El Audi TT RS Roadster que he probado durante una semana llama la atención por su musculosa imagen exterior, sorprende con un habitáculo tecnológico y deportivo a partes iguales, enamora por la contundente respuesta de su motor 2.5 TFSI de cinco cilindros y te ‘engancha’ con un sonido y un comportamiento deportivo. Y hace todo esto sin renunciar a la relativa versatilidad para el día a día que ofrecen los Audi TT Roadster (prueba) más normales.

He tenido ocasión de conducir todas las generaciones del Audi TT RS Roadster, al fin y al cabo, tampoco han sido muchas: el primero de todos llegó en 2009 y se despidió de nosotros en 2013 con el lanzamiento del Audi TT RS plus (prueba) de 360 CV, mientras que este que nos ocupa representa a la segunda evolución de esta versión de altas prestaciones. Y una cosa puedo decir, porque aunque dinámicamente haya mejorado, lo que más me gustó del primero que conduje sigue estando presente en la última versión: el fantástico motor turboalimentado de cinco cilindros en línea.

Y en cierto modo es normal, ya que tiene una respuesta, una fuerza y emite un sonido capaz de espabilar a cualquiera. Pero si no has tenido la oportunidad de experimentar las sensaciones de este bloque (que también puedes encontrar en el Audi RS 3), seguro que te ayudará saber que ha sido galardonado ocho veces consecutivas como el “Motor del Año” en su categoría. Y aunque para el TT RS Roadster que pruebo, así como para el TT RS Coupé, ha evolucionado considerablemente respecto al de sus predecesores, resultando más ligero (26 kg menos) pero al mismo tiempo más potente y eficiente, sigue siendo igual de ‘adictivo’.

Visualmente, el Audi TT Roadster más deportivo de la gama se diferencia de sus hermanos pequeños en elementos como los paragolpes delantero y trasero, la parrilla, las llantas, los escapes dobles con grandes salidas ovaladas, los pilotos traseros (que en este pueden ser OLED opcionalmente) o en el alerón trasero, que es fijo u opcionalmente retráctil. Todos estos cambios son suficientes para que sea inmediatamente reconocible como algo más que un Audi TT normal y para que se aproxime de esta forma a su hermano mayor, el espectacular Audi R8 V10 que probamos hace unos meses.

Y el parecido con este último me parece todavía mayor cuando accedo al habitáculo del Audi TT RS Roadster, donde descubro un volante idéntico al que montan los Audi R8, elemento que dispone de los mismos mandos satélites desde los que puedes poner en marcha o apagar el motor o desde donde puedes seleccionar los diferentes modos de conducción. Otros detalles específicos del TT RS son la decoración de la consola central, que además de en aluminio o carbono (este último, el de la unidad de la prueba, es opcional), puede tener apliques en rojo o gris. Por supuesto, también hay unos asientos deportivos, el Audi virtual cockpit con diseños específicos, unos pedales de aluminio…

En esta zona nos encontramos con otra novedad del Audi TT RS que no encontrarás en ninguna otra versión del TT: un botón desde el que el conductor puede modificar las mariposas de las salidas de escape para que cambie el sonido del motor. Y ya que hablo de este elemento, volver a insistir en su espectacular rugido, que se transforma en un verdadero ‘pertardeo’ cuando la aguja del cuentavueltas se aproxima a la zona roja o cuando levantas el pie derecho del pedal del acelerador. Sin duda suena mejor que un Porsche 718 Boxster S (prueba). Adicionalmente, es posible acentuar todavía más esta característica con escape deportivo RS opcional, que visualmente se diferencia porque las salidas están rematadas en negro.

El bloque 2.5 TFSI de aluminio desarrolla 400 CV de potencia y un par motor de 480 Nm, cifras que por sí solas ya impresionan. Pero lo llamativo es que esa cifra de par motor está disponible de manera constante desde muy abajo (1.700 rpm) y hasta que prácticamente acaricia las 6.000 revoluciones por minuto, instante en el que ya están disponibles todos y cada uno de sus caballos. En la práctica, cuando conduces el Audi TT RS Roadster, esto se traduce en una respuesta contundente en toda la franja del cuentavueltas.

Esta mecánica está asociada en esta generación a una única caja de cambios: una transmisión S tronic de doble embrague y siete velocidades que incluye funciones como el ‘Launch control’, con el que es posible obtener la mejor aceleración posible saliendo desde parado. Y esta trabaja en asociación con un sistema de tracción quattro de última generación equipado con embrague multidisco electrohidráulico que es capaz de variar la cantidad de potencia y par que manda a los ejes delantero y trasero.

El conductor puede seleccionar el comportamiento del sistema de tracción a través del ya mencionado Audi drive select (desde el pulsador ubicado en el volante o desde el mando MMI Touch). En caso de necesitar más agarre, esta tracción quattro se combina con el control selectivo del par, una funcionalidad del control electrónico de estabilidad que se encarga de frenar las ruedas interiores. El resultado de todo esto es un TT RS menos subvirador y más gratificante y divertido de conducir que nunca.

Y más si cabe en el TT RS Roadster, en el que con presionar un botón y en tan solo 10 segundos, podrás disfrutar de todo esto con el cielo como techo. Su capota, que es textil con material aislante y estructura de magnesio, acero, aluminio y polímero, pesa tan solo 39 kilogramos y puede accionarse en movimiento a velocidades de hasta 50 km/h. Conducir este coche descapotado a través de una carretera de montaña es un verdadero placer tanto por su comportamiento como por el sonido que llega hasta tus oídos.

Pero claro, no todo puede ser positivo y en este caso, el principal problema que encuentro en el Audi TT RS Roadster que he probado es el precio: desde 82.970 euros. Cantidad que, como seguramente te estés imaginando, no incluye muchas de las opciones que llevaba la unidad de las fotos (escape RS, amortiguadores magnéticos, pilotos OLED…) y que pueden incrementar considerablemente su precio. Por menos de esa suma puedes acceder a coches como el ya mencionado 718 Boxster S, pero también a modelos como el BMW M2 Coupé (prueba), que cuesta unos 17.700 euros menos y aunque visualmente puede resultar más discreto, es incluso más divertido de conducir.

A destacar A mejorar
Prestaciones Consumos
Sonido / Motor Precio
Diseño
Ficha técnica Audi TT RS Roadster
Motor Cilindrada 2.480 cc
Cilindros 5 en línea
Potencia Máxima 400 CV / 5.850 - 7.000 rpm
Par Máximo 480 Nm / 1.700 – 5.850 rpm
Transmisión Caja de Cambios Aut. 7 velocidades
Tracción Total
Suspensión Delantera McPherson / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora
Trasera Paralelogramo deformable / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora
Dimensiones Longitud 4.191 mm
Anchura 1.832 mm
Altura 1.346 mm
Distancia entre Ejes 2.505 mm
Alimentación Tipo de Alimentación Inyección directa/indirecta / Turbo / Intercooler
Peso Peso 1.605 kg
Prestaciones Velocidad Máxima 250 km/h (limitada)
Aceleración 0-100 km/h 3,9 seg
Consumos Urbano 11,3 l/100 km
Extraurbano 6,5 l/100 km
Combinado 8,3 l/100 km
Emisiones Emisión CO2 189 g/km
Precio Precio final 82.970 euros

Fotos: Álex Aguilar

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