Cuando salió la primera película de ‘A todo gas’ pocos pensaron que la saga pudiese estirarse tanto. Los coches de ‘A todo gas’ han marcado a varias generaciones, y aunque la época de tuning pasó a mejor vida y los vehículos de ‘Fast& Furious’ son ahora diferentes, muchos seguimos soñando con algunos de los primeros modelos. Ya van ocho largometrajes y muchos automóviles diferentes que hemos visto en la pantalla. ¿Quieres saber cuáles son los coches de ‘Fast & Furious'? Pues vamos a hacer un repaso a través de las dos primeras entregas.
Los coches de ‘A todo gas’
Toyota Supra
El Toyota Supra es uno de los más destacados coches de ‘A todo gas’, no solo de la primera entrega, sino de la saga en general. En la ficción es conducido por Brian O’Conner -interpretado por el malogrado Paul Walker- y llega a perderlo en una carrera con el otro protagonista, Dominic Toretto -Vin Diesel-.
Dodge Charger
El Dodge Charger R/T de 1970 de Toretto es el otro gran protagonista de los coches de ‘Fast & Furious’, y se enfrenta al Supra de O’Conner al final de la primera película. Es un caballo desbocado e inicialmente Toretto no se atreve a conducirlo, algo lógico viendo el final del pique entre O’Conner y él…
Mazda RX-7
Nunca, nunca se puede pasar por alto un Mazda RX-7, uno de los mejores deportivos que ha creado la marca japonesa en su historia y que esconde un motor rotativo debajo del capó. Es uno de los primeros coches de Dominic Toretto en ‘A todo gas’ a pesar de su predilección por los clásicos americanos.
Honda Civic
La actividad del Honda Civic de ‘A todo gas’ no es muy ética, ya que los protagonistas lo utilizan para robar. Pero eso no quita que el coche sea una maravilla tanto mecánica como estética. Un coupé de dos puertas que sigue enamorando a día de hoy y cuyo precio en el mercado de coches de segunda mano no es para nada barato.
Volkswagen Jetta
El propietario del Volkswagen Jetta de ‘A todo gas’ es Jesse, personaje interpretado por Chad Lindberg. Es uno de los coches de ‘Fast & Furious’ más característicos debido a su decoración tunera. En el año 2016 la unidad que apareció en la película fue subastada y su precio llegó casi a los 40.000 euros.
Los coches de ‘A todo gas’ 2, 2 Fast 2 Furious
Mitsubishi Eclipse Spyder
El Mitsubishi Eclipse Spyder le toca por casualidad a Roman Pearce, que en la realidad es Tyrese Gibson. Al principio no está muy por la labor de colaborar con Brian, pero cuando ve que su misión la llevará a cabo sentado al volante de este cabrio, le cambia la cara. Su decoración es cuanto menos llamativa.
Mitsubishi Lancer Evolution
Otro japonés de la misma marca, en este caso un Mitsubishi Lancer Evo VII amarillo, es la ‘montura’ de Brian para luchar contra el mal junto a Roman. Su escena cumbre llega cuando circula por una autopista marcha atrás esquivando a los demás coches de la vía, pero aun yendo normal no pasa mucho desapercibido.
Dodge Challenger
El Dodge Challenger aparece entre el parque de coches de ‘A todo gas’ 2 precisamente cuando Brian y Roman se juegan sus dos modelos japoneses en una carrera nocturna. Para eso tuvieron que derrotar a este americano y a un Chevrolet Camaro, cosa que fue de todo menos sencilla.
Chevrolet Camaro
Un Chevrolet Camaro SS de 1969 es otro de los grandes destacados entre los coches de ‘2 Fast 2 Furious’. Su momento cumbre llega, precisamente, en el momento en el que están en peligro tanto el Eclipse de Roman como el Lancer Evo de Brian debido a la carrera. Al final acaba en manos de los protagonistas por muy poco.
Nissan Skyline
Y el que posiblemente sea el mejor coche de ‘A todo gas’ 2, para el final. El Nissan Skyline es toda una institución entre los coches de ‘Fast & Furious’ a pesar de que su pintura no es tan llamativa como la de otros modelos de la saga. Ni falta que le hace. Eso sí, incorpora unas luces de neón azules en los bajos.
El brutal y aerodinámico Nissan GT-R de Franco Scribante Racing
Los coches de 'A Todo Gas' 3, Tokyo Drift
Volkswagen Touran
Puede que no sea uno de los más llamativos en cuanto al modelo, pero el Volkswagen Touran de Twinkie, uno de los protagonistas, era de lo más extravagante. Tenía un sistema de audio que le ocupaba todo el maletero y estaba pintado de verde 'Hulk'. Además, en su carrocería lucía los puños del superhéroe de Marvel.
Nissan 350Z
Quizá tengas que hacer memoria, pero el predecesor del actual 370Z era el Nissan 350Z, un deportivo japonés. Contaba con una propulsión trasera y un motor atmosférico de unos 300 CV, dependiendo de la versión, que le convertían en el coche perfecto para derrapar. Justo lo que importaba en la tercera película de esta saga.
Mitsubishi Lancer Evolution
En la entrega anterior ya lo habíamos visto con una carrocería pintada de amarilla, pero en esta el Mitsubishi Lancer Evolution es un coche rojo. Además, su función dentro de la trama cambia por completo. Ahora no ha de ser el coche más rápido, sino el que mejor derrape de todos. Eso sí, está 'tuneado' por completo.
Mazda RX-7
Otro que está modificado a tope es este Mazda RX-7. Tanto que con el kit estético y aerodinámico que luce, el cual está fabricado por Veilside, es prácticamente irreconocible a primera vista. Incluye un exterior pintado de naranja y negro, así como unas llantas de aleación cromadas y un alerón muy llamativo en su zaga.
Dodge Viper
Sin duda, el Dodge Viper es uno de esos coches que recordamos con cariño de nuestra infancia. El que sale en los coches de A Todo Gas, en la tercera parte, es uno rojo y descapotable. Pero lo mejor, como suele pasar, no se ve: está debajo de su capó. Se trata de un bloque V10 de más de 500 CV.
Los coches de 'A Todo Gas 4', Aún más rápido
BMW M5
El BMW M5 E39 es considerado por muchos el último M5 purasangre. ¿La razón? Iba ligado obligatoriamente a una caja de cambios manual y con su sistema de propulsión trasera, su bloque V8 atmosférico y unas ayudas electrónicas desconectables casi en su totalidad le convertían en el perfecto juguete para el petrolhead adulto.
Porsche Cayman
El Porsche Cayman es uno de los deseos de todos aquellos que sueñan con tener un Porsche no excesivamente caro. Pero en la época en la que formó parte de los coches de A Todo Gas era aún un poco desconocido. Además, llamaba la atención a través de su discreción, ya que en la película era blanco entre tanto coche de varios colores.
Subaru Impreza
Es más que probable que el Subaru Impreza de la cuarta entrega de A Todo Gas sea el menos reconocible como un Impreza. Detrás de la historia de este modelo suele haber carrocerías de tres volúmenes, mientras que en esta versión se trataba de un compacto al uso. Eso sí, no le faltaba potencia ni una imagen muy radical... al menos en la película.
Chevrolet SS Chevelle
El Chevrolet SS Chevelle es uno de esos grandes clásicos americanos que pudieron verse relegados a un segundo plano. En este caso el Ford Gran Torino fue más conocido, pero el modelo de Chevrolet era digno de destacar. No en vano el encargado de ponerse a sus mandos en la película fue uno de los grandes protagonistas, Dominic Toretto.
Buick GNX Grand National
El Buick GNX Grand National es una berlina coupé deportiva que data de la época en la que a BMW le dio por estrenar un viejo conocido como el M3. Y como es americano, qué mejor forma de homenajearle que hacerle protagonista en una de las películas de A Todo Gas. Bajo su capó esconde un propulsor de gasolina sobrealimentado V6 de 3,8 litros.
9 coches cuyos motores aguantan más de un millón de kilómetros
Los coches de 'A todo gas 5', Fast Five
De Tomaso Pantera
Me parece que toda aquella persona que presuma de ser aficionada a los coches tiene que tener un hueco en su corazón para el De Tomaso Pantera. Durante los últimos meses hemos sabido que la marca renacerá próximamente, lo cual es una gran noticia. Y mientras tanto podemos disfrutar de clásicos como este en la quinta entrega de 'A todo gas'.
Porsche 911 GT3 RS
Nunca se puede hacer ascos a un Porsche 911 GT3 RS, incluso si se trata de la generación 996, que está considerada como la más fea de todas. Y es que tanto esta variante como la Turbo se cotizan mucho en estos días al ser un deportivo muy especial. Con su desaparición cambió un poco la filosofía del 'nueveonce'.
Chevrolet Corvette C2
La segunda generación del Chevrolet Corvette ya es de por sí un coche raro en estos días. No se ven muchos por la calle, y menos en las ciudades del viejo continente. Pero es que el que apareció en Fast Five es todavía más singular al tratarse de la versión Grand Sport Roadster. Lo malo es que no acabó del todo bien en la película: cayó al agua y se 'murió'.
Ford GT40
Seguro que si has escuchado hablar durante los últimos días a alguien sobre el Ford GT40 ha sido para contarte que ha visto la película de Le Mans. Y ese fue su origen. Pero también tuvo su cuota de protagonismo en el cine en otros largometrajes, como Fast Five. Un coche que tiene un aura especial por su historia y su ambición de ganar a los Ferrari.
Dodge Charger
El Dodge Charger es un vehículo que impone bastante. Sin embargo, esto se ve reforzado en la quinta entrega de la saga debido a que va 'disfrazado' de coche de policía. Un montón de luces y, sobre todo, unas protecciones delanteras que le hacen ser más duro. A bordo de sus mandos se roba la caja fuerte con más dinero de toda la película.
Los coches de 'A todo gas 6', Fast and Furious 6
Ford Escort RS1600
Creo que si el Ford Escort RS1600 no te parece una auténtica y absoluta preciosidad... no tienes corazón. Este norteamericano tiene un carácter y una filosofía muy diferente a la de los muscle cars yanquis, pero es lo que le hace precisamente diferenciarse y ser mucho más especial. Además, la configuración con la que aparece en 'A todo gas 6' es espectacular.
Nissan GT-R
¿Qué te puedo contar del Nissan GT-R que ya no sepas? Es el superdeportivo japonés por excelencia. En la película numéro seis de la saga automovilística aparece la generación R35, una de las últimas, conducida cómo no por Brian O'Conner. Eso sí, se ve que ha sido tuneado hasta los dientes, con un kit BenSopra y algunas modificaciones interiores más.
BMW M5
Puedo prometer y prometo que pocas veces he escuchado un sonido tan espectacular como el bramido del 5.0 V10 de 507 CV del BMW M5 E60. Una berlina deportiva de propulsión trasera que enamora; una máquina de derrapar. En la sexta entrega de 'A todo gas' ya se encargan de demostrárnoslo recorriendo las calles de Londres.
Jensen Interceptor
El fabricante Jensen Motors construyó el Jensen Interceptor solamente a lo largo de 10 años, comprendidos entre 1966 y 1976. Tiene una estética propia de hot-hatch, muy atrevida para la época en la que se comercializó. Pero es que debajo del capó de los 6.000 ejemplares que salieron de fábrica latía un V8 que enviaba toda la potencia al eje trasero.
Dodge Charger Daytona
El Dodge Charger Daytona es uno de esos modelos americanos que nos enamoraron en la década de los años '70, en donde hubo algunos parecidos razonables. Como por ejemplo, con el Plymouth Superbird. Esta variante se ideó para que participase en la NASCAR, razón por la cual puede alcanzar los 320 km/h de velocidad punta. Y si no me crees, mira su alerón.
Los coches de A todo gas 7, Fast & Furious 7
Aston Martin DB9
El DB9 es uno de los pocos Aston Martin que aparecen en esta saga de películas. En la número 7 podemos contemplar a uno de los más deseados, si bien el que lo conduce es el personaje 'malo', interpretado por Jason Statham. Por supuesto, cuenta con su preparación pertinente, algo que se ve al primer vistazo, como por ejemplo en su pintura mate.
Dodge Charger
El Dodge Charger ya es uno de los clásicos entre los coches de A todo gas, después de que Dominic Toretto exhibiera el suyo en la primera entrega. En este caso nos encontramos con la versión R/T y con varias 'chuches', tanto estéticas como de motor. Cuenta con un bloque que desarrolla 500 CV de potencia y que va unido a una transmisión manual de tres velocidades.
Subaru Impreza
Que Brian O'Conner, interpretado por Paul Walker, salga conduciendo coches japoneses, también es otra de las señas de identidad de estas películas. En la séptima aparece con un precioso Subaru Impreza en su versión más deportiva, la STi. Se trata de la generación de mediados de los 2000, cuando esta berlina deportiva aún conservaba el nombre de Impreza.
Plymouth Roadrunner
El Plymouth Roadrunner es una berlina clásica americana de esas con las que solemos babear, con un motor muy grande y una estética de clásico yanqui que nos enamora. En la séptima película lo podemos ver en una persecución a través de las calles de Los Ángeles, y conducido por Dominic Toretto. Pero el vehículo no acaba muy bien parado.
Dodge Challenger
Si te gustan los coches americanos modernos, el Dodge Challenger SRT 8 que aparece en Fast & Furious 7 te encantará. Especialmente si llamar la atención es lo tuyo, ya que con un color verde pistacho en su carrocería, así como con elementos oscurecidos, no hay quien pase desapercibido con él. Otro modelo que se suma a la lista de Dodge que aparecen en A todo gas.
Los coches de A todo gas 8, The fate of the furious
Dodge Charger
De nuevo el Dodge Charger, y de nuevo Dominic Toretto a sus mandos. Aunque, dadas las circunstancias a las que se enfrenta en la octava entrega, este coche tiene el sobrenombre de 'Ice' (hielo). Y por si acaso no tenía ya la suficiente potencia, esta unidad cuenta con un motor extra en la parte de atrás para aportarle un poco más de 'punch'.
Subaru BRZ
El BRZ es un Subaru al que ya vimos en anteriores entregas de esta saga. Sin embargo, pone un poco de acento japonés entre los coches de A todo gas 8. Como no podría ser de otra forma, va 'tuneado' hasta arriba, con un paquete estético aerodinámico muy llamativo. Sin embargo, y aunque parezca algo contradictorio, es uno de los más discretos de la película.
Rally Fighter
A pesar de que seguro no es el que más corre de la película, antes del estreno de la misma se filtró que Letty, a quien da vida la actriz Michelle Rodríguez, se pondría a los mandos de este engendro llamado Rally Fighter. Como podrás imaginar, está fabricado expresamente para soportar una conducción muy agresiva por todo tipo de terrenos. Y los golpes, por supuesto.
Lamborghini Murciélago
En la octava película Roman, personaje al que interpreta Tyrese Gibson, tiene la oportunidad de conducir nada más y nada menos que un Lamborghini. Se trata de un Murciélago, un superdeportivo de infarto que, para colmo, cuenta con una carrocería decorada en un color naranja la mar de llamativo.
Chevrolet Fleetline
Puedes ver a este coche en el vídeo superior, alrededor del minuto 9 del mismo. Todo un Chevrolet Fleetline que data del año 1951 y que, como no podría ser de otra forma dada su estética, aparece en Cuba. Concretamente, en una carrera en la que participa uno de los grandes protagonistas de la saga, Vin Diesel. Eso sí, se encuentra bastante 'tuneado'.
Menuda cantidad de coches salían en la 2, a mi es la que más me gusta y el nivel de los coches era muy alto, no como ahora que apenas sale un coche.