La historia del BMW V12 LMR comienza en 1997 con su predecesor, el V12 LM, quien no cosechó el éxito que se esperaba de él. Sin embargo, sirvió como base para crear un prototipo que siempre será recordado por haber sido el último vencedor del siglo XX en la legendaria carrera de resistencia celebrada anualmente en el circuito de La Sarthe. Hagamos un repaso a su trayectoria.
Tras su debut en el Campeonato Mundial de Resistencia, McLaren llega a un acuerdo con BMW para desarrollar sus equipos y afrontar la temporada de 1995. Este año, el McLaren F1 GTR haría historia al conseguir la victoria en las 24 Horas de Le Mans el mismo año de su debut. Esto despertó en BMW un gran interés por la mítica carrera de resistencia francesa, llevando a BMW Motorsport a extraer su máximo potencial dos años más tarde.
El éxito inspirador de McLaren en Le Mans
La decadencia del F1 GTR era manifiesta frente a sus rivales de Mercedes y Porsche claramente superiores. En 1997, la firma de Woking se retira oficialmente del campeonato, pero no se lleva a BMW consigo. El fabricante alemán decide afrontar este desafío en solitario y, para ello, desarrolla un nuevo coche, el BMW V12 LM, junto a Williams F1 (para el desarrollo del vehículo y la aerodinámica) y a Schnitzer Motorsport (para consolidar el equipo).
El prototipo de BMW apostó por el mismo motor que tan solo dos años antes había otorgado la victoria al McLaren F1, el S70 V12 con una capacidad de 6.0 litros. Sin embargo, su debut como equipo oficial en las 24 Horas de Le Mans de 1998 no trascurrió como esperaban, con tiempos muy lejanos a los de cabeza de carrera en las sesiones de clasificación, y el posterior abandono de los dos coches tras solo 43 y 60 vueltas, respectivamente.
La causa principal del abandono de los dos V12 LM se debió a ciertas vibraciones registradas en el sistema de propulsión a altas velocidades, a los rodamientos de las ruedas traseras y a la ubicación de los conductos de refrigeración, situados en el fondo del coche. Ese mismo año, BMW Motorsport decide abandonar el proyecto del V12 LM y apostar por un concepto revisado y evolucionado de su prototipo de cara a la temporada de 1999.
BMW V12 LMR, la última oportunidad de triunfar en La Sarthe antes del cambio de siglo
Antes de la temporada de 1999, BMW decide desarrollar una nueva versión de su coche inspirada por el V12 LM. De éste se conservó tan solo la estructura básica, un chasis monocasco de fibra de carbono, y el motor, el cual seguía siendo un V12 de 6.0 litros de aspiración natural montado longitudinalmente que se acoplaba a una caja de cambios X-Trac de seis velocidades. Su potencia se cifraba en 580 CV y el par motor en 678 Nm. Para no cometer los mismos errores en términos de refrigeración, los conductos se situaron en la parte superior del automóvil.
Con cuatro coches construidos en colaboración con Williams F1, y con Schnitzer Motorsport al frente del equipo, el debut del BMW V12 LMR llegaría finalmente en las 12 Horas de Sebring de 1999. La siguiente parada en el calendario sería Le Mans, donde correrían contra prototipos cerrados, más rápidos, aunque menos eficientes con el combustible. A la legendaria carrera de resistencia acudirían cuatro coches, uno de ellos pintados por la artista Jenny Holzer como parte de la tradición BMW Art Cars.
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Y llegó la gesta
La sesión de clasificación para las 24 Horas de Le Mans de 1999 permitió a BMW obtener la tercera y sexta posición en la parrilla de salida, después de que los otros dos no pasaran el corte. Ya en la carrera, los BMW V12 LMR se tuvieron que enfrentar a serias dificultades, las cuales superaron a diferencia de sus rivales de Mercedes, Nissan, Toyota y Audi. En la segunda mitad de la contienda, los V12 LMR tenían a los Audi R8R como principales rivales.
Ya en las últimas horas de la carrera de resistencia, el BMW V12 LMR pilotado por Jyrki Juhani Järvilehto sufrió un accidente, lo que reducía las posibilidades de BMW a un solo coche, el pilotado por Joachim Winkelhock, Pierluigi Martini y Yannick Dalmas, quien ya habría sido ganador de las 24 Horas de Le Mans en 1992 con el Peugeot 905 EVO 1bis. Circulando en cabeza de carrera con menos de una vuelta de ventaja sobre el Toyota, el coche del fabricante japonés sufrió un reventón que obligó a su retirada, lo que sirvió a BMW para conquistar las últimas 24 Horas de Le Mans del siglo XX.