La electrificación es un hecho. Los fabricantes se han visto obligados a entrar en ella antes de tiempo -quizá el camino recorrido hasta hace unos años ha sido realizado, conscientemente, de forma muy lenta-. Algunos han llegado antes; otros después. Algunos lo han hecho con evoluciones de productos previos; otros con automóviles que han partido de cero. Este último es el caso de la compañía del óvalo, que ha producido el coche de la prueba, el Ford Mustang Mach-E, utilizando una plataforma totalmente nueva, adoptando el nombre de su mito y eligiendo la carrocería más demandada del momento: un SUV. ¿Ha sido un movimiento inteligente? Antes de contestarte, permíteme que te cuente en profundidad qué es y qué sensaciones me ha producido al volante.
Lo que está claro es que es el lanzamiento más importante de la historia reciente del fabricante norteamericano y la carta de presentación del vehículo eléctrico -recuerda que la marca quiere que todos los modelos que se comercialicen en Europa en 2030 tenga su versión 100% eléctrica-. Y para ello, además del nombre, han escogido algunos de los rasgos más característicos del Mustang para crear un coche muy atractivo: los faros afilados, los pilotos posteriores de tres barras, el acentuado spoiler trasero, los marcados hombros y el potro salvaje abarcando toda la atención del frontal y la trasera. De hecho, no encontrarás el logotipos de Ford por ningún lado -bueno, excepto uno pequeñito en la parte inferior del capó- y sí, como si de un establo se tratara, muchos caballos.
Para acceder a él necesito pulsar un botón situado en el pilar b y utilizar el tirador -las puertas traseras carecen de este último puesto que al accionar el pulsador, la puerta se abre sola-. También puedo desprenderme de la llave y usar el móvil. ¿Y si, despistado de mí, pierdo u olvido el smartphone y las llaves? Al tocar el pilar b aparecen unos números para poder introducir la clave que he configurado en la app FordPass... et voilà!
Interior tecnológico
Contengo las ganas de iniciar la prueba del Ford Mustang Mach-E, porque antes quiero analizar bien el interior; parado, obviamente. La joya del habitáculo, sin duda, es la enorme pantalla vertical de 15,5". Desde ella se controla casi todo. Y digo casi, porque el volumen del sistema multimedia se puede subir y bajar desde una ruleta. Sí, porque entre tanta modernidad, Ford ha querido dejar un botón físico muy importante. ¡Gracias! Es una pena que los del climatizador sean táctiles, pero, por lo menos, están fijos en la parte inferior de la pantalla y no tienes que 'viajar' de menú en menú, como ocurre en la gran mayoría de fabricantes. Está bien pensado, aunque no hubiera estado de más ubicarlo más arriba con la intención de apartar lo menos posible la mirada de la carretera. Me ha gustado la rapidez con la que uno se puede mover por ella así como su excelente resolución y usabilidad: todos los 'botones' son accesibles de una forma lógica.
Se suma otra pantalla, esta mucho más estrecha y de 10,2", que hace de cuadro de instrumentos. Es bastante pequeña, pero ofrece toda la información necesaria y lo hace de forma muy clara.
No son los mejores materiales del segmento, porque encontramos plásticos duros, pero sí se han introducido algunos más aparentes, como piel sintética, molduras con un patrón que simula la fibra de carbono y un tapiado textil parecido al vaquero. Por ello, la calidad percibida es buena. Además, los ajustes también destacan. Asimismo, los asientos, que como el volante están tapizados en piel -de serie-, son muy cómodos; lástima que no tengan un poco más de apoyo lateral.
El coche, además de estar conectado siempre -puede recibir actualizaciones en segundo plano-, también es inteligente; mediante la app FordPass, el vehículo reconoce al usuario y permite que toda la personalización que se haya hecho esté disponible: asientos, espejos, climatización, rutas, consumos, autonomía... Por eso, dependiendo del conductor, los kilómetros que se pueden recorrer varían.
Hora de explorar la segunda fila, y para ello acciono la inusual palanca vertical, oculta en el apoyabrazos, para abrir la puerta desde dentro. Una vez fuera y al acceder, confirmo una de mis sospechas: la carrocería coupé exige agacharse un poco más de lo normal para no acariciar la coronilla con el montante; la otra no, porque a pesar de tener techo descendente, el espacio para la cabeza es amplio: cinco dedos con mi 1,78 m. Más grande aún es el reservado a las piernas: 986 mm -ventajas de contar con una batalla de 2,98 metros-. Y al carecer de túnel central, viajar en la plaza central es tarea cómoda, salvo que el respaldo te parezca duro, ya que esconde un apoyabrazos con reposavasos.
Esta versión ofrece hasta 540 km de autonomía (WLTP), por lo que debería brindar un espacio de carga considerable. Así es: 402 litros en el maletero trasero de doble altura (1.420 con los respaldos abatidos) accesibles desde una boca de carga muy ancha y bastante baja. Suma 81 litros más en el delantero, espacio que, además, es drenable al tener un desagüe, como en el posterior del (prueba) Ford Puma 2020.
Prueba del Ford Mustang Mach-E AWD Rango Extendido
Como ocurre con el (prueba) Volkswagen ID.3, no hace falta pulsar el botón de encendido para comenzar a moverse; basta con poner la ruleta giratoria en posición D y pisar el acelerador.
La versión que estoy probando es la que equipa una batería de 98,7 kWh, por lo que ofrece una autonomía de hasta 540 kilómetros, y dos motores eléctricos para rendir una potencia de 351 CV -el más potente hasta la llegada del GT con 487 CV-. Al equipar un propulsor en cada eje, esta versión del Mustang Mach-E es de tracción total; si monta uno solo, que va detrás, es de propulsión. En el caso del AWD, la fuerza es enviada a las ruedas posteriores, excepto cuando por adherencia o seguridad sea necesario mover las delanteras.
Versión | Batería | Potencia | Autonomía |
RWD Rango Estandar | 75,7 kWh | 269 CV | 440 km |
RWD Rango Extendido | 98,7 kWh | 294 CV | 610 km |
AWD Rango Estandar | 75,7 kWh | 269 CV | 400 km |
AWD Rango Extendido | 98,7 kWh | 351 CV | 540 km |
AWD GT | 98,7 kWh | 487 CV | 500 km |
Desde la pantalla puedo seleccionar tres modos de conducción diferentes: Whisper (susurro), Active (activo) y Untamed (indomable). No, no creas que mi colegio de Carabanchel está a la altura de Hardvard, Princeton u Oxford, es que Ford ha decidido mantener los nombres en la lengua de Shakespeare en el mercado español; sus razones tendrá... El primero de ellos ofrece una conducción más suave y silenciosa. El segundo, una equilibrada para tener buenos consumos y prestaciones. Y la tercera, como su nombre indica, lo da todo, incluso un sonido artificial, obviamente, de motor de combustión que llega a través de los altavoces. No soy partidario de estos 'trucos', pero he de reconocer que es más creíble que el usado, por ejemplo, en el CUPRA León PHEV o en el Peugeot 308. En todos ellos varía el dureza de la dirección, el tacto de los frenos, la entrega del motor, la forma como tracciona, la iluminación y el sonido. Y, además, en todos ellos puedes elegir, pulsando el botón 'L' de la ruleta, que cuando se deje de pisar el pedal del acelerador, el coche retenga más para regenerar así mayor energía-; también la conducción a un pedal, con el que en ciudad podrás circular utilizando solo el pedal derecho.
Como con sus múltiples coches de combustión, y tras realizar la prueba del Ford Mustang eléctrico, la firma norteamericana ha conseguido un buen equilibrio entre comodidad y deportividad. La suspensión filtra muy bien las irregularidades de la calzada, aunque sí que es cierto que en firme muy bacheado es algo rebotona. Por ello, por la autonomía, por el maletero y por lo bien insonorizado que está su habitáculo es un buen coche para viajar. De los pocos eléctricos del mercado. Además, acompaña una dirección precisa, de buen tacto, y eso que es eléctrica, aunque no muy comunicativa.
Obviamente, el coche es un tiro desde parado. Acelera como un cohete... ecológico. Solo tienes que ver su magnífico 0 a 100 km/h en tan solo 5,1". Obviamente a esos 351 CV le ayudan los 580 Nm disponibles desde el segundo cero.
Y si en recta funciona de nota, en curva, también. Sí, son 2.218 kg recogidos en 4,71 metros de longitud, 1,81 de anchura y 1,59 de altura, pero el coche afronta los virajes realmente bien. Pone su granito de arena que las baterías estén en el piso, bajando el centro de gravedad.
Y de frenar esas más de dos toneladas se encargan unos frenos que cumplen su función, pero que como en casi todos los coches eléctricos -puede que se salve únicamente el (prueba) Porsche Taycan-, al ser regenerativos, el tacto es algo raro. Su función la cumplen, no hay duda, de hecho si tienen que clavar el coche, lo clavan, pero el tacto es extraño, porque el primer tramo del recorrido del pedal no ejerce fuerza sobre el disco, o por lo menos esa es la sensación.
Carga del Ford Mustang Mach-E
El Mach-E puede ser cargado con corriente alterna o continua, a un máximo de 11 kW en el caso de la primera y de 150 kW la segunda, 115 kW en las versiones con la batería de 76 kWh. Según anuncia Ford, en 10 minutos puedes cargar la energía suficiente para moverte 120 kilómetros.
Precio y venta del Ford Mustang Mach-E
Este nuevo eléctrico, que es fabricado en México -sus baterías, en Polnia- está a la venta desde 48.472 euros, eso sin los descuentos de la marca o del Gobierno. Si te preguntas cuánto cuesta la versión de la prueba, el Ford Mustang Mach-E AWD de Rango Extendido, la cantidad asciende a 64.902 euros. Independientemente de la elegida, el equipamiento de serie incluye: llantas de aleación de 18", luces traseras LED, control de crucero adaptativo con asistente de tráfico, cuadro de mandos digital de 10,2", pantalla táctil de 15,5" y FordPass con llave en el smartphone.
Versión | Precio |
RWD Rango Estandar | 48.472 euros |
RWD Rango Extendido | 56.277 euros |
AWD Rango Estandar | 55.772 euros |
AWD Rango Extendido | 64.902 euros |
Las primeras unidades llegarán en mayo, aunque ya se pueden hacer pedidos. La compra siempre es online, pero también puede ser encargado en un concesionario.
¿Ha sido un movimiento inteligente usar la denominación Mustang? Sí. Obviamente no esperes un Ford Mustang tal y como lo conocíamos hasta ahora, entre otras cosas porque no equipa ese soberbio motor V8 acompañado de su glorioso sonido que tantos momentos felices nos da. Pero creo que ha sido acertado usar esta denominación; y es que, ¿qué tiene más gancho que un Mustang? También por haber elegido el tipo de carrocería SUV, que por suerte o por desgracia, creo que por desgracia, es la más demandada del mercado. No se puede negar que Ford ha creado un eléctrico diferente, con gancho y con un precio de partida muy ajustado para lo que ofrece.
Ficha técnica Ford Mustang Mach-E AWD Rango Extendido | ||
Motor | Tipo | Eléctrico |
Cambio | Automático 1 marcha |
|
Potencia máxima | 351 CV | |
Par máximo | 580 Nm | |
Autonomía WLTP |
Kilómetros | Hasta 540 km |
Batería | Tipo | Acumulador de iones de litio 98,8 kWh |
Tiempo de carga | 45 min (150 kW) Del 0 al 80 % en C.C |
|
Suspensión | Delantera | Tipo McPherson Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
Trasera | Paralelogramo deformable Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
|
Frenos | Delanteros | Discos ventilados |
Traseros | Discos | |
Dimensiones | Longitud | 4.712 mm |
Anchura | 1.881 mm | |
Altura | 1.597 mm | |
Distancia entre ejes | 2.984 mm | |
Maletero | Volumen | 402 + 81 / 1.420 litros |
Peso | Peso | 2.218 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 180 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | 5,1" | |
Consumo | Combinado | 18,7 kWh/100 km |
Velocidad baja | n.d | |
Velocidad media | n.d | |
Velocidad alta | n.d | |
Velocidad muy alta | n.d | |
Emisiones | Emisiones de CO2 | 0 g/km - Etiqueta 0 |
Precio | Precio oficial | Desde 64.902 euros |