Suite, la manera en que se despliega sin esfuerzo, la atención al detalle, el mejor cuero a juego con el interior al gusto del cliente y como se une todo para llevar un mobiliario precioso hasta los lugares más remotos, da testimonio de la competencia inigualable del departamento Bespoke y de los diseñadores y artesanos del Rolls-Royce”.
