Ya hablamos largo y tendido de la interesante historia del Porsche 959, un coche que supuso el culmen a un proyecto que buscaba desarrollar el mejor superdeportivo de los años ’80. Porsche logró crear uno de los coches más avanzados de su época. Lo llevó al Dakar e incluso creó una versión, el 961, para las carreras de resistencia. Y, para conseguirlo, tuvo que pasar años desarrollando el modelo con prototipos como el Porsche F9 que protagoniza estas líneas.
Distribución de par variable, tracción a las cuatro ruedas, turbocompresores secuenciales, frenos ABS, altura de conducción ajustable y monitorización de la presión de los neumáticos. Todos estos avances se dieron cabida en el Porsche 959 (prueba) cuando la firma de Stuttgart lo introdujo en el mercado en 1987. Los informes apuntan a que se fabricaron alrededor de 329 unidades del 959, incluyendo prototipo y modelos de pre-producción, y solo 29 contaban con las especificaciones Sport (los otros 300 eran modelo Komfort).
Porsche F9, el prototipo aligerado, más potente y rápido del 959 Sport
En su fase de desarrollo se crearon tres series de prototipos: F, N y V. De la primera, los prototipos F, se construyeron 12 unidades, todos ellos basados en el chasis del Porsche 930 Turbo. Los dos primeros eran maquetas no funcionales y los otros 10 se podían conducir, además de que cada uno de ellos se parecía más al 959 Sport de producción.
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Esto nos lleva al noveno prototipo de la serie, el Porsche F9, uno de los coches de los que se conocen más detalles y uno de los pocos que acabó en manos privadas. Si observas las fotos que acompañan este artículo, cortesía de Girardo&Co., puedes apreciar que el F9 podría pasar por unos de los 29 Porsche 959 Sport fabricados. Sin embargo, prestando atención verás que hay una serie de detalles que lo diferencian.
Por ejemplo, el alerón trasero se moldeó a mano y las salidas de escape miran hacia el suelo. No hay revestimiento en los pasos de rueda, el tapón de llenado de aceite externo detrás de la puerta del lado del pasajero no se abre con un tirador en la cabina, sino con el compartimento del motor, y los faros delanteros no presentan los difusores de lavado que sí ofrecía el modelo de calle.
Aunque el 959 Sport no contaba con el lujoso interior de cuero del 959 Komfort por razones de ahorro de peso, el F9 aún lo presenta. También hay interruptores para el sistema de aire acondicionado, aunque el coche no está equipado con compresor. Donde normalmente hay dos diales giratorios para los sistemas de amortiguación y altura regulables, solo hay uno, y además no funciona porque el 959 Sport prescindía de la pesada suspensión activa.
Más ligero y también más potente que cualquier otro 959 de calle
Se estima que el Porsche F9 pesa uno 100 kilos menos que el 959 Sport, un coche que, a su vez, ya era unos 100 kilos más ligero que el 959 Komfort. Por si esto no fuera suficiente, el prototipo recibió también una versión más potente de motor bóxer biturbo de 2.85 litros, que, en lugar de 450 CV como el modelo de calle, ofrecía 508 CV de potencia. Esto, por supuesto, tenía su efecto en las prestaciones, siendo más rápido y veloz que cualquier otro 959.
La historia dice que la serie F de prototipos del 959 se sometió a pruebas exigentes donde cubrieron miles de kilómetros durante un período de tres años en las interminables rectas de Ehra-Lessien, las curvas de Nürburgring Nordschleife, las carreteras nevadas de Suecia, los climas bajo cero de Noruega y la legendaria pista de pruebas en el centro de desarrollo de Porsche en Weissach.
Sorprendentemente, el F9 es uno de los pocos prototipos que, una vez acabado el desarrollo del superdeportivo de Porsche, no fue destruido. El prototipo experimental, según cuenta la leyenda, acabó en manos de Vasek Polak, propietario de un concesionario Porsche y Audi en Estados Unidos, que recibió tanto el F9 como el F7 en 1988 a cambio de ayudar a la compañía alemana en el desarrollo del 959.
Ha cambiado de manos en varias ocasiones y actualmente se encuentra a la venta
Sin embargo, una de las condiciones era que Polak ni ninguna otra persona podían conducir los prototipos. Se dice que Porsche entregó los coches sin las llaves, para que los prototipos solo se usaran con fines de exhibición. En 1991, los dos coches se unirían a la Colección Matsuda en Japón, donde permanecieron seis años hasta el fallecimiento de Polak en 1997.
En ese momento, los dos prototipos volvieron a Europa y se pusieron a la venta, al mismo tiempo que se sometieron a una completa restauración. Desde entonces, los coches se han separado y el Porsche F9 acabó siendo registrado en el Reino Unido en 2020 por su propietario actual, quien ha decidido ponerlo de nuevo a la venta a través de Girardo&Co.
Fotos: Girardo&Co.