A estas alturas de la película ya a nadie le extraña que los SUV sean los auténticos protagonistas y dominadores del mercado del automóvil. Puedes asomarte al segmento que quieras que los todocamino siempre aparecen por delante en las cifras de ventas. Y todo esto ya tiene un recorrido nada desdeñable.
Vamos a poner unos ejemplos: si analizamos el segmento medio del mercado vemos que, desde 2007, las berlinas generalistas están dejando paso a un líder llamado Nissan Qashqai. Si lo que queremos es un segmento premium nos damos cuenta de que ya desde finales del siglo pasado, 1999 concretamente, el BMW X5 nos ha demostrado cómo conquistar a los clientes más exigentes. Pero vamos a complicar más la ecuación. ¿Si queremos un deportivo de altura? No hay nada de que preocuparse, en 2002 aterrizó el Porsche Cayenne para dejar con la boca abierta al mercado y salvar a una marca que navegaba en un mar de dudas.

Aunque pareciera que con el párrafo anterior ya tenemos completada la «Ecuación SUV», nada más lejos de la realidad. Porque, ¿dónde encaja el Lamborghini Urus que probamos hoy? Pues, hasta la fecha, es único en su especie. Puede presumir de ir un paso más allá e inaugurar el segmento de los superdeportivos en formato SUV. Quizás estés pensando ahora en enfrentarlo a modelos como el Bentley Bentayga o el Maserati Levante pero… no te lo compro. El Urus es un modelo deportivo con mayúsculas que, como ahora veremos, no ha escatimado en artillería para que no nos olvidemos de que vamos sentados en eso, en un Lamborghini. Que a nadie se le escape que esta gente construye sueños como el Lamborghini Aventador SVJ que probamos…
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Puede presumir de ser el primer todocamino de la marca. Eso sí, con permiso del Lamborghini LM002, que a finales de los años 80 llegó al garaje de algunos exclusivos clientes una vez que el ejército americano no eligió el proyecto italiano para dotar a sus tropas. Tras aquello en Sant´Agata Bolognese reconvirtieron los LM002 en lujosos 4×4 con motor V12 de 5,2 litros, mismo propulsor que el (prueba) Lamborghini Countach, y lo sacaron al mercado con más sombras que luces. Se fabricaron apenas trescientas unidades que, a día de hoy, se aprecian más por su exclusividad que por su talento para moverse por carretera. Para que os hagáis una idea a la hora de escribir esta prueba del Lamborghini Urus, en Europa hay tres unidades en venta con un precio medio de 350.000 euros…
Lamborghini LM002
Agresivo, provocador y excesivo
Y a todo esto. ¿Qué te parece su imagen? La verdad es que en un aspecto tan subjetivo a la hora de valorar un coche creo que pocos discreparemos si decimos que se trata de un diseño atrevido, provocativo, radical y característico. Su carrocería está repleta de pliegues y ángulos que lo hacen muy afilado y con un marcado carácter provocador. Aunque acabes de llegar de otro planeta te das cuenta de que estás delante de una máquina creada para ser especial y exclusiva.
La aerodinámica, por su puesto, ha tenido un gran peso a la hora de pensar en el diseño de sus formas. Estamos ante un mastodonte de 2.272 kilos al que un flujo de aire bien encauzado le va a venir muy bien. Por delante las entradas de aire son tremendamente grandes y su morro termina en forma de flecha para romper el viento camino de su velocidad máxima, 305 km/h. Por detrás, más de lo mismo, con una configuración muy personal con unos grupos ópticos muy afilados, cuatro enormes salidas de escape y un difusor inferior gigantesco.

A la hora de subirnos. Sí, sí, a este Lamborghini hay que subirse y no bajarse como en el resto de sus hermanos de marca. Nos encontramos en un ambiente de absoluta y tajante deportividad. Sin complejos. Seguramente en Sant´Agata Bolognese no saben hacer otra cosa, y lo digo como un cumplido. Todo te transporta a un ambiente racing. Desde sus asientos tipo baquet con el logo de la marca bordado, hasta un volante pequeño, grueso y de exquisito tacto. Por no hablar de su botón de arranque escondido tras la típica cubierta roja que has de levantar para accionarlo.
Su habitáculo tiene una clara inspiración aeronaútica con todos los controles orientados hacia el conductor. Un interior que puede ser de cinco o cuatro plazas, con dos asientos individuales en la parte posterior. Por lo demás, a bordo estamos rodeados de fibra de carbono, piel y unos ajustes dignos del precio de este coche. La tecnología también está presente con un panel de instrumentos digital y dos pantallas táctiles en la consola central para el sistema multimedia y la climatización.

Potencia y precisión
Bajo su capó esconde un propulsor de cuatro litros biturbo V8. Además, y con la intención de mejorar su respuesta, los turbos están colocados en la V del bloque. De esta manera la cifra de par de 850 Nm llega casi de manera instantánea. Sin duda es un prodigio de aceleración -realiza el 0-100 km/h en 3,6 segundos- y fuerza este motor de 650 caballos. Asimismo, toda su energía se transmite a ambos ejes a través de una caja de cambios de convertidor de par de ocho marchas. Todo vigilado y gestionado por un diferencial central Torsen y otro diferencial trasero que reparten la potencia en un 40:60 (delante/detrás) pero que puede mandar hasta un 70 por ciento al tren anterior y un 85 por ciento al posterior.

Prueba del Lamborghini Urus
Ahora sólo queda arrancar y creernos que se puede rodar a ritmo de Lamborghini con este Lamborghini. Y ya te adelanto que es así. Lo primero que llama la atención es su posición al volante, alta como la de un SUV pero con las piernas estiradas como la de un deportivo. Ya instalados comprobamos que todo está a nuestro alcance y empezamos a dar rienda suelta al gas. Accionamos la leva derecha para meter primera, hundimos el pie en el gas y nos damos cuenta de como este Urus es capaz de tragar marchas sin piedad. Y sufrimos tratando de no salirnos del carril con este gigante de más de cinco metros de largo y dos de ancho.
Todo pasa muy deprisa a sus mandos y cuando nos queremos dar cuenta estamos llegando al primer giro. En ese momento experimentamos el poder de sus frenos con pinzas de diez pistones y discos cerámicos de 440 mm delante y 370 detrás. Las cervicales tienen que sujetar tu cuello que quiere salir despedido mientras sus enormes rodillos de veintidós pulgadas (Pirelli P Zero Corsa) sufren apretándose contra el asfalto.

Una vez hemos conseguido parar en línea recta el Urus toca apuntar al vértice de la curva con la inestimable ayuda de su dirección a las cuatro ruedas. Un sutil toque de volante y ya acariciamos el interior y conseguimos apuntar con el morro a donde queremos ir para volver a sentir el empuje del V8 con toda su fiereza. Más fácil de lo que parece si conseguimos gestionar la enorme transferencia de masas que se produce en los ágiles cambios de apoyo que nos propone. Toda una experiencia que hemos comprobado bajo la tutela de su modo Sport, en el que todo (motor, suspensión, caja de cambios, dirección y diferenciales) se vuelve más duro y deportivo, pero que cuenta con los controles de tracción y estabilidad siempre atentos a nuestras maniobras. De todos modos tenemos aun la bala en la recámara del modo Corsa (Carrera) para utilizarlo en circuito.
PRUEBA: Audi SQ8 TDI
Tras calmarnos y bajar un poco de pulsaciones iniciamos un trayecto por autopista con su modo más civilizado Strada (Carretera). Aun así, es un coche duro y áspero que no se lleva bien con las irregularidades del asfalto y que en todo momento nos está pidiendo guerra. De ello también tiene buena culpa la agresiva monta de neumáticos cuyos bajos perfiles (detrás monta 325/35 R 22) no dejan escapar la oportunidad de mandarnos toda la información que ocurre bajo ellos a la cabina de mandos.

Por otra parte a ritmo tranquilo es un coche al que conseguiremos mantener en un consumo no muy por encima de los diez litros. Además, contamos con la ventaja de disfrutar de un sinfín de ayudas a la conducción, pues se aprovecha de la tecnología del Grupo Volkswagen. Y es que está construido sobre la plataforma MLB-evo que comparte con el (prueba) Audi SQ7 o el (prueba) Porsche Cayenne.
Sin lugar a dudas, estamos ante un superdeportivo único en el que cuatro adultos pondrán viajar con espacio y amplitud disfrutando de un enorme maletero de 616 litros. Con la experiencia y la imagen de un fabricante tan exclusivo como Lamborghini que hace que la factura de compra se vaya algo por encima de los 252.000 euros.

Ficha técnica Lamborghini Urus |
Motor |
Cilindrada |
3.996 cc |
Cilindros |
8 en V |
Potencia máxima |
650 CV / 6.000 rpm |
Par máximo |
850 Nm / 2.250 – 4.500 rpm |
Alimentación |
Tipo |
Inyección directa. Turbo |
Transmisión |
Caja de Cambios |
Automático, 8 marchas
Convertidor de par |
Tracción |
Total |
Suspensión |
Delantera |
Paralelogramo deformable
Resorte neumático
Barra estabilizadora |
Trasera |
Paralelogramo deformable
Resorte neumático
Barra estabilizadora |
Frenos |
Delanteros |
Discos ventilados carbocerámicos
440 mm |
Traseros |
Discos ventilados carbocerámicos
370 mm |
Dimensiones |
Longitud |
5.112 mm |
Anchura |
2.016 mm |
Altura |
1.638 mm |
Distancia entre ejes |
3.003 mm |
Maletero |
Volumen |
616 / 1.596 litros |
Peso |
Peso |
2.272 kg |
Prestaciones |
Velocidad máxima |
305 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h |
3,6 segundos |
Consumo
(WLTP) |
Combinado |
12,7 l/100 km |
Velocidad baja |
n.d. l/100 km |
Velocidad media |
n.d. l/100 km |
Velocidad alta |
n.d. l/100 km |
Velocidad muy alta |
n.d. l/100 km |
Emisiones |
Emisiones de CO2 |
325 g/km Euro 6 – Etiqueta C |
Precio |
Precio oficial |
Desde 252.677 euros |