En tan solo 6 años, el Rolls-Royce Cullinan (prueba) se ha convertido en el modelo más vendido de la marca en el mundo. Este éxito viene precedido por el hecho de ser “el primer SUV de súper lujo del mundo”, según explica el fabricante británico, lo cual ha permitido a la marca perteneciente a BMW cosechar unos niveles de ventas realmente buenos, teniendo en cuenta el tipo de vehículo del que se trata y sus prohibitivos precios.
Ahora, la firma con base en Derby ha presentado el nuevo Rolls-Royce Cullinan Series II, un vehículo que es, en esencia, un restyling del SUV británico. Esta actualización ha afectado a diferentes áreas del vehículo, incluyendo cambios en el diseño, en la cabina y en el apartado de equipamiento y tecnología, todo ello con la exclusividad y la artesanía de la que Rolls-Royce lleva presumiendo desde hace ya más de un siglo.
Todos los cambios del nuevo Rolls-Royce Cullinan Series II
Entre las novedades a nivel estético se encuentra la nueva firma lumínica de las luces de circulación diurna en los faros delanteros. El parachoques también ha sido actualizado con nuevas entradas de aire, mientras que la parrilla retroiluminada se convierte en la principal incorporación en el frontal.
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Otros cambios en el diseño exterior incluyen nuevas líneas en los laterales, un nuevo acabado para el acero inoxidable de las salidas de escape y una placa protectora de acero inoxidable cepillado en el parachoques trasero. Además, ahora existen llantas de hasta 23 pulgadas y se ha incluido un nuevo color a la paleta de pinturas denominado Emperador Truffle.
En el interior también hay algunas novedades, como un panel de vidrio que une los pilares en la parte superior del salpicadero. En este panel se integran las nuevas pantallas para el cuadro de instrumentos digital y el sistema de infoentretenimiento. También hay un nuevo Espíritu del Éxtasis en la cabina, ubicado debajo del reloj, así como acceso a la aplicación privada Whispers para propietarios de Rolls-Royce.
Al mismo tiempo, se han implementado mejoras en el apartado de materiales, incluyendo madera de fresno teñida de gris, una tela hecha de bambú y un nuevo patrón en la tapicería de los asientos perforados.
La actualización también afecta a la versión Black Badge
Todos estos cambios también se aplican al Rolls-Royce Cullinan Black Badge, donde encontramos una parrilla, el Espíritu del Éxtasis y las molduras de las ventanas acabados, por primera vez, en negro en lugar de cromo. También lucen el mismo acabado el parachoques trasero, la moldura del portón del maletero y los tubos de escape. Estos elementos van acompañados de unas llantas de 23 pulgadas.
En el interior encontramos el mismo panel de vidrio con la doble pantalla que en el Cullinan Series II. Sin embargo, el Espíritu del Éxtasis es negro y la cabina está adornada con molduras de carbono tratadas con seis capas de laca que necesitan 21 días para aplicarse.
El Rolls-Royce Cullinan Black Badge está equipado con el motor V12 biturbo de 6.75 litros de la marca británica. Sin embargo, a diferencia del modelo estándar, que produce unos respetables 570 CV de potencia, la versión más deportiva eleva esta cifra hasta los 600 CV y se conforma con unos impresionantes 900 Nm de par motor.