Cumpliendo con lo prometido, el fabricante japonés ha presentado al nuevo Mazda3 2019 aprovechando el Salón de Los Ángeles 2018. Se trata de la cuarta generación del popular compacto de Mazda y sustituye al Mazda3 (prueba) lanzado en 2013. Un vehículo que llega con una atractiva estética y con importantes y vanguardistas novedades en el apartado mecánico.
Ha sido desvelado tanto con carrocería de cinco puertas (Mazda3 2019) como en versión sedán (Mazda3 SportSedan 2019). Y lo cierto es que visualmente recuerda inevitablemente al prototipo que nos anticipó sus características, el también atractivo Mazda Kai Concept. Los diseñadores de la marca han logrado mantener intactas las principales señas de identidad de ese prototipo en el modelo definitivo.
Algo que no suele ser habitual y que, en nuestra opinión, es todo un acierto. Así el nuevo Mazda3 2019 se beneficia de la última evolución del diseño Kodo de Mazda, con rasgos simplificados pero más emotivos. Y en el caso del Mazda3 con carrocería sedán además se aprecian rasgos provenientes del Mazda Vision Coupé Concept mostrado hace algo más de un año.
Este último también ha servido de inspiración para dar forma al habitáculo del nuevo Mazda3 2019. Ahí hayamos un espacio de líneas simples y modernas, centrado en el conductor y sin prácticamente botones. La calidad general de los materiales empleados y de los acabados ha subido, al igual que se ha ampliado la lista de equipamiento tecnológico. En este sentido, destaca la pantalla de 8,8” del sistema multimedia o el ‘Head-Up Display’.
El Mazda3 2019 estrena la tecnología SKYACTIV-X
Pero sin duda el aspecto más sorprendente del nuevo Mazda3 tiene que ver con sus motorizaciones. Por ahora solo han indicado que se ofrecerá con bloques 1.5, 2.0 y 2.5 de gasolina y un diésel de 1.8 litros en función del mercado. Y a estas mecánicas diésel y gasolina tradicionales, disponibles con cambio manual o automático, se sumará otra con tecnología SKYACTIV-X.
Este concepto de Mazda combina características de los motores de gasolina con las de los diésel para conseguir una mejora en la eficiencia y en el rendimiento. El ‘truco’ está en que se trata de un motor que puede operar con encendido por compresión o con chispa para buscar la máxima eficiencia y el mejor rendimiento.