La industria de la automoción en nuestro país es muy prolífica, pero la mayoría de modelos que se elaboran en nuestro territorio son de marcas extranjeras. Ahora bien, eso no quiere decir que no podamos considerarlos como propios. Por eso hemos querido recopilar en una lista los mejores coches españoles que se han hecho jamás. Puede que no estén todos los que son, pero seguro que son todos los que están:
Seat León, uno de los mejores coches 'españoles'
Con el paso del tiempo, el (prueba) Seat León se ha convertido en uno de los compactos de referencia. No en vano, muchos de los meses de los últimos años es el modelo más vendido en toda España. Ahora ya va por su cuarta generación, que está recién estrenada, y es uno de los modelos a seguir por comportamiento dinámico y relación entre calidad y precio.
Hispano-Suiza Carmen
El Hispano-Suiza Carmen es un hiperdeportivo con más de 1.000 CV de potencia. Su sistema de propulsión es completamente eléctrico y se trata de un vehículo de lo más lujoso. Lo vimos por primera vez en el Salón de Ginebra de 2019 y es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos.
Pegaso Z-102
El Pegaso Z-102 es un obligado entre los mejores coches españoles que han existido en la Historia. Fue fabricado en la década de los años '50 y contaba con un V8 debajo del capó, con tres cilindradas diferentes, eso sí. Solo se construyeron 83 unidades y su precio a día de hoy, con la inflación, superaría los 130.000 euros.
Peugeot 205, otro de los mejores coches 'españoles'
Peugeot consiguió crear con el 205 uno de los modelos más duraderos que tenemos en nuestra memoria. Un utilitario cuyo lema era 'contigo al fin del mundo'. Y seguro que aguantaba gracias a su fiabilidad. Incluso con el 106 ya en el mercado, su teórico sustituto, la gente seguía prefiriendo el 205. Duró a la venta más de 15 años.
Seat Ibiza
Como le ocurre al León, el (prueba) Seat Ibiza es uno de los modelos más exitosos en lo que a ventas en nuestro país se refiere. Un modelo urbano que llama la atención también por su relación entre lo que ofrece y lo que cuesta, y por exhibir un comportamiento dinámico destacable, así como un espacio de los mejores del segmento. Un producto de lo más convincente.
Citroën CX
Nadie puede negar que Citroën ya no es lo que era. El listón histórico, no obstante, está muy alto. Y el CX es uno de los que tienen buena parte de culpa. Una berlina que tenía la difícil tarea de sustituir de forma exitosa al DS, y vaya si lo hizo. Destacaba por tener un coeficiente aerodinámico de tan solo 0,35 Cx, un hito para la época.
GTA Spano
El GTA Spano es famosísimo. 'El superdeportivo español'. Un modelo resulta revolucionario por utilizar en su producción materiales un tanto raros de ver, como el kevlar o el grafeno. Sin embargo, lo que más impresiona es que bajo sus entrañas esconda un propulsor que entrega 925 CV de potencia: un espectacular bloque V10 de 7,9 litros.
Alpine A-110 FASA
Ya te contamos en la prueba del Alpine A110 1300 cómo se las gastaba este modelo clásico francés. Un deportivo excitante y divertido de conducir que llegó a fabricarse en nuestro país cuando la producción cesó en Francia, a finales de la década de los años '70. Tuvo motores de hasta 85 CV de potencia.
Seat 600
Para terminar, un Seat que se encargó de acercar la movilidad en coche a prácticamente todas las familias españolas: el 600. Probablemente, de entre los mejores coches españoles que hay y que ha habido, este sea el más importante de todos. Supuso un antes y un después por muy 'de juguete' que pueda parecer en la actualidad.
Hispano Suiza Alfonso XIII, otro de los mejores coches ‘españoles’
A principios de siglo XX, Hispano-Suiza era la marca que mejor representaba el lujo en el automóvil. El Alfonso XIII (esta es su historia) era un modelo T45 fabricado en 1911 a petición del monarca, gran aficionado a los coches y a las carreras que ya empezaban a ser populares en aquellos años. Bautizado con el nombre del rey, se considera el primer deportivo como tal de la historia: un biplaza con un motor de cuatro cilindros en línea y 3.619 centímetros cúbicos que desarrollaba 60 CV trasmitidos a las ruedas traseras mediante una caja de cambios manual de tres velocidades. Alcanzaba los 120 km/h, una velocidad alta para la época.
Citroën C15
Se trata de un icono que ha sobrevivido a varias generaciones, desde 1985 hasta 2005. Durante todo ese tiempo, se produjeron un total de 1.181.407 unidades, de las cuales muchas salieron de la planta de Vigo y todavía siguen rodando, sobre todo, en las zonas rurales. La Citroën C15 (esta es su historia) derivaba del Visa y se ofrecía con dos motores de gasolina (de 60 y 75 CV) y uno diésel (60 CV), todos atmosféricas y de cuatro cilindros, procedentes del Peugeot 205. La denominación C15 se debía a su Masa Máxima Autorizada, que era de 1.500 kg. Hubo varias versiones diferentes: con y sin ventanillas laterales, isotérmica, pick-up, de policía y hasta una autocaravana.
Hay una falta de ortografía en el número 4 (Pegaso Z-102). Inflación es con una sola "c". Un saludo.
Toda la razón Juan Antonio, ya está corregido y disculpa el despiste ;)