Esta prueba del Mazda CX-60 tiene como objetivo marcar un antes y después para la firma japonesa: conseguir asentarse como una marca premium. El objetivo está sobre la mesa y lo cierto es que tras esta primera (y breve) toma de contacto en la sede europea de Mazda, en Leverkusen, Alemania, tengo claro que Mazda está trabajando duro para posicionarse en un segmento nuevo para ella.
Y viendo como está el mercado, creo que es una decisión acertada. El lujo es el segmento que mejor parece estar capeando el temporal y con el incremento general de precios parece claro que solo las clases altas serán capaces en el futuro de poder mantener una capacidad compradora intacta. Este Mazda CX-60 tiene muchos elementos para ser considerado como una opción de compra y una vez más la firma de Hiroshima deja claro que le encanta ir a contracorriente.
Prueba Mazda CX-60. ¡Ser único mola!
Antes de empezar por el diseño o la habitabilidad interior, permitidme hablaros de lo que diferencia al Mazda CX-60 del resto de SUV's equivalentes. Este nuevo vehículo se asienta sobre una nueva plataforma que apuesta por un cóctel cuanto menos sorprendente: tracción trasera (o integral) y motores longitudinales. Esto hace que el sabor premium esté incuestionablemente presente desde su mismísimo planteamiento técnico.
Mazda extiende la garantía a 6 años en toda su gama de modelos
Y por si esto fuera poco, bajo el capó encontramos tres opciones mecánicas de lo más interesantes. Empezamos con un híbrido enchufable con 327 CV, un cero a cien en menos de seis segundos y 63 km de autonomía eléctrica. Seguimos con un seis cilindros en línea diésel con dos niveles de potencia: 200 y 248 CV. Por último, la gama se cerrará con un gasolina, también con seis cilindros, y una potencia todavía por confirmar.
¿Todavía te parece poco premium? Pues sigue leyendo.
La evolución más robusta del diseño Kodo
El CX-60 se posiciona como el SUV tope de gama de Mazda y como tal el diseño debe ser contundente. Y así lo es. El estilo de diseño Kodo, que apuesta por líneas fluidas y limpias, donde el lema 'menos es más' es fundamental, luce una nueva evolución hacia líneas más robustas y poderosas. Destaca por ejemplo la parrilla frontal, de enorme tamaño y posicionada de una manera totalmente vertical.
Ese elemento contundente es el principal elemento estético que va más allá de otros modelos de la marca. Faros y pilotos son finos y minimalistas y aportan su toque de horizontalidad para mejorar el empaque sobre el asfalto. En la vista lateral destaca la pureza de líneas, sin grandes líneas de tensión, lo que permite conseguir un alto nivel de elegancia.
Por último, destacar el estilo fastback donde un capó muy largo deja paso a un voladizo trasero corto. El conjunto estético funciona y hace que su presencia sobre el asfalto siempre sea poderosa, desde cualquier ángulo.
Un interior de gran calidad
Mazda quiere convertirse en una marca premium y no es nuevo que en el interior veamos mucha calidad, ya lo hemos experimentado en otros modelos de la marca como en el Mazda3. En el interior del Mazda CX-60 se va más allá y se aplican detalles propios de una marca de lujo, como acabados artesanales que realmente sorprenden.
La gama de acabados es amplia, pero en la versión más lujosa Takumi encontramos un nivel de calidad sorprendente. Acabados en tela bordada que recuerda a los quimonos japoneses, inserciones en madera de Arce o detalles metálicos en diferentes elementos dejan claro que estamos ante un coche con clara vocación premium.
La tapicería de cuero napa también sorprende. Pero no solo en cuanto a materiales se respira un ambiente premium, también ajustes y calidades de ciertos plásticos rayan a gran altura. Toques donde toques y sobretodo, mires donde mires, siempre te encuentras materiales a la altura de un coche con aspiraciones premium.
Digital pero ergonómico
En cuanto al diseño del interior del Mazda CX-60 destaca el minimalismo. Pero como digo habitualmente, es un minimalismo inteligente. Encontramos dos pantallas: un cuadro de mandos digital de 12,3 pulgadas y otra pantalla, de las mismas dimensiones y sin manejo táctil, en el centro superior del salpicadero. Ambas son muy japonesas: no tienen mucha capacidad de personalización ni ofrecen demasiadas florituras, pero funcionan bien. Las dos.
Lo que más me gusta es el diseño general del interior, ya que como digo es muy limpio, minimalista y con materiales nobles (no hay rastro de Piano Black). Pero además es un interior ergonómico, ya que cuenta con mandos físicos para el climatizador que no desentonan (al contrario). Una vez en el puesto del conductor, la visibilidad al exterior y la sensación de tenerlo todo a mano es total. Bien por Mazda en ese sentido.
Mejor el maletero que la habitabilidad
Cuando entras al interior del Mazda CX-60 la primera sensación que tienes es más que correcta. Las plazas delanteras cuentan con unos asientos que priorizan el confort y que cuentan con regulación eléctrica y climatización. Sin embargo, dada su configuración técnica el interior del CX-60 no es tan amplio como podría parecer.
Las plazas traseras del Mazda CX-60 son correctas y un adulto de 1,80 metros podrá viajar bien pero sin grandes holguras. El espacio para la cabeza es correcto y la anchura general también está bien, pero el espacio para las rodillas no es destacable. Alguien de 1,90 metros no irá ancho detrás. Además, la ubicación de las baterías de la versión híbrida hace que el suelo esté ligeramente elevado.
El maletero del Mazda CX-60 sí es más que correcto. Las baterías están perfectamente integradas en el centro de la carrocería y permiten que el espacio del maletero no se vea mermada: hablamos de 570 litros, una cifra fantástica teniendo en cuenta que esta versión PHEV consigue 63 km de autonomía eléctrica gracias a una batería de 17,8 kWh de capacidad.
Un comportamiento que destaca por el confort
A sus mandos, el Mazda CX-60 se mueve con una gran suavidad general y desde el primer momento queda claro que estamos ante un coche claramente orientado hacia el confort y el refinamiento. Lo primero que me sorprende es una dirección con un cierto peso y transmite una sensación de coche grande, pesado y de lujo. Pero rápidamente la suspensión y la tecnología asociada marcan la diferencia.
En los alrededores de Leverkusen no se mueve mal, pese a estar en un entorno urbano. Eso sí, en cuanto entramos en la Autobahn es cuando saca a relucir su mejor cara. La suspensión independiente en ambos ejes permite un alto nivel de confort, mientras que la alta insonorización del habitáculo permite un muy buen grado de refinamiento general. Un coche para viajar sin sufrir.
Cuando llegan las curvas el sistema protagonista es el KPC. El control cinemático de posición. Un sistema que mejora el paso por curva gracias a que el sistema permite frenar ligeramente la rueda interior trasera, mejorando no solo el balanceo sino también evitando el subviraje. Lo cierto es que es un coche que por su peso no invita a ir rápido en zonas de curvas, pero también es verdad que no se mueve mal y preciso. Aunque lo cierto es que para sacar conclusiones tendríamos que probarlo más a fondo y por un catálogo de carreteras mayor.
Mazda CX-60 PHEV: el primer híbrido enchufable de Mazda
En esta primera toma de contacto hemos podido probar la versión híbrida enchufable del Mazda CX-60, que será la primera en llegar a los concesionarios de la marca a partir del próximo mes de octubre. Destaca por unas cifras generales interesantes: más de 320 CV, más de 60 km de autonomía eléctrica y una etiqueta Cero que seducirá a muchos. Se espera que el 20% de las ventas totales del modelo correspondan a esta versión.
Bajo el capó encontramos un motor de cuatro cilindros atmosférico, capaz de generar 192 CV y 261 Nm de par a 4.000 vueltas. Este motor de combustión se combina con uno eléctrico de 175 CV y 270 Nm de par instantáneos, alimentado por una batería de 17,8 kWh de capacidad. Los 63 km de autonomía eléctrica homologados (68 km en ciclo urbano) permitirán un uso en modo eléctrico a diario sin problemas.
Otro elemento protagonista es la nueva caja de cambios automática con un embrague multidisco y 8 relaciones que destaca por una más que correcta suavidad de marcha. Esta versión híbrida únicamente estará disponible con tracción integral, lo que también permite que pueda acelerar de cero a cien en 5,8 segundos. La velocidad máxima es de 200 km/h y el consumo homologado es de 1,5 litros a los cien, pero en cuanto la electricidad se acabe y debido a sus más de 2 toneladas de peso, el consumo más bien se irá en torno a los 8 o 9 litros cada 100 km.
Conclusión: un SUV de calidad y con motores interesantes
El Mazda CX-60 pone a Mazda en plena lucha por los SUV premium, pero además con un precio de lo más atractivo ya que estará disponible desde los 48.261 euros con la versión diésel de 200 CV, un precio que supone entre 12 y 15 mil euros menos que sus rivales premium tradicionales. Teniendo en cuenta todo lo que ofrece me parece algo muy a tener en cuenta, especialmente con ese diésel super eficiente, con el refinamiento de un seis cilindros y un peso unos 150 kilos inferior.
Además, hay que recordar que Mazda ofrece una nueva garantía de 6 años o 150.000 kilómetros que a buen seguro terminará de convencer a más de uno. Un coche con una calidad notable y que además tendrá unas opciones de financiación a tener en cuenta: La versión PHEV de esta prueba del Mazda CX-60 podrá ser tuya por 290 euros al mes con una entrada de 12.956,73 euros durante 36 meses y 10.000 km al año. Además, también se ofrecerá un renting de 535 euros al mes durante 48 meses y 10.000 km. Nada mal para un híbrido enchufable con 327 CV.
En definitiva, si estás barajando este tipo de coches creo que como mínimo tendrás que ir al concesionario de Mazda a echarle un vistazo. Cómodo, bonito, de calidad y con una relación calidad/precio/equipamiento de lo más interesante. Eso sí, si te gusta, corre porque en octubre los precios suben en unos 2.000 euros. E importante: ¡el diésel de seis cilindros llegará en enero de 2023!
A destacar | A mejorar |
Calidad general | Plazas traseras |
Confort y refinamiento | Rumorosidad motor 4 cilindros |
Precio |
Ficha técnica Mazda CX-60 E-Skyactiv PHEV Prime-Line | ||
Motor | Cilindrada | 2.488 cc |
Cilindros | 4 en L | |
Potencia máxima | Motor combustión: 192 CV a 6.000 rpm.
Motor eléctrico: 175 CV. Potencia conjunta: 327 CV. |
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Par máximo | Motor combustión: 261 Nm a 4.000 rpm.
Motor eléctrico: 270 Nm. Par conjunto: 500 Nm. |
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Alimentación | Tipo | Inyección directa. |
Transmisión | Caja de Cambios | Automática, 8 velocidades |
Tracción | Integram | |
Suspensión | Delantera | Paralelogramo deformable Resorte helicoidal |
Trasera | Paralelogramo deformable Resorte helicoidal |
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Frenos | Delanteros | Discos ventilados 347 mm |
Traseros | Discos ventilados 328 mm | |
Dimensiones | Longitud | 4.745 mm |
Anchura | 1.890 mm | |
Altura | 1.680 mm | |
Distancia entre ejes | 2.870 mm | |
Maletero | Volumen | 570 - 1.726 litros |
Peso | Peso | 2.055 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 200 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | 5,8 seg | |
Consumo WLTP |
Combinado | 1,5 l/100 km |
Velocidad baja | n.d. l/100 km | |
Velocidad media | n.d. l/100 km | |
Velocidad alta | n.d. l/100 km | |
Velocidad muy alta | n.d. l/100 km | |
Emisiones | Emisiones de CO2 | 33 g/km Euro 6 - Etiqueta C |
Precio | Precio oficial | Desde 50.268 euros |