Es bastante habitual descubrir prototipos que desarrollaron las marcas en un momento determinado, que no llegaron a buen puerto y que permanecieron ocultos hasta que, muchos años después, se descubren. En el caso de SEAT, existen varios ejemplos, como el SEAT Córdoba Cabrio que conocimos hace poco o el también desconocido SEAT León Coupé. Hoy, el turno es para el SEAT Toledo Vario, un proyecto que tampoco se materializó.
Nos vamos a los años 90. Tras el éxito que tuvo el primer SEAT Toledo, la marca española trabajó duro en la segunda generación, la cual llegó al mercado en 1998. Esta segunda entrega supuso un notable salto de calidad con respecto al Toledo I. No sólo en tamaño y equipamiento, sino también en comportamiento en carretera, al beneficiarse de la plataforma que el Grupo Volkswagen empleaba en el Golf, el A3 y el Octavia.
SEAT Toledo Vario, el familiar que no llegó a producción
Inicialmente, el nuevo SEAT Toledo se proyectó con tres carrocerías: berlina con portón trasero, coupé de tres puertas y familiar. Sin embargo, durante el proceso de desarrollo, los responsables terminaron descartándolas todas y la berlina de cinco puertas se convirtió en un sedán de tres volúmenes y cuatro puertas.
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Esto hizo que el maletero se quedara en 500 litros, que no está nada mal para una berlina de su tamaño, pero lejos de los 600 litros que se pensaron al principio y 50 litros menos que el primer Toledo. Se podía dejar un maletero mucho más grande para una versión familiar, como ocurrió con la primera generación, denominada Vario, pero SEAT descartó la idea.
Un prototipo casi de producción
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Sin embargo, parece que en Martorell tuvieron claro hacer un Toledo Vario II casi hasta el final. Al menos es la sensación que produce el hecho de que se ensamblaran varios prototipos, como puedes ver en las imágenes de una unidad que ha publicado SEAT en su cuenta de Instagram dedicada a sus modelos históricos. Además, a juzgar por el aspecto, parece una versión casi de producción que, incluso, está matriculada con la placa B-1240-SL, correspondiente a 1996, lo que sugiere que se hicieron pruebas dinámicas con este ejemplar.
Estéticamente, el Toledo Vario recuerda ligeramente al Córdoba Vario, modelo que sí se comercializó. El diseño conserva el mismo formato que en le Toledo berlina. La cosa cambia a partir del pilar B, donde el techo se estira y queda rematado por una zaga muy estilizada, sin caer de manera totalmente vertical, con unas ópticas que luego veríamos en el Ibiza III y en el Córdoba II. De hecho, visto por detrás, casi parece un Ibiza más grande.
En cuanto al motor, la cuenta de SEAT no proporciona datos, aunque sí dice que se trata de un Toledo Vario V5, lo que indica que lleva un motor V5 de 2.3 litros con 150 CV, un propulsor que estuvo disponible en la berlina.
Las razones por las que no se materializó el SEAT Toledo Vario de segunda generación no se conocen exactamente, aunque podemos intuirlas. Por un lado, aunque en aquella época existía una mayor demanda de coches familiares, quizá al Grupo Volkswagen no le parecía una buena idea, ya que podía pisar al Skoda Octavia Combi, un modelo que tuvo un éxito sobresaliente entre finales de los 90 y principios de los 2000. Puede que ahí esté el motivo por el que nos quedamos sin el Toledo Vario II.