El director de cine Javier Balaguer y el coreógrafo Federico Barrios se unen para crear Danza Kodo – Alma del movimiento, un short-film sobre la filosofía de diseño Kodo de Mazda. Este lenguaje de diseño es la filosofía en la que se basa el fabricante japonés para desarrollar sus coches, y en torno a la cual ha basado esta breve historia cinematográfica con el Mazda CX-30 (prueba) como coprotagonista.
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El Diseño Kodo se basa en la energía contenida de la naturaleza, las tradiciones de diseño del Japón ancestral, el minimalismo, la pureza y la elegancia. Los maestros artesanos de Mazda, llamados Takumi, modelan bloques de arcilla usando todo su cuerpo para “buscar las emociones que el vehículo debe despertar en el observador”, según Mazda. A continuación, se exploran estas emociones mediante bocetos y modelos tridimensionales que finalmente se materializan en concept car y modelos de producción.
Danza Kodo – Alma del movimiento
Javier Balaguer y Federico Barrios han creado una pieza audiovisual inspirados por este proceso basado en la arcilla, el movimiento del cuero, las emociones, la pureza y la elegancia. El film está dividido en cuatro fases: la creación, la concepción, el nacimiento y la revelación. A lo largo de ellas, dos bailarines de danza contemporánea ejecutan una completa coreografía a través de escenarios como el desierto de Mahoya o las Salinas de Torrevieja.
Kodo se caracteriza por una presencia minimalista y noble, y por una elegancia fundamental que hunde sus raíces en la estética japonesa ancestral. Mazda aplica un principio de “belleza a través de la sustracción” consistente en eliminar todos los elementos innecesarios. La diferencia respecto a otros fabricantes radica en que Mazda pone mucho más énfasis en el toque humano y el arte del modelaje en arcilla. Esta tradición de los modelos de arcilla permite efectuar de forma manual incluso los detalles más sutiles.
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“Desde siempre, los maestros japoneses han buscado una belleza pura a través de la sencillez de las formas”, explica Jo Stenuit, director europeo de diseño de Mazda. “Eso ha servido de inspiración a nuestros diseñadores para recortar elementos y crear realidades dinámicas y elegantes, contenidas a la par que vitales. Así es como percibimos la estética japonesa, con una sensibilidad que nos ha permitido crear coches llenos de emoción”.