Existen marcas de coches, y marcas de coches. Entiéndase la referencia. Muchas, incluso diría que la mayoría de ellas, siguen las tendencias de mercado y se doblegan ante los deseos de gobernantes y usuarios. Otras, sencillamente, van a lo suyo y realizan productos con personalidad y 'alma', sin importar el segmento al que pertenezca un modelo en cuestión.
En esta prueba del Mazda CX-80 PHEV 2024 comprobamos como la firma de Hiroshima sigue siendo fiel a su historia, incluso con un SUV de grandes dimensiones que añade sistemas de propulsión electrificados. Sí, ya lo sé. Eso, en principio, va en contra de los deseos y pensamientos de los conductores más pasionales, orientados normalmente hacia deportivos más 'puros'.
Pero es que tras probar el último lanzamiento de Mazda, el CX-80, en su presentación internacionacional a prensa, he descubierto por qué esta marca nipona va a contracorriente. ¿Y sabes qué? Que le salen las cuentas. Sus coches se siguen vendiendo y su imagen como empresa, lejos de verse como rara o extraña, gana a muchas otras por lo especial de sus vehículos, pero también de su forma de hacer las cosas.
Un diseño con personalidad
Lo primero en lo que te fijas a la hora de ver al nuevo Mazda CX-80 de esta prueba es en lo grande que es. Al fin y al cabo, estamos hablando de un coche que tiene una longitud que roza los 5 metros, una anchura de 1,89 y una altura que supera por poco el 1,70 metros. Eso, unido a sus formas, hacen que impacte mucho en el momento en el que lo ves en persona.
Ahora bien, aunque un poco más arriba he comentado que los modelos de Mazda tienen personalidad propia, hay que reconocer que este CX-80 es claramente un hermano mayor del (prueba) Mazda CX-60. Le supera en algo menos de 25 centímetros de largo, pero sus formas son casi calcadas. Cuadradas en general, pero cuidadas en particular.
Porque sí, a pesar de que se percibe como un automóvil algo tosco por formas, según te acercas a él las líneas suaves se aprecian en todas sus esquinas. Las líneas de tensión brillan por su ausencia y los faros son finos y estilizados. Los del frontal se combinan con una parrilla enorme, y hay elementos decorativos cromados en varias partes, como en la propia calandra.
Un dato curioso es que prescinde de las protecciones inferiores presentes en casi todos los SUV que se comercializan actualmente (en este acabado), eximiendo a las versiones deportivas de ciertos modelos. Además, las llantas son de 20 pulgadas en todos los casos, sin importar la terminación escogida. ¿La altura libre con respecto al suelo? Se queda algo por debajo de los 17 centímetros.
¿Cuáles son sus motores?
En lo que respecta a su sistema de propulsión, elijas el que elijas siempre va a estar la electrificación de por medio. Te lo cuento al final del artículo. En este caso concreto he realizado la prueba del Mazda CX-80 PHEV. Es decir, el híbrido enchufable. Su mecánica la conforman un motor de gasolina de 2,5 litros y otro eléctrico. El primero entrega 192 CV de potencia, por los 175 del segundo. Conjuntamente, la cifra llega hasta los 327 CV y 500 Nm de par motor máximo.
Con sus más de 2.100 kg de peso, no es un vehículo liviano. Pero esos números le sirven para que se mueva perfectamente en cualquier situación, pues acelera de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos, y registra una velocidad punta de 195 km/h. Además, con su caja de cambios automática de 8 relaciones y su tracción total, homologa una cifra de consumo medio de acuerdo al ciclo WLTP de 1,6 l/100km. Y claro, también tiene la etiqueta 0 de la DGT.
En cuanto a su electrificación, la protagonista es su batería de 17,8 kWh de capacidad, que le otorga una autonomía en modo eléctrico de 60 km. Es más que suficiente para moverte por ciudad en el día a día, y solo tarda en cargarse unas 5 horas en una toma de 3,7 kW de potencia.
Interior del Mazda CX-80
En su habitáculo, se nota que el Mazda CX-80 de esta prueba, como en realidad toda la gama de producto del fabricante japonés, ha sido concebido para ofrecer un nivel de acabados y calidad que pueda soportar un pulso con los premium alemanes. Pero claro, a cambio de una tarifa sensiblemente inferior: ahí reside uno de sus grandes atractivos, junto a sus dos sistemas de propulsión.
Los asientos son comodísimos y disponen de regulaciones eléctricas de todo tipo, así como calefacción y ventilación. No estaría de más algo más de sujeción lateral. Pero eso sería ya rizar el rizo. El volante está cubierto de un cuero de calidad, y tiene botones físicos, lo que reduce las distracciones al volante. No obstante, no echaría de más un poco más de mullido en el aro.
Delante, hay una instrumentación digital de 12,3 pulgadas cuyas posibilidades de configuración son escasas. Pero hay un Head-Up Display que funciona a la perfección y se ve muy bien. Mientras tanto, el display del sistema de infoentretenimiento tiene 12,3 pulgadas y su disposición es panorámica. Se ve genial y está lejos del conductor. Pero no importa, porque no es táctil.
Y es que todas las órdenes que imaginas se pueden ejecutar a través de los accesos directos y mandos giratorios que hay junto al pomo del cambio. En Mazda se han tomado muy en serio eso de la ergonomía, y lo demuestra también con botones físicos para la climatización y el audio. ¡Muy bien! Todos los remates y ajustes se perciben como cuidados, y tanto el tacto como la calidad de los materiales de la cabina son excelentes.
Esto se nota sobre todo en los paños de las puertas y en zonas bajas, como el lugar en el que el conductor apoya la rodilla. A su vez, hay numerosos huecos (portavasos, guantera central y principal, en las puertas...), y la visibilidad es buena. Aún así, sus cámaras, necesarias en un coche tan grande, dan el do de pecho.
Plazas traseras y maletero del Mazda CX-80
Pero el nuevo CX-80 no es un coche que sólo merezca la pena conducir. Su enfoque es claramente familiar, y esto implica que sus plazas traseras son muy espaciosas. Bueno, eso y que tiene una distancia entre ejes de 3,12 metros. Como diría Jesulín en dos palabras: im-prezionante. La apertura de la puerta es de casi 90 grados y el acceso al habitáculo es muy sencillo. Incluso a la tercera fila de asientos. Porque sí, dispone de 7, con dos asientos traseros aprovechables de verdad para dos adultos de hasta 1,80 metros de altura.
Además, como es un coche muy ancho tres personas de hasta 2 metros de altura caben relativamente bien (siempre que no se opte por la variante homologada para 6 asientos). Un pasajero central siempre se va a ir chocando con los laterales. Pero dejando de lado esta obviedad, se va cómodo. Las dos últimas plazas son sorprendentemente amplias; aptas para un adulto de 1,80 m. El hecho de que la banqueta de la segunda fila sea desplazable longitudinalmente ayuda mucho a modular y adaptar el interior a todas las necesidades.
Por supuesto, en la zona trasera no faltan salidas de climatización independientes con regulación propia, así como diversos huecos y puertos USB de carga. Ahora bien, el maletero es lo más curioso de todo. Sin importar la motorización escogida, su capacidad siempre es la misma. Entre 687 y 566 litros con 5 asientos, dependiendo del lugar de la banqueta de la segunda fila. Con ella abatida, la amplitud crece hasta los 1.971 litros. Por último, con los 7 asientos funcionales sigue homologando unos más que decentes 258 litros.
¿Cómo va el Mazda CX-80 en marcha?
Dinámicamente, Mazda siempre se ha caracterizado por tener en su gama productos que emocionen. Seamos claros: hacer esto con un SUV de más de 2 toneladas y 5 metros es imposible por temas físicos. Ahora bien, eso no significa que no haya una diferenciación con respecto a sus competidores en este aspecto. Las inercias están ahí, y no se puede luchar contra la física. Pero tanto la dirección como la suspensión tienen un buen tarado, bajo mi punto de vista.
La primera es directa y tiene un peso correcto, no es una de estas direcciones blandas que solo están enfocadas a poder aparcar cómodamente. Y dado que el peso de las baterías le permite tener un centro de gravedad menor, al situarse en una posición inferior, es un coche dinámico si tenemos en cuenta sus características. Lo mejor de todo es que lo consigue sin renunciar a la comodidad, que es su máximo objetivo.
Puesto que la superficie acristalada es notable, así como el tamaño de los espejos, tiene una gran visibilidad. Y si no, para algo están las cámaras, cuya visibilidad es excelente. El cambio de 8 relaciones es suavísimo y se combina a la perfección con un sistema de propulsión del que no se oye nada en el habitáculo debido al buen aislamiento y a la inclusión del motor eléctrico. Y si te apetece revolucionarlo un poco, el sonido del de combustión es muy agradable.
Ya sabes, por cierto, que la cifra de consumo homologada obedece a los primeros 100 km con la batería cargada. Puesto que en esta prueba no he podido conducirlo más de dos ratos, no he tenido la oportunidad de comprobar el dato real de manera fidedigna. Lo que sí te puedo asegurar es que no pierde la compostura a ritmos de Autobahn alemana (échale imaginación), y que el aislamiento es sobresaliente sin importar la velocidad a la que vayas.
Precio del Mazda CX-80 y motores
El precio del Mazda CX-80 en el mercado español parte desde 60.444 euros. Una tarifa a todas luces más que justa si tenemos en cuenta todo lo que ofrece el nuevo SUV nipón. Un coche que está disponible con un impresionante motor diésel micro hibridado de 6 cilindros y 254 CV, y con otro sistema de propulsión híbrido enchufable de 327.
El primero de ellos luce la etiqueta ECO de la DGT en el parabrisas, mientras que el PHEV presume de la pegatina 0. Lo que sí es común a ambos es la tracción total y el cambio automático, así como un gran equipamiento de serie con independencia del acabado. Eso sí, hay cinco diferentes para elegir: Exclusive-Line, Homura, Takumi, Homura Plus y Takumi Plus.
Conclusión de la prueba del Mazda CX-80 PHEV
En la práctica, el Mazda CX-80 2024 de esta prueba no deja de ser un hermano mayor del CX-60. Un coche todavía más grande para aquellos que necesiten un plus de espacio y que se bate en duelo en el mercado principalmente con fabricantes de alto postín y, por lo tanto, precio. Pero no tengo ninguna duda que sus argumentos terminarán por convencer a muchos.
Su diseño cuenta con una personalidad propia muy marcada, lo que le diferencia enormemente de la competencia. Su nivel tecnológico y de seguridad es muy alto, así como su equipamiento de serie. Además, no tiene nada que envidiar en términos de calidad de fabricación y ensamblaje. Y como guinda, es muy cómodo y eficiente. Ahora bien, lo mejor de todo es su gran relación entre calidad y precio.
Ficha técnica Mazda CX-80 PHEV Takumi Plus | ||
Motor | Cilindrada | 2.488 cc |
Cilindros | 4 en línea | |
Potencia máxima | Motor de combustión: 192 CV Motor eléctrico: 175 CV Combinada: 327 CV |
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Par máximo | Motor de combustión: 261 Nm Motor eléctrico 1: 270 Nm Combinado: 500 Nm |
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Alimentación | Tipo | Inyección directa |
Batería | Tipo y capacidad | Iones de litio, 17,8 |
Transmisión | Caja de Cambios | Automática, embrague multidisco 8 velocidades |
Tracción | Total | |
Suspensión | Delantera | Paralelogramo deformable Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
Trasera | Paralelogramo deformable Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
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Frenos | Delanteros | Discos ventilados |
Traseros | Discos ventilados | |
Dimensiones | Longitud | 4.995 mm |
Anchura | 1.890 mm | |
Altura | 1.705 mm | |
Distancia entre ejes | 3.120 mm | |
Maletero | Volumen | 687-566 litros |
Peso | Peso | 2.240 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 195 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | 6,8 seg | |
Consumo | Combinado | 1,6 l/100 km |
Velocidad baja | N.D. | |
Velocidad media | N.D. | |
Velocidad alta | N.D. | |
Velocidad muy alta | N.D. | |
Autonomía modo eléctrico |
60 km | |
Emisiones | Emisiones de CO2 | 36 g/km Euro 6 Etiqueta 0 |
Precio | Precio oficial | 71.224 euros |