Con el nuevo Tucson 2021 Hyundai presenta una revolución, no solo para su segmento, sino para toda su gama de modelos. La cuarta generación del todocamino compacto supone un soplo de aire fresco a una categoría que cerrará el año como la más demandada comercialmente y, al mismo tiempo, como el modelo más avanzado de la firma coreana. Entrega que tiene como objetivos seguir aumentando su cartera de clientes (se contabilizan más de 7 millones de unidades vendidas desde su aparición en 2004) y, sobre todo, situarse como la opción más demandada en nuestro mercado.
No lo tendrá fácil porque la rivalidad sigue aumentando paulatinamente y, además, muchos de los compañeros de viaje que más le complican la vida, como el Nissan Qashqai, se renovarán durante este 2021. Pero el Tucson 2021 llega con muchos ases bajo la manga para intentar acercarse a esos objetivos, tal y como nosotros hemos comprobado durante esta prueba inicial.
Diferente a todos
El primero, sin duda, es el del diseño. Si bien esta variable es la primera que un comprador tiene en cuenta a la hora de adquirir un SUV, con el Tucson 2021 lo tendrá claro. Dejando prácticamente intacto su tamaño (crece apenas 2 cm hasta los 4,50 metros), se convierte en el primer SUV que estrena la filosofía de diseño Sensous Sportiness. Sí, la misma que vimos en la prueba del i20 2020 y que ahora se traslada a esta categoría.
El resultado salta a la vista y este Tucson 2021 no tiene un solo rincón que no sea digno de ver. A destacar tanto el frontal como la zaga. El primero por brindarnos las denominadas joyas paramétricas, un concepto un tanto marquetiniano quizá para definir que se han empleado estructuras y patrones geométricos para dar vida a un morro en el que parrilla y luces diurnas se funden en uno cuando estas últimas están encendidas. La zaga no resulta menos sorprendente y aunque emplea una solución vista en muchos modelos, como es la tira LED que conecta ambos pilotos, sí sobresale por la forma de estos últimos dotándole de un aspecto inigualable e inconfundible.
Pero ahí no se detienen las novedades. Sin salir de la zaga vemos que el logo de Hyundai se incrusta directamente en el parabrisas, que el limpia queda oculto en la zona del techo o, ya en su lateral, que las llantas pueden ser hasta de 19 pulgadas. Todo ello aderezado con nueve opciones de color para la carrocería, todas ellas combinables con el techo en negro.
Una silueta espectacular que ofrece continuidad en el habitáculo donde el protagonismo se lo reparten la parte digital y la calidad de construcción. Empezando por la segunda, llama poderosamente la atención cómo este Tucson 2021 se convierte, ahora sí, en el perfecto eslabón entre los modelos generalistas y los Premium, estando quizá más próximo a los últimos que a los primeros. El empleo de materiales blandos y, sobre todo, la solución que se le ha dado a algunos elementos así nos lo indican. Nos referimos por ejemplo al sistema de climatización, el cual no propone salidas de aire convencionales sino que se ha colocado una única toma que recorre todo lo ancho del salpicadero que distribuye el caudal de aire de una manera más fluida y difuminada. Además, la botonera clásica se ha sustituido por comandos de corte táctil aunque su uso no resulta para nada complicado.
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El remate, un ambiente completamente digitalizado que tiene como protagonistas las dos pantalla de 10,25 pulgadas que presiden el puesto de conducción. Tras el volante, con un diseño de cuatro radios similar al del i20, se visualiza un cuadro digital de perfecto visionado que puede configurarse en función del programa de conducción. Por su parte, el cerebro de operaciones no es otro que el monitor central perfectamente integrado en la consola que ofrece un manejo intuitivo y rápido a todos los menús que propone incluyendo, como no podía ser menos, el sistema multimedia BlueLink.
Del resto, lo más reseñable es que pese a crecer solo un centímetro en su batalla, la sensación de amplitud es altísima, sobre todo en las versiones con caja automática que suprimen el pomo y brindan un espacio diáfano entre los pasajeros. Detrás, el hueco resultante sigue siendo óptimo para que viajen dos adultos sin problemas en ninguna de las cotas, mientras que el maletero llega ahora a los 620 litros, situándose como una de las opciones más capaces de la categoría.
Motores para todos los gustos
Entramos quizá en el apartado más extenso de este nuevo Tucson 2021: sus motores. El SUV compacto se corona como uno de los máximos exponentes de la diversidad mecánica que propone Hyundai en su gama, siendo el único fabricante del mercado que dispone de cinco alternativas de movilidad, incluyendo el hidrógeno. Este no estará disponible en la gama del Tucson 2021, pero el todocamino coreano sí llega con una importante carga electrificada.
Todos sus motores pueden ir dotados de algo de chispa, ya sea mediante hibridación ligera, hibridación convencional o hibridación enchufable. Con todo, la gama se compone de un gasolina 1.6 TGDI de 150 CV y de un diésel 1.6 CRDi de 115 CV ‘normales’, es decir, con etiqueta C. El salto a la microhibridación lo tendremos en el mismo bloque de gasolina, así como en su opción más potente, de 180 CV, e incluso en el diésel de 136 CV. Gracias al sistema eléctrico adicional mediante batería de 48 V lucirá la etiqueta ECO de la DGT.
Mismo sello que se adhiere al Tucson 2021 HEV, con un sistema híbrido convencional que genera 230 CV fruto de combinar el motor de gasolina de 180 CV con otro eléctrico de 44,2 kW y con una batería de iones de litio de 1,49 kWh de capacidad. Por encima y como punta de lanza de la eficiencia se situará ya en 2021 el Tucson PHEV 2021 de 265 CV, una batería de 13,8 kWh que le permitirá homologar una autonomía eléctrica de 50 kilómetros permitiéndole optar así por la etiqueta CERO.
Hasta ahí todo parece sencillo pero el tema se complica a la hora de poder elegir transmisiones y tracciones, pues el Tucson 2021 propone hasta tres cajas de cambios y dos sistemas de tracción. Partimos de una manual de seis relaciones al uso para los modelos no microhibridados, la manual inteligente para los de hibridación ligera, la misma que estrenó el i20 y que permite desacoplarse mientras rodamos a velocidad constante; una automática de doble embrague y siete relaciones disponible igualmente para todos los microhíbridos y una automática con convertidor de par y seis relaciones para el HEV. En cuanto a la tracción total estará disponible en todas las versiones salvo en el diésel de 115 CV y en el microhíbrido de 150 CV.
Prueba del Hyundai Tucson 2021
Con todos estos datos en la cabeza toca ponernos finalmente a los mandos. En un primer momento nos sentimos abrumados ante tanta novedad. Con la convicción de que nos convertiremos en el centro de todas las miradas, nos acomodamos en sus asientos delanteros e iniciamos la marcha, no sin antes detenernos unos minutos para familiarizarnos con el puesto de mandos. En nuestro caso, estamos conduciendo el Tucson HEV, es decir, el híbrido convencional.
Una opción muy a tener en cuenta si nuestro discurrir se centra principalmente en tramos urbanos e interurbanos, en los que conseguiremos sacar todo el rendimiento del entramado eléctrico. No hay un botón EV per sé, pero el sistema es lo suficientemente inteligente para activar el motor que más convenga a nuestra conducción. Así, en zonas urbanas resulta increíble el uso que realiza del entramado eléctrico y hay infinidad de veces que nos movemos en modo 100% eléctrico, con total suavidad y sin consumir ni contaminar.
De hecho, resulta hasta excesivamente enérgico cuando demandamos potencia a baja velocidad, aceleramos y notamos cómo el coche se catapulta hacia delante. Hecho que notaremos sobre todo al activar el modo Sport. Con él los 230 CV están siempre a la espera de nuestras órdenes. Hablamos de una potencia elevada para circular por zonas interurbanas, pero perfecta para salir por autopista y carreteras secundarias. Eso sí, cuanto más abuses de todos estos factores, menos favorable será el consumo. Nosotros llegamos a medir de media 7,5 l/100 km en un recorrido que no fue nada propicio para el sistema híbrido, pero a poco que sepamos gestionarlo obtendremos valores próximos a los 5,5 l/100 km que homologa.
Otro apartado que nos ha llamado la atención es lo bien que se mueve este Tucson 2021. Sigue siendo un SUV, sí, pero ha ganado en aplomo y contundencia. Todavía está un paso por detrás de los todocaminos más dinámicos, como el SEAT Ateca (prueba) o el Ford Kuga (prueba), pero el coreano ya está al acecho. Tampoco es el más confortable, pero lo bueno que tiene el Tucson 2021 es que consigue aunar de manera satisfactoria estas dos personalidades, brindándonos un conjunto de lo más completo. Parte de culpa la tiene, en las unidades que así lo monten, la suspensión controlada electrónicamente.
En definitiva
Hablar de la cuarta generación del Tucson es hacerlo del Hyundai más avanzado hasta la fecha. Un galardón que quizá le arrebate el nuevo Santa Fe 2021 en pocos meses pero que debemos tener muy en cuenta para un modelo cuyas aspiraciones iniciales eran las de un coche generalista y que ahora se han convertido en todo un modelo Premium. Así nos lo demuestra igualmente con su dotación de seguridad, de las más avanzadas de su segmento estrenando soluciones como el control de velocidad de crucero inteligente con función de curvas basándose en los datos de navegación, el monitor de ángulo muerto que se reproduce en las esferas del cuadro de instrumentos o el asistente de colisiones en cruces.
Ahora bien, todas estas innovaciones y mejoras tienen un precio dejando a este Tucson 2021 con un valor de mercado ligeramente superior al de su predecesor. Disponible en cuatro acabados la tarifa oscila entre los 27.400 € de la versión más básica y los 47.300 € del más caro. Sin embargo, dichos valores se puede rebajar sustancialmente al aplicar todos los descuentos propuestos tanto por la marca (que pueden ascender a los 5.100 €) como por el gobierno (entre 400 y 1.000 €), dejando así a uno de los todocaminos más modernos y atractivos como uno de los más accesibles.
Ficha técnica Hyundai Tucson 1.6 TGDI 230 CV HEV AT | ||
Motor | Cilindrada | 1.598 cc |
Cilindros | 4 en línea | |
Potencia máxima | Combustión: 180 CV / 5.500 rpm Eléctrico: 60 CV Total: 230 CV |
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Par máximo | Combustión: 265 Nm / 1.500-3.000 rpm Eléctrico: 264 Nm Total: 350 Nm |
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Alimentación | Tipo | Inyección directa. Turbo e intercooler. |
Transmisión | Caja de Cambios | Automática, convertidor de par de seis relaciones |
Tracción | Delantera | |
Suspensión | Delantera | Tipo McPherson Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
Trasera | Independiente multibrazo Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
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Frenos | Delanteros | Discos ventilados |
Traseros | Discos | |
Dimensiones | Longitud | 4.500 mm |
Anchura | 1.865 mm | |
Altura | 1.653 mm | |
Distancia entre ejes | 2.680 mm | |
Maletero | Volumen | 616 / 1.795 litros |
Peso | Peso | 1.565 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 193 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | 8 seg | |
Consumo | Combinado | 5,5-5,9 l/100 km |
Velocidad baja | 5,6-6,1 l/100 km | |
Velocidad media | 4,6-5,0 l/100 km | |
Velocidad alta | 4,6-5,0 l/100 km | |
Velocidad muy alta | 6,6-7,1 l/100 km | |
Emisiones | Emisiones de CO2 | 125-135 g/km Euro 6 - Etiqueta ECO |
Precio | Precio oficial | Desde 34.950 euros |
Gracias por tu prueba.
Sólo un matiz. La caja automática de los híbridos no lleva convertidor de par. Es cierto que hereda de estas la estructura de paquetes de frenos y embragues, pero la función de embrague como tal no la hace un convertidor sino un paquete multidiscos de activación variable por presión de aceite, la cual es generada por una bomba eléctrica de alto voltaje.