Hace casi 40, ABT Sportsline decidió trabajar sobre la base de la primera generación de un mito de la industria del automóvil, el Volkswagen Golf (prueba). A lo largo de sus 125 años de historia, el preparador alemán se ha centrado principalmente en productos del Grupo Volkswagen, trabajando últimamente sobre casi cualquier modelo que sale de las fábricas del grupo automotriz. Pero hoy hemos decidido ahondar un poco en su historia y recuperar esta curiosa preparación. Se denomina ABT Golf GTI Mk1 Turbo y fue desarrollado en 1982.
La historia del Volkswagen Golf: generaciones y versiones especiales
Tras más de ocho generaciones, el Volkswagen Golf GTI Mk1 -conoce su historia- es uno de los más coleccionables. Se lanzó al mercado en 1976 y supuso el despertar del segmento de compactos deportivos. Durante los últimos 45 años, las siglas GTI han estado ligadas a rendimiento, estatus y deportividad. Y si recurres a los servicios de ABT, los diferentes kits de carrocería, llantas, accesorios interiores y programas de potenciación harán de tu GTI un vehículo aún más especial.
ABT Golf GTI Mk1 Turbo de 1982, el origen de una larga relación de casi 40 años
El primer trabajo de ABT Sporstline sobre la base del Golf GTI tuvo lugar hace ahora 39 años. Tomando como base la primera generación del modelo, el especialista alemán añadió más músculo con un completo kit de fuselaje ancho. Este paquete acampanó los guardabarros, permitiendo instalar nuevas llantas y un aumento del ancho de vías. El frontal lucía un nuevo añadido inferior con dos entradas de aire que acompañaba a los guardabarros delanteros. Atrás ocurre lo mismo, aunque con un acabado más sutil. El conjunto lo remata un juego de llantas Ronal de 13 pulgadas en diseño multirradio con neumáticos 205/60.
En el interior, los cambios fueron algo menos agresivos. Las principales incorporaciones fueron un cuadro de instrumentos específico con logos ABT y un volante de cuero deportivo.
Sin embargo, todos estos cambios harían parecer al ABT Golf GTI Mk1 de 1982 un coche más ancho con nuevas llantas de no ser por las mejores implementadas en el apartado mecánico. Tomando como base el motor de 1.8 litros y cuatro cilindros que impulsaba al primer Golf GTI, ABT instaló un turbocompresor KKK extraído del mismísimo Audi Quattro (prueba), así como pistones forjados, árbol de levas y cigüeñal mejorados.
El resultado fue un aumento de potencia desde los 112 CV originales a unos impresionantes 163 CV y 230 Nm de par máximo. El bloque seguía asociado a cambio manual de cinco velocidades y a una configuración de tracción delantera. Esta combinación anunciaba a principios de los 80 un 0 a 100 km/h en 6,8 segundos. Estas cifras, a la altura de utilitarios deportivos actuales, era posible gracias a un peso de 850 kilos y una relación peso-potencia de 5,2 kg/CV.