Para entender el momento en el que se encuentra ahora BMW en lo referente a la electrificación haría falta retroceder casi tres lustros. A finales de la primera década de este siglo XXI el consorcio alemán lanzaba un modelo experimental bajo la carrocería del MINI Cooper de aquel momento, un auténtico laboratorio con ruedas que sirvió de base para que, cinco años más tarde surgiera el revolucionario BMW i3 (prueba) e, incluso, el BMW i8 (prueba). Desde entonces, la firma bávara no se ha vuelto loca a la hora de sacar modelos puramente eléctricos sino que ha preferido ir leyendo el mercado y, sobre todo, ir perfeccionando su cartera de productos. Así es como ha llegado al momento actual, en el que ha estrenado la quinta generación de su sistema motriz cero emisiones y cuyos principales representantes son tanto el BMW iX (prueba) como el BMW i4 eDrive40 que hoy protagoniza estas líneas.
Un modelo que además, supone un antes y un después en la concepción de la marca pues en su portfolio cuenta con la primera versión desarrollada por el departamento M Motorsport. Un modelo que por desgracia no hemos podido ‘catar’ ya que nuestras miras han ido a parar directamente a la versión más racional (ya habrá tiempo de tener una prueba en profundidad con ese descomunal i4 M50).

Parecido que no igual
Pero antes de entrar de lleno en lo que nos ha transmitido la que además es la primera berlina cero emisiones de BMW cabe destacar que desde los cuarteles generales de Múnich no han querido llamar tanto la atención como con el iX. De hecho, a simple vista y de no ser por los diferentes detalles en azul, por las llantas casi carenadas o por la parrilla completamente cerrada, este BMW i4 eDrive40 luce prácticamente igual que el BMW Serie 4 Gran Coupé (prueba). De hecho, se basa sobre éste con la salvedad de suprimir todo sistema de propulsión que emita gases nocivos o de una línea de escape.

Las diferencias las apreciarás al abrir la puerta (sin marco en las ventanillas, lógicamente) con un puesto de conducción heredado del visto en el SUV eléctrico de nueva generación en el que la BMW Curved Display protagoniza todo. Bajo un mismo marco se disponen dos pantallas que llevan a otra dimensión al conductor de un BMW. El cuadro de instrumentos de 12,3 pulgadas ahora sí ofrece muchas más visualizaciones mientras que la central de 14,9” necesita un intenso periodo de aprendizaje para saber manejar y moverte con fluidez por el entorno del BMW Operating System 8.0 que le da vida y que propone una moderna interfaz. Ni que decir tiene que cuenta con sincronización móvil inalámbrica mediante Apple CarPlay y Android Auto a los que se suma Amazon Alexa. Del mismo modo estrena un Head-up display a color con un sinfín de informaciones mientras que el resto de la zona delantera evoca y mucho al del Serie 4 GC.

En lo relativo a su espacio interno, destacaríamos el confort de los asientos delanteros así como el correcto espacio de la zona trasera. En ella hay hueco para tres ocupantes aunque como ocurre en el Serie 4 GC mejor será que viajen dos a que lo hagan tres. En cuanto al maletero, los 470 litros que cubica son más que notables a los que se accede, eso sí, mediante una tapa.
Probamos el BMW i4 eDrive40
Como te hemos comentado y como probablemente sepas, la gama del BMW i4 se divide en dos versiones: una de acceso i4 eDrive40 con un único motor trasero y el i4 M50 que suma otro motor en el eje delantero para obtener un rendimiento conjunto de 544 CV. Sin embargo, las diferencias entre ambos van más allá de la cifra de potencia pues el segundo propone una puesta a punto más deportiva y firme, propia de la sigla M que han dado vida a todos los modelos de la firma bávara.

Dado que ya habrá tiempo de probarlo en profundidad, has de tener clara una cosa: si no te da el dinero o no te pica tanto el gusanillo como para optar por el M50, no te preocupes, con el eDrive40 estarás a los mandos de un auténtico cochazo. Porque los 340 CV que genera el único motor disponible unido a los 430 Nm de par máximo cumplirán de sobra con tus expectativas. Lógicamente no acelerará con la contundencia del M50 pero los 5,7 segundos que necesita para pasar de 0 a 100 km/h no son para nada baladí. Además, con el i4 eDrive40 tendrás una gran ventaja: te tocará parar menos a cargar.

Cierto es que ambos pueden cargarse en una toma rápida de corriente continua hasta de 210 kW necesitando 30 minutos para obtener el 80% pero con nuestro protagonista BMW ha homologado nada menos que 589 kilómetros de recorrido lo que suponen casi 60 kilómetros más que el firmado por M. En ambos casos, la batería tiene una capacidad bruta de 83,9 kWh (80,7 kWh netos) convirtiéndose además en la más fina de cuantas hay ahora en el mercado pues tiene una altura de tan solo 11 cm. Además, gracias a su modularidad si en algún momento se estropea alguna de las celdas, desde el servicio técnico solo tendrán que extraer la zona defectuosa y sustituirla por otra nueva sin necesidad de cambiar todo el paquete completo. Por último, siguiendo la estrategia neutral en la que está inmersa la marca, estas nuevas baterías carecen de cualquier tierra rara y en su proceso solo se emplean soluciones ecológicas.
PRUEBA: BMW 220i Coupé 2022
Un Jekyll y Mr. Hyde
Volviendo al comportamiento, lo que uno notará a los mandos de este BMW i4 es que tiene entre sus manos dos coches en uno. El primero, una berlina confortable, tranquila y extremadamente cómoda para viajar con la que conseguir acercarse, incluso a velocidades medias altas, a la autonomía homologada por la marca. En el otro lado y siempre que activemos el modo Sport, tendremos un coupé de los pies a la cabeza. Resulta sorprendente cómo en el paso del modo Eco al Sport puede cambiar tanto el carácter de este i4.

No llega a ser un potro desbocado como sí parece que es el M50 pero resulta pasmosamente sencillo circular a velocidades elevadas con un simple golpe de kilowatios (ya no se puede decir gas, lógicamente). Enseguida el i4 eDrive40 sale catapultado hacia delante aunque lo más sorprendente es lo estable que resulta en el paso por curva.
Pese a sobrepasar con creces las 2 toneladas de peso, concretamente registra 2.125 kg, no aparece un balanceo excesivo en los cambios de apoyo. El bajo centro de gravedad unido a una suspensión más firme en el caso de los acabados M Sport, de un reparto de pesos casi perfecto y de una dirección extremadamente comunicativa, convierten a este i40 eDrive40 en todo un traza curvas. La guinda viene determinada por una sonoridad de Oscar, porque de nuevo Hans Zimmer ha vuelto a componer una melodía específica para este programa de conducción. No es para nada intrusiva pero sí suena artificial para aquel que piense en el retumbe del 3.0 TwinTurbo del M4 Competition.
PRUEBA: BMW X4 M Competition
En definitiva
Para el final me dejo el que me ha parecido uno de los sistemas más novedosos de esta quinta generación de las mecánicas eléctricas de BMW: la recuperación adaptativa. Gracias a la inteligencia artificial que monta, el propio vehículo es capaz de evaluar el entorno y decidir qué nivel de recuperación es el más adecuado e incluso circular a vela… y todo sin tener que haber activado el navegador. De hecho, BMW asegura que “el 90% de todas las situaciones de frenado pueden resolverse sin la intervención del freno” y lo adereza con un dato sorprendente: la recuperación máxima del i40 M50 puede llegar a ser hasta de 195 kW. Adicionalmente, el conductor puede incrementar esa intensidad de manera manual colocando la palanca en modo B. Un gesto que activa la función One Pedal similar a la que ya ofrecía el BMW i3s suprimiendo por completo el pedal del freno.

Una solución más para un vehículo, este BMW i4 eDrive40 que sin ser tan extravagante y llamativo como el iX, comparte la práctica totalidad del entramado. Quizá lo ofrece en un ‘envase’ que no pasa por su mejor momento, el de las berlinas, pero que demuestra que puede ser tan eficaz o más en dinámica ahorrándote, además, un buen puñado de euros ya que el PVP de este BMW i4 eDrive es de 61.900 euros mientras que el i4 M50 ya pasa a costar 76.500 euros.
Ficha técnica BMW i4 eDrive40 |
Motor |
Tipo |
1 motor eléctrico |
Cambio |
1 marcha
Pares de engranajes |
Potencia máxima |
250 kW (340CV) |
Par máximo |
430 Nm |
Autonomía |
Kilómetros |
Hasta 590 km |
Batería |
Tipo y capacidad |
Iones de litio / 83,9 kWh |
Tipo de carga |
Corriente Alterna 11 kW
Corriente Continua 205 kW |
Suspensión |
Delantera |
Paralelogramo deformable
Resorte helicoidal
Barra estabilizadora |
Trasera |
Paralelogramo deformable
Resorte helicoidal
Barra estabilizadora |
Frenos |
Delanteros |
Discos ventilados |
Traseros |
Discos ventilados |
Dimensiones |
Longitud |
4.783 mm |
Anchura |
1.852 mm |
Altura |
1.448 mm |
Distancia entre ejes |
2.856 mm |
Maletero |
Volumen |
470 litros
Asientos abatidos: 1.290 litros |
Peso |
Peso |
2.125 kg |
Prestaciones |
Velocidad máxima |
190 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h |
5,7 segundos |
Consumo |
Combinado |
16,1 kWh/100 km |
Velocidad baja |
n.d |
Velocidad media |
n.d |
Velocidad alta |
n.d |
Velocidad muy alta |
n.d |
Emisiones |
Emisiones de CO2 |
0 g/km – Etiqueta 0 |
Precio |
Precio oficial |
Desde 61.900 euros |