PRUEBA: Jeep Compass 4xe 1.3 PHEV 190 CV

La expresión popular de “hay muchos peces en el mar” viene que ni pintada para expresar cómo se encuentra ahora de copado el segmento de los todocaminos compactos. Cada vez son más los C-SUV existentes y encontrar tu “media naranja” resulta cada vez más complicado. La elección estará determinada por los detalles, ya sean pequeños, medianos o grandes. Diseño, conectividad, eficiencia, confort, espacio, dinámica o, por qué no, aptitudes todoterreneras son algunas de las variables que, por separado, les permiten a muchos de los modelos existentes despuntar.

Ahora, imagínate que uno de ellos las reuniera casi todas y, además, lo hiciera con una buena nota. Pues existe y se llama Jeep Compass.

Sí, seguramente si te vas al listado de todocaminos compactos veas que las 3.365 unidades que lleva el modelo americano están lejos de las 20.425 ventas que lleva el Hyundai Tucson (prueba), que acabará el año liderando no solo su segmento sino también el mercado.

Porque hay modelos que nacen con estrella (no me refiero al emblema) y otros que tienen que remar a contracorriente para hacerse un hueco en el mercado. En este segundo saco está, inexplicablemente, el Jeep Compass que hoy volvemos a probar en su versión más electrificada: el Compass 4xe pero con motor de 190 CV y no con el de 240 CV del Compass Trailhawk 4xe (prueba).

Aventura urbana

Porque sí, Jeep se está volviendo una marca eléctrica como demuestra una gama que ya está completamente electrificada y con el hecho de que en 2030 solo venderá en Europa vehículos 100% cero emisiones.

Un camino que recientemente ha confirmado con el Avenger (que conoceremos próximamente en persona) y que se inició hace pocos años con los modelos 4xe. Tecnología en la que nos vamos a centrar en esta prueba del modelo italo-americano (se fabrica en la factoría de Melfi junto con el Renegade (prueba) en su versión de acceso en lo que a rendimiento se refiere.

PRUEBA: Jeep Compass e-Hybrid

Porque, aunque comparte entramado con el 4xe de 240 CV, la diferencia reside en que el motor de combustión 1.3 Turbo entrega 131 CV en lugar de 179 CV del más prestacional. Sí mantiene el bloque eléctrico situado en el eje trasero de 60 CV y 250 Nm con el que consigue incrementar el rendimiento hasta los 190 CV y, al mismo tiempo, otorgarle la tracción total al modelo.

Un sistema 4x4 que pese a ser ahora eléctrico y no mecánico como era tradicional, no le merma a la hora de dejar el asfalto. De hecho mantiene un modo de conducción denominado Mud/Sand y otro Snow que mejora la motricidad en dichos escenarios, no sin olvidar los modos 4WD Lock y 4WD Low (hace la función de una marcha reductora) para sortear casi cualquier terreno.

Sin embargo y en comparación con el Trailhawk, los Compass 4xe de 190 CV están más enfocados a un uso más asfáltico en el que la tracción sea una compañera de viaje para no tener susto alguno. Porque pocos sacarán fuera de ‘lo negro’ a esta versión e intentarán sacar el máximo provecho del entramado eléctrico. El mismo que se alimenta de una batería de iones de litio de 11,4 kWh de capacidad e intentar superar los 50 km de autonomía eléctrica que homologa.

Como sabes, en función de uso este rango variará pero si sabes ser gentil y dócil con el acelerador, una vez que pulses el botón Electric situado a la izquierda del volante (está un poco a desmano), podrás moverte sin gastar ni emitir durante ese casi medio centenar de kilómetros. Una vez cubras los 100 km conseguirás un consumo de lo más exiguo, el cual se moverá en el entorno de los 3,0 l/100 km, que es para tenerlo en cuenta.

Si quieres dejar que sea el coche el que lo gestione, pulsa directamente el modo Hybrid para ver cómo es el sistema el que intenta ser lo más eficiente posible. Aquí, curiosamente el valor de consumo será algo mayor mientras que si quieres guardarte toda la electricidad para un momento posterior, solo tienes que pulsar el modo e-Save para moverte casi en exclusiva con el 1.3 Turbo.

El movimiento será perezoso, más que el de combustión al uso porque ha de arrastrar casi 2 toneladas de peso a lo que suma un consumo de combustible disparado pues si has gastado batería cargarlo en marcha te supondrá un extra de gasto (hasta superar los 8 l/100 km). Para ser más eficiente y ahorrador, lo mejor será que lo conectes en un enchufe. En uno doméstico tardarás algo menos de 7 horas pero la ventaja es que puedes cargarlo en tomas de 7,4 kW rebajando la espera hasta menos de 2 horas.

¿Cuál es el origen de la palabra Jeep?

Por lo demás, el Jeep Compass 4xe es un coche idóneo tanto para realizar un largo viaje como para ratonear por las calles de la ciudad e incluso pasar una jornada de diversión en carretera por curvas (lógicamente puedes hacerlo fuera de pista si quieres) pues la suspensión es confortable como la que más y la dirección es comunicativa. Solo le falla lo brusco que resulta el cambio entre motores y que el motor de combustión peca de ser demasiado perezoso en algunas aceleraciones.

En definitiva

Éxitos comerciales al margen, la realidad es que Jeep ha sabido leer a la perfección la tendencia del mercado. Puede que no haya sido la pionera pero si la consideramos como una marca puramente todoterrenera, lo cierto es que sí ha sabido adelantarse en este sentido a sus más inmediatos rivales.

En el caso del Compass 4xe decir que no busca volumen de ventas podría ser demagógico pero sí es cierto que quizá prefiera optar por un tipo de cliente que sabe apreciar las cualidades off-road. Si a ello le sumamos ahora el componente eléctrico de esta versión phev, podríamos decir que se ha cuadrado el círculo. Y lo hace además proponiendo un precio de partida de 48.400 euros que pueden convertirse en 43.800 euros si optas por el Plan MOVES III.