PRUEBA: Skoda Octavia 2020 1.5 TSI 150 CV

Si por algo se han caracterizado los modelos de Skoda a lo largo de estos años no ha sido precisamente por su diseño, bastante simplón e insustancial, sino por su practicidad y, sobre todo, su espacio. Desde el lanzamiento de la tercera generación del Superb allá por 2015, a esas particularidades por las que puede sacar pecho, ahora sí, se suma la de su imagen. Un clarísimo ejemplo de ese salto lo tenemos en el coche de la prueba, el Skoda Octavia 2020 1.5 TSI 150 CV, que aúna elegancia, deportividad y buen gusto por sus cuatro costados. Y es que la firma checa no ha escatimado en agasajar a su modelo estrella, del que, por cierto, ha fabricado 6,5 millones de unidades.

La bienvenida que me da es más acogedora con el juego de luces que crea cuando pulso el botón de apertura. Precisamente son los grupos ópticos Full LED los que marcan gran parte de la personalidad del coche; los delanteros son estrechos y tienen función Matrix para impedir el deslumbramiento de otros usuarios, y los traseros están formados por dos piezas que consiguen tres dimensiones y adoptan elementos de diseño cristalino e intermitentes dinámicos.

PRUEBA: Skoda Superb Scout 2.0 TDI 190 CV DSG 4×4

A estos elementos de seducción masiva súmale una parrilla más amplia y una línea más estilizada, con el techo descendente, y tienes un producto que atrae. Dicen que para gustos están los colores, pero creo que el nuevo Octavia reúne toda la paleta. Por cierto, su portón, con alerón integrado -otro gran detalle de diseño-, recibe la palabra Skoda, rasgo que inició el (prueba) Scala y que han ido tomando todos los modelos que se han ido presentando desde entonces.

Y ese cuidado por su producto no solo se aprecia en el exterior, también en el interior. Solo tienes que echar un vistazo rápido a los paneles de las puertas y su patrón para ser consciente de ello. Ya con más detenimiento hago lo propio con el puesto de mandos. Equipa un cuadro de instrumentos digital de 10,25 pulgadas y cuatro modos de visualización, una pantalla táctil tipo tablet, flotante y de 10 pulgadas que incorpora control gestual; y un salpicadero en diferentes alturas con luz ambiente. No pasa desapercibido su volante, de dos radios huecos con dos botones cromados de tipo ruleta, ni en este caso, por desgracia, la ausencia de muchos botones físicos. En lugar de ellos se ha optado por los táctiles, ya sea en la consola como los del volumen, que además no tienen iluminación, por lo que de noche es complicado verlos, o en la pantalla, como los de subir o bajar la temperatura del climatizador. Siempre lo digo, no soy partidario de esta moda, porque creo que distrae la conducción, aunque también es cierto que para ello tenemos a Laura, la asistente virtual que trae el Skoda Octavia 2020 1.5 TSI 150 CV de la prueba; VIRTUAL, a ver si voy a tener líos con mi santa esposa, y que al decir “ok, Laura”, ejecuta gran parte de las acciones que le pido.

Y todo ese trabajo de diseño se ve recompensado con materiales de buena calidad, de tacto acolchado en buena parte del habitáculo. Es el caso de los paneles de las puertas o el salpicadero, cuya zona media adopta Alcantara, mismo componente utilizado en la tapicería de los asientos, que combina con el cuero.

Por todo ello, el interior del Octavia tiene una calidad percibida muy buena, pero también al tacto. Gran paso adelante de la marca de Mladá Boleslav, no hay duda.

Pero si por algo se ha caracterizado el Octavia a lo largo de su dilatada y exitosa carrera ha sido por el espacio que ofrece, tanto a los pasajeros como de carga. A pesar de que la distancia entre ejes no cambia y se mantiene en 2,69 metros -sí es algo más largo, ancho y alto-, los de la segunda fila cuentan con un hueco enorme para las piernas, tanto que no se tienen que preocupar de rozar con las rodillas el práctico bolsillo que puede guardar el móvil; una idea simply clever. A pesar de que el techo presume de una inclinación más pronunciada que la generación anterior, son cuatro los dedos los que con mi 1,78 metro separan mi cabeza de rozar. Más incómoda es la plaza central -tónica habitual en el segmento- por el túnel de transmisión, que es elevado, y porque el respaldo, que es más duro al esconder un apoyabrazos con reposavasos.

Mención aparte merece su enorme maletero, en el que podría caber el equipaje de toda la familia Von Trapp. Cubica 600 litros, una práctica burrada, profundo, con formas regulares y con una boca de carga enorme y baja, cualidades que se ven aderezadas con ganchos, cintas ajustables y una toma de 12 V. Por cierto, es aquí donde se encuentra el botón que, como por arte de magia, descubre la bola de remolque.

Prueba del Skoda Octavia 2020 1.5 TSI 150 CV

Entre manos tengo la que creo que es la versión más equilibrada de la gama. Su motor de gasolina de cuatro cilindros y 1.498 cc rinde 150 CV y ofrece un par de 250 Nm desde las 1.500 rpm y hasta las 3.500. Cuenta con diferentes perfiles, pero comienzo con una conducción más tranquila, por lo que opto por el Normal. El coche se mueve bien, pero con la fuerza justa, demasiado justa diría yo para tener 150 CV. El panorama cambia cuando pulso, desde la pantalla táctil, el botón Sport, momento en el que su bloque me brinda un gran empuje a partir de las 2.500 vueltas… ¡Ahora sí! Además, sube con ganas, sin desfallecer hasta el corte y acompañado de un sonido bastante sugerente.

Está asociado a un cambio manual -por lo que no equipa el elegante selector de las versiones automáticas- de seis velocidades rápido, de buen tacto, que trabaja con precisión. Como también lo hace su dirección, de la que sí echo en falta algo más de información.

Continúo la prueba del nuevo Skoda Octavia 1.5 TSI 150 CV prestando especial atención a su suspensión. La compañía checa ha logrado ofrecer más comodidad que en el modelo anterior. Su amortiguación absorbe realmente bien las irregularidades de la calzada, independientemente del perfil de conducción elegido. Por tanto podrás pensar que su carrocería en curva oscila cual barca; ni mucho menos, se mantiene bastante firme.

Por ello, por lo bien insonorizado que está el habitáculo y por su enorme maletero, el Skoda Octavia 2020 1.5 TSI 150 CV de la prueba es una excelente opción para viajar. Además, se suma el modo ECO, que nos da sugerencias para reducir el consumo de carburante. Que no te extrañe si ves que el cuadro de instrumentas te aconseja que levantes el pie del acelerador si estás superando la velocidad de la vía o que insista en que le hagas caso con la marcha idónea. Y todo ello para lograr un consumo de 5,2 l/100, cifra que ha pasado a 6,1 de media, sin tener especialmente cuidado con el pedal derecho.

PRUEBA: Hyundai i30 Fastback

¿Y cuánto cuesta esta nueva generación? Pues unos 3.000 euros más, precio que por todo lo que te he contado, está justificado. Parte de 21.950 euros con el acabado Ambition y el motor 1.0 TSI de 110 CV. Pero si quieres el de la prueba, el Octavia 1.5 TSI de 150 CV son 23.700 euros, una excelente cifra con el que adquirir el coche con la mejor relación calidad-precio, no hay duda.

Fotos: Karam el Shenawy