Sabemos que el proceso desde que un vehículo empieza a concebirse hasta que llega a los concesionarios es muy largo. Durante ese camino, los fabricantes realizan todo tipo de pruebas y mediciones, a fin de ofrecer el mejor producto posible. Detrás de un coche hay cientos de miles de horas de trabajo, estudios y análisis, a veces, en lugares insospechados. En este sentido, Renault desvela uno de sus secretos mejor guardados.

El Grupo Renault cuenta con numerosas infraestructuras de pruebas e ingeniería en Francia y en el resto del mundo. Una de ellas se encuentra en Aubevoye, en el departamento del Eure, en Normandía. Este lugar guarda un tesoro escondido: sus cámaras anecoicas.

Renault desvela uno de sus secretos mejor guardados

Renault secretos

 

Desconectados de todas las ondas sonoras o electromagnéticas, los prototipos de los futuros vehículos se prueban en estas salas misteriosas, donde se desarrollan también, en el mayor secreto, los sonidos y servicios conectados del futuro. Stéphane, Jefe de Servicio de Acústica y Vibraciones de Renault, explica para qué se utiliza este extraño lugar.

A 100 kilómetros al norte de París, el complejo se extiende a lo largo de más de 600 hectáreas restringidas al público y ofrece, entre otras cosas, cerca de 60 kilómetros de pistas, 44 bancos de pruebas, dos túneles de viento y 18 recintos de corrosión, así como otras instalaciones para probar los futuros vehículos de las marcas del grupo.

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Stéphane cruza las sucesivas barreras y portones de seguridad bajo la mirada de los agentes de seguridad, y entra en el centro. Ingenieros, técnicos, pilotos, expertos en todo tipo: mil especialistas trabajan en este recinto a la vanguardia de la tecnología. Recorriendo el laberinto de pasillos, Stéphane nos hace descubrir su lugar de trabajo. Y lo menos que podemos decir es que no parece una oficina clásica…

Renault secretos

Las paredes y el techo de la primera sala están cubiertos de paneles de espuma, sobre los que se levantan prismas tanto horizontales como verticales. Estas protuberancias absorben las ondas sonoras o electromagnéticas reproduciendo las condiciones de campo libre, por lo que no hay eco, y la sala recibe el nombre de “anecoica”. En realidad, se trata de una sala semianecoica, ya que el suelo no está cubierto, como matiza Stéphane.

Aquí, la palabra silencio adquiere un nuevo significado. No se oye absolutamente nada. En esta situación el menor sonido es asombrosamente perceptible, como el de la respiraicón. Por el contrario, un chasquido de mano produce un sonido que parece sofocado, disminuido, ya que ningún eco vuelve de las paredes. Stéphane sonríe y afirma: “¡Es realmente una experiencia singular!”

En el centro de la habitación, rodeado de un centenar de micrófonos de alta calidad, una unidad del nuevo Renault Megane E-TECH Electric acapara la atención de los probadores: “Medimos el aislamiento del coche en relación con los ruidos que generan el motor, los neumáticos o cualquier elemento circundante”, explica Stéphane. “Aquí es donde trabajamos sobre el aislamiento sonoro del vehículo y sobre los sonidos que participan en la experiencia acústica del usuario: ruido de la puerta, alertas sonoras interiores, música, etc.”.

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En el interior, la desaparición del sonido del motor térmico permite escuchar mejor otros sonidos que no hay que olvidar, como el ruido de los intermitentes, el chasquido de los botones o las notas de las interfaces. El conductor y sus pasajeros se encuentran en el corazón de una experiencia acústica y sensorial que forma parte del viaje.

Una segunda sala, de ondas electromagnéticas

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No muy lejos, otra cámara especial llama especialmente la atención. Aquí es donde trabaja Xavier, experto en Compatibilidad Electromagnética. Esta sala tiene paredes cubiertas con paneles blancos que cubren una gruesa capa de materiales aislantes. Otro Megane eléctrico se prueba en un banco de rodillos para simular una situación de conducción. A su alrededor, las antenas bombardean el coche con ondas de todas las potencias y frecuencias.

Un vehículo en circulación está sometido constantemente a campos electromagnéticos y hay que asegurarse de que nada perturba su funcionamiento: “Estamos en una jaula de Faraday. Las paredes de esta habitación retienen las ondas electromagnéticas y nos aíslan del ecosistema exterior. Por lo tanto, podemos probar el rendimiento de emisión y recepción del coche en una amplia gama de ondas: radio, teléfono o incluso GPS”, explica Xavier.

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Si bien las ondas sonoras disminuyeron alrededor de los vehículos, no ha ocurrido lo mismo con las electromagnéticas. Desde principios de siglo, los dispositivos electrónicos se han cuadruplicado. Sin ir más lejos, el nuevo Megane E-TECH Electric ofrece numerosas funciones conectadas, ayudas a la conducción, etc. Esta multiconectividad aumenta no solo las cantidades de ondas intercambiadas dentro del coche, sino también con el exterior.

Por lo tanto, es necesario asegurarse de que todas estas frecuencias no entren en conflicto para no obstaculizar el funcionamiento de los equipos y, sobre todo, para no mermar la seguridad alrededor del vehículo.

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Todos los elementos de equipamiento de Renault se someten a un gran número de pruebas, con un nivel dos veces superior al exigido por las normativas. Cada respuesta, cada comportamiento es examinado en vivo desde la sala de control. Todo es analizado, gracias a potentes ordenadores.

Los secretos de Renault: de las salas secretas a la calle

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Stéphane se dirige a una última sala, una habitación de 300 metros cuadrados y 11 metros de altura, con paredes, suelo y techo con grandes conos de espuma. Es la única cámara completamente anecoica del Centro Técnico de Aubevoye donde los expertos prueban la recepción de las ondas de todos los coches.

Las diferentes cámaras anecoicas y los laboratorios de análisis del Centro Técnico de Aubevoye acogen más de un millar de sesiones de prueba cada año. Meses antes de que sean revelados, los futuros modelos de la marca francesa pasan días enteros en estas salas sordas y ciegas, rodeadas de frecuencias invisibles. No se ve nada, no se oye nada, pero se juega mucho en estas cámaras anecoicas, uno de los secretos mejor guardados de Renault.

Fuente: Renault

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