Viajar hasta Maranello siempre es una experiencia: aquí se respira gasolina 98 por todas las esquinas. Pero si detrás está la prueba del Ferrari F8 Tributo, entonces la jornada se convierte en épica. Ferrari ha lanzado una nueva berlinetta que se coloca en un espacio desconocido para la marca, una evolución, un puente entre dos mundos: el de los clásicos V8 de la marca italiana y la irrupción de la nueva tecnología eléctrica.

foto lateral del Ferrari F8 Tributo

Y es que tradicionalmente, Ferrari siempre ha desarrollado dos berlinettas V8 sobre la misma base. Pasó con el Ferrari 308-328 primero y siguió así hasta el Ferrari 360 Módena y F430. Pero con el Ferrari 458 Italia la cosa ha cambiado: le siguió el 488 GTB y ahora es turno del Ferrari F8 Tributo de esta prueba. ¿Por qué? ¿A qué se debe? Hay dos motivos detrás, a cuál más interesante.

El primero, el oficial por parte de la marca, es que Ferrari quiere ser una marca menos previsible, capaz de sorprender a sus clientes y de crear vehículos inesperados. Bueno, un discurso algo romántico. El segundo es quizás el más real: Ferrari está en pleno proceso de evolución hacia la tecnología eléctrica y hacia motores más eficientes, incluyendo un motor V6 biturbo. Un proceso que todavía no ha culminado.

foto del interior del Ferrari F8 Tributo

El Ferrari F8 Tributo es el puente que unirá en el tiempo a ambos mundos, y de paso, tal como indica su nombre, un tributo, un homenaje a un motor V8 que ha pasado a la historia como uno de los más galardonados, llevándose el premio al mejor motor del año en varias ocasiones. Un tributo al motor, sí, pero también a la manera de entender las altas prestaciones. El Ferrari F8 Tributo es el fin de una era.

¡Un fin de fiesta espectacular!

Y no hay duda que la prueba del Ferrari F8 Tributo empieza bien. Son poco más de las 9 de la mañana y frente a la antigua casa del ‘Commendatore‘ nos esperan varios ejemplares. La imagen es digna de postal; yo la tengo guardada en un rincón especial de mi baúl de los recuerdos. La mitad de los coches están pintados en el clásico ‘Rosso Corsa‘ con el interior en negro y muchas chucherías en fibra de carbono. Una combinación muy deportiva.

foto cenital de la prueba del Ferrari F8 TributoLos otros están pintados en el color ‘Blu Corsa’, un azul eléctrico espectacular que inauguró el 488 Spider y que se combina a la perfección con un interior en cuero camel y acabados en aluminio. Sin duda, una configuración más GT, más elegante.

Y precisamente esa dualidad es una de las grandes protagonistas en la prueba del Ferrari F8 Tributo. Me acomodo en el interior y voy directo al botón de arranque, situado en un volante repleto de botones. Lo hundo y el V8 biturbo de 3.9 litros arranca con un sonido contundente y delicioso. Te pone en alerta. Te pone, en definitiva.

El motor es el mismo que el visto en el 488 GTB, pero con numerosas modificaciones, algunas de ellas derivadas directamente del (prueba) Ferrari 488 Pista, con el que comparte la cifra final de potencia, y otras nuevas, con un esfuerzo particularmente grande a la hora de mejorar la eficiencia, pensando en poder ser homologado bajos las nuevas y exigentes normativas anti-contaminación tanto en Europa como en China.

Un motor que es un portento

Pese a contar con un sistema de admisión y escape revisado, en Ferrari han trabajado mucho en el sonido del motor, para que la eficiencia no arruine la experiencia. Ahora suena todavía más fuerte y desde el interior se aprecia mejor. Sin embargo, en los primeros metros que recorro fuera del Circuito de Fiorano, tengo la sensación de estar en un coche no demasiado dramático.

foto del motor V8 del Ferrari F8 Tributo

El ‘Manettino‘ es el ‘As en la manga’ que se guarda el F8 Tributo y todos los Ferrari modernos. Esconde una carga tecnológica brutal y la adapta a tus necesidades en cada momento. Empiezo con el modo ‘Sport’, en la configuración estándar. El coche se siente firme sobre el asfalto, tenso, pero no incómodo. Si hay un bache, lo notarás a la perfección, pero en los primeros kilómetros descubro que tras su fiereza estética se esconde un coche noble y refinado.

PRUEBA: Ferrari Portofino

Ruedo a 50 km/h y el cambio automático rueda en séptima, sin hacer ruido, sin contaminar más que lo estrictamente necesario. Puedes mantener una agradable conversación o escuchar tu música favorita sin ningún problema.

prueba del Ferrari F8 Tributo

Algo que me llama poderosamente la atención es el volante. En él están integrados todos los mandos del vehículo, desde los intermitentes hasta el limpiaparabrisas. Debo ser sincero: en los primeros kilómetros tiendes a buscar los intermitentes en la posición clásica, pero una vez que te acostumbras, es sorprendentemente eficaz.

Detrás queda ya Maranello y me incorporo a una autopista en dirección sur. Decido aumentar un poco el ritmo y es evidente: a nivel de chasis va sobrado. Subir a 200 km/h es un juego de niños y de lo único que debes preocuparte es de no cruzarte con los Carabinieri. Las recuperaciones son fulgurantes y eso que todavía sigo con el modo más ‘tranquilo’.

Se desata la tormenta

Quedan pocos kilómetros para salir de la autopista y decido colocar el modo Race. Aunque la palabra intimida, en realidad es un modo pensado para una conducción deportiva pero no necesitas estar en circuito para disfrutar de él: el ángel de la guarda tecnológico sigue detrás tuyo para echarte un cable siempre que lo necesites.

Y es que el Ferrari F8 Tributo de esta prueba cuenta con mucha tecnología camuflada. Dos sistemas son fundamentales: el Ferrari Side Slip Angle Control y el Ferrari Dynamic Enhancer. En carretera abierta, con el control de tracción inteligente controlando todo es suficiente, pero si subes mucho el ritmo, estos sistemas se antojan fundamentales para ayudarte a la hora de domar a la bestia.

Empiezo a subir el ritmo. Decido controlar el cambio desde las fabulosas levas de aluminio tras el volante. Y conformo subo el ritmo, el coche cada vez brilla más y más. El motor tiene una rabia descomunal, pero a su vez, no hay ni rastro del lag de la sobrealimentación. En Ferrari afirman que su comportamiento es como el de un motor atmosférico. Quizás se han pasado, ya que la contundencia en la respuesta es abrumadora.

prueba del Ferrari F8 Tributo en carretera

Acelera de cero a cien en menos de tres segundos y cada vez que hundes el pedal derecho la reacción es instantánea. Todo, absolutamente todo, pasa muy deprisa. El motor sube de vueltas en un abrir y cerrar de ojos, las marchas se insertan a la velocidad del rayo y la precisión de los frenos o la dirección resultan abrumadores. La conexión hombre-máquina es total y cuando te quieres dar cuenta estás completamente inmerso en un torrente de emociones y sensaciones que enganchan.

Y es en ese instante, cuando la magia de un Ferrari hace acto de presencia. Te sientes completamente integrado con el coche, eres uno. Los cambios de peso o balanceos son inexistentes y mira que estoy en una carretera realmente revirada. Los frenos parecen disfrutar con el machaque: sin interminables y, como buenos frenos cerámicos, cuánto más calientes, mejor van.

foto de la prueba del Ferrari F8 Tributo en curva revirada

Pero llega un momento en el que la prueba del Ferrari F8 Tributo se ve interrumpida por las leyes de la física. Un coche así no se puede exprimir a fondo en carretera abierta. Y menos en una repleta de ‘Boy Scouts’ y de amas de casa con sus Fiat Panda 4×4.

Prueba del Ferrari F8 Tributo en el Circuito de Fiorano

Afortunadamente, Ferrari lo tiene todo previsto. Así que después de nuestra excursión por las colinas que rodean la región de Módena, vuelta a Maranello para un fin de fiesta por todo lo alto. Antes decido parar en un pueblo para hacer un par de fotos y rápidamente me doy cuenta que aquí la gente está hecha de otra pasta. ¡Hasta las abuelas salen de casa para ver el coche! En España no dejarían el ‘Salvame Deluxe’ por nada del mundo.

PRUEBA: Ferrari 812 Superfast

Antes de ponerme el mono de trabajo para entrar a la pista de pruebas de Ferrari, Raffaele de Simone, jefe de probadores de Ferrari, me va a enseñar los trucos de la pista y, de paso, el potencial del coche. A día de hoy todavía se le acelera el pulso cuando recuerdo esas vueltas rápidas. ¡Una montaña rusa de sensaciones!

foto de la prueba del Ferrari F8 Tributo en Fiorano

No tengo su nivel de conducción ni me conozco Fiorano como la palma de mi mano, pero hay algo que está claro: el Ferrari F8 Tributo es un coche que te hace mejor conductor. Empiezo con el modo ‘Race’, pero apretando desde el comienzo. ¡Solo tengo 4 vueltas y no pienso desaprovecharlas! Lo primero que llama la atención es la eficacia brutal de la transmisión. El cambio de doble embrague no solo sube de marchas prácticamente instantáneo, sino que es increíblemente eficaz a la hora de reducir. ¡No se le puede engañar!

La dirección es otro elemento que brilla. Es precisa, es directa y tiene la dureza justa. En el Ferrari F8 Tributo que estoy utilizando en fiorano la configuración recupera mucha fibra de carbono, incluyendo un volante con una tira de LED en la parte superior que te avisa cuando tienes que cambiar de marcha. ¡La experiencia no puede ser más racing!

prueba del Ferrari F8 Tributo en circuito

Otro elemento que brilla en circuito son los asientos buckets de fibra de carbono. Si se le puede poner un pero a este deportivo, son los asientos de serie. Insuficientes en cuanto agarre para una conducción radical y más orientados para un uso GT del coche. Bien para pasear por la Calle Serrano, mal para morir de placer en el Jarama.

Con los buckets, este problema se soluciona: son cómodos, no son excesivamente duros, pero agarran de maravilla. ¡No te mueves ni un centímetro! Esto también ayuda a que la conexión con el coche sea todavía más intensa. Decido ir un paso más allá y coloco el Manettino en posición ‘CTF-Off’, dejando en modo latente el control de tracción pero manteniendo una serie de asistentes a la conducción prevenidos ante cualquier problema.

prueba del Ferrari F8 Tributo en circuito

Aquí el Ferrari Dynamic Enhacer es el que toma el mando para que la experiencia sea súper gratificante. Es capaz de dosificar el par, de controlar la electrónica, para que el coche permita cierto juego, por ejemplo con espectaculares derrapadas del eje trasero, pero sin perder el control. Hay una diferencia con otros superdeportivos: otros te exigen, este puedes exigirle tú. Tú marcas los límites.

La capacidad de tracción es otra cosa que impresiona, lo bien afinado que está el chasis, lo directo que es el eje delantero, la estabilidad a la hora de tomar las curvas a alta velocidad. Es otro nivel. Hay gente que opina que lo mejor es comprar un coche cuando está al final de su vida útil, ya que ha sido probado y desarrollado al máximo. Esa es la sensación que tengo con el F8 Tributo.

Conclusión: el Ferrari F8 Tributo es un fin de fiesta salvaje

Sí, el Ferrari F8 Tributo es la tercera generación que se basa sobre el mismo coche, pero eso hace que esté perfeccionado hasta el extremo. Un deportivo que puedes usar todos los días o para viajar, pero con una capacidad de hacerte disfrutar que te deja asombrado. Eficaz hasta decir basta, insultantemente rápido, con un motor delicioso e interminable y toda una serie de componentes y tecnología creados para ser los mejores. Siempre.

PRUEBA: Ferrari F40

El momento más duro ya está aquí: la despedida. La prueba del Ferrari F8 Tributo termina en Fiorano por lo que el sabor de boca no puede ser mejor. En carretera abierta ya sentí su potencial, pero es en circuito donde realmente te das cuenta de que este coche prácticamente no tiene límites. ¿La mejor berlinetta V8 de la historia de Ferrari? Sin duda, la evolución más avanzada de un concepto que no debería dejar de existir jamás.

foto de la prueba del Ferrari F8 Tributo en circuito

A destacar A mejorar
Motor Asientos de serie con poco agarre
Chasis Precio inalcanzable
Tecnología de ayuda a la conducción
Ficha técnica Ferrari F8 Tributo
Motor Cilindrada 3.902 cc
Cilindros 8 en V
Potencia máxima 721 CV / 7.000 rpm
Par máximo 770 Nm / 3.250 rpm
Transmisión Caja de cambios Automático, doble embrague, 7 velocidades
Tracción Trasera
Suspensión Delantera Paralelogramo deformable / Resorte helicoidal
Trasera Paralelogramo deformable / Resorte helicoidal
Dimensiones Longitud 4.611 mm
Anchura 1.979 mm
Altura 1.206 mm
Distancia entre ejes 2.650 mm
Alimentación Tipo de alimentación Inyección directa. Turbo
Peso Peso 1.435 kg
Prestaciones Velocidad máxima 340 km/h
Aceleración 0-100 km/h 2,9 seg
Consumos WTLP Combinado 12,9 l/100
Velocidad baja 21,5 l/100
Velocidad media 12,2 l/100
Velocidad alta 10,8 l/100
Velocidad muy alta 11,8 l/100
Emisiones Emisión CO2 292 g/km Euro 6
Precio Precio oficial 264.000 euros

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