El proyecto M24 arrancaba en 1977, pero no vería la luz hasta febrero de 1983. El objetivo de la marca era crear un vehículo que reemplazara al Peugeot 104, que no gozó de una gran aceptación, y crear un producto a la altura de su principal competidor, el mítico Renault 5 y su sucesor, el Renault Clio. Además, era necesaria una variante más deportiva, que llegaría un año más tarde y se actualizaría en 1987 con la versión más potente comercializada. Esta es la Historia del Peugeot 205, la historia del ‘matagigantes’.
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Peugeot atravesaba un momento crítico en la década de 1970 tras la adquisición de Citroën y de las filiales de Chrysler, en 1974 y 1978. Además, el Peugeot 104 era un claro fracaso y el resto de modelos que ofrecía (305, 505 y 604) no respondían a las exigencias de un público cada vez más perfeccionista, quien encontró en el Renault 5 un claro exponente de lo que estaba buscando. El proyecto M24 se inicia en 1977 y se decide desarrollar y madurar con calma para que el producto resultante fuera lo suficientemente bueno para no presentar problemas tras su lanzamiento.

En febrero de 1983 se obra el milagro y se lanza el Peugeot 205, un compacto deportivo y de líneas modernas con un diseño juvenil y atrevido que cautivaba al gran público con el eslogan: “Contigo al fin del mundo”. Ofrecido inicialmente en acabados GL, GR Confort y GT, el 205 necesitaba urgentemente una variante que plantara cara a la evidente fuga de ventas, el Renault 5 Turbo lanzado en 1976.
El 1 de marzo de 1984, la variante más deportiva hasta la fecha vería la luz finalmente, el Peugeot 205 GTI 1.6 de 105 CV que, aunque no se diferenciaba en exceso de las variantes estándar, mostraba los primeros ápices de lo que llegaría finalmente a ser. Encontrábamos unos parachoques rediseñados, una línea roja que bordeaba la carrocería, guardabarros más anchos de plástico y las siglas GTI en el pilar C con llantas específicas de 14 pulgadas. El interior mostraba asientos tipo baquet y una moqueta roja. Mientras tanto, bajo el capó se escondía un motor XU5J de 1.580 cc que compartía con el Citroën BX 16, aunque con 105 CV gracias a un encendido electrónico y a la inyección Bosch L Jetronic. El propulsor estaba acompañado de vías ensanchadas 40 mm delante y 30 mm detrás, muelles más duros y barras estabilizadoras más rígidas.

Sin embargo, al mismo tiempo que Peugeot desarrollaba el 205 GTI, también trabajaba en el Peugeot 205 GTI T16 presentado en diciembre de 1983. Esta edición especial equipaba un motor de cuatro cilindros y 1.775 cc con un turbo KKK que entregaba 200 CV en la versión de producción, de la que se crearon 200 unidades hasta abril de 1984, fecha en la que se lograría la homologación para el famoso Grupo B de rallyes, donde cosecharía un total de dos títulos mundiales, dos de constructores y dos de pilotos, y dos victorias en el Rally Dakar gracias a su sistema de tracción total y a las diferentes mejoras de competición que le permitía ofrecer hasta 500 CV. Además, fue la base de un proyecto espectacular que no vio finalmente la luz por la cancelación de esta categoría, el Peugeot 405 T16 Group S.
Pero, aunque el 205 GTI de calle era un coche efectivo, dócil y deportivo, acusaba un gran punto negativo que le impedía competir de tú a tú con sus rivales, entre los que encontramos el Volkswagen Golf GTI de segunda generación, con el que además compartía siglas en el nombre. La falta de potencia era su único punto débil, por lo que en febrero de 1985 se lanza el kit PTS (Peugeot Talbot Sport), el cual permitía, mediante modificaciones en la culata, bielas, pistones, árbol de levas y colector de escape, incrementar la potencia hasta los 125 CV.

Un año más tarde, en marzo de 1986, se comenzó a realizar los primeros cambios en un coche que ya era un éxito comercial para Peugeot. El motor de 1.6 litros se modifica mediante una variante denominada XU5JA que le permitía pasar de los 105 a los 115 CV de fábrica, sin necesidad de emplear kits de potenciación, aunque esto era un parche provisional a la espera de la variante más potente. Ese mismo mes es lanzada la versión 205 CTi, una versión descapotable diseñada por Pininfarina que contaba con el motor 1.6 de 115 CV también.
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En diciembre de ese mismo año es presentada la versión de 1.9 litros y 130 CV del bloque XU9JA procedente del Citroën BX GTI, aunque sus prestaciones mejoraban con respecto al compacto de la firma de los dos chevrones, con una velocidad punta de 201 km/h, opción de aire acondicionado y unas nuevas llantas de 15 pulgadas con neumáticos 185/55. Desaparecía del catálogo la versión de 1.6 litros y 105 CV.

En 1992, la entrada en vigor de la normativa antipolución de la Unión Europea obliga a multitud de fabricantes a reajustar su gama de motores para cumplir con las exigencias de la normativa. Esto provoca la desaparición del 1.6 litros de 115 CV, mientras que el motor 1.9 del 205 GTI recibe un catalizador que limitaba su potencia de los 130 a los 122 CV. La producción finalizó en 1993, aunque las últimas unidades se terminaron de vender en 1994 con un total de 298.345 ejemplares producidos.
El Peugeot 205 GTI en competición
En 1982 nace el Grupo B, una categoría muy permisiva que permitía la participación de vehículos potentes y ligeros donde se permitió la incorporación de novedades como la tracción integral y los motores sobrealimentados. Aunque la marca del león ya participaba en rallyes oficiales antes del Grupo B con el Peugeot 404 y 504, Jean Boillot, presidente de la firma, quiso revolucionar las cosas tanto dentro como fuera de Peugeot.

La compañía inicia un proyecto de competición al mismo tiempo que desarrollaba el proyecto M24 (Peugeot 205), en el que puso al frente a Jean Todt, quien se rodeó de un aserie de ingenieros procedentes de la Fórmula 1. Con un presupuesto holgado y libertad de actuación, Todt tan solo tenía dos premisas: que el coche se pareciese lo máximo posible al modelo de producción y que fuera un vehículo ganador.
El desarrollo del 205 T16 arranca en 1982 combinando la ligereza de una carrocería de fibra y un sistema de tracción total unido a un motor turbo. El chasis monocasco de vigas de aluminio disponía el motor en posición central sobre el subchasis trasero. El propulsor era una unidad de 1.8 litros y cuatro cilindros que ofrecía en los primeros compases un total de 300 CV, aunque llegaría a los 500 CV en futuras evoluciones gracias al turbocompresor KKK.

Una vez fabricado el vehículo, era necesario crear una variante de producción que permitiera homologar todo el proyecto. Nace el Peugeot 205 T16 con motor 1.8 turbo de 200 CV del que se produjeron 200 unidades y, una vez comercializadas, el fabricante recibiría la homologación el 1 de abril de 1984 de la variante de carreras por parte de la FISA. Sin embargo, su primera prueba oficial en competición llegaría en el Rally Mille Pistes de Canjuers de 1983, aunque no con el resultado esperado cuando los ingenieros se percataron que el sistema de tracción total no funcionaba del todo y que el turbolag era acusado y de respuesta muy violenta. El 205 Turbo 16 no se podía conducir.
Deciden volver a la fábrica y ajustar todos los parámetros para conseguir un coche ganador. Como piloto de pruebas eligieron al finés Ari Vatanen, quien pronto descubrió a Peugeot el potencial de su coche, tras realizar los ajustes necesarios, marcando el mejor tiempo, poniéndose en cabeza y estando a punto de ganar de no ser por una salida de pista a consecuencia de la lluvia en el debut del coche en el Campeonato en el Rally de Córcega de 1984.

Esta primera versión del Peugeot 205 T16 ofrecía 350 CV de potencia con un peso de 940 kilogramos y estuvo en activo en las temporadas de 1984 y 1985, donde registró tres victorias el primer año y seis en el segundo, así como trece podios además de conquistar los títulos de pilotos y constructores en 1985. Por su parte, en una segunda versión, denominada 205 T16 Evo 2, el motor entregaba 500 CV gracias a un turbo Garret que sustituía al KKK y el peso se reducía a 910 kilogramos. Logró siete victorias entre 1985 y 1986, con los títulos de pilotos y constructores en 1986, pasando por su volante pilotos de la talla de Ari Vatanen, Carlos Reutemann o Juha Kankkunen, entre otros.
Tras la prohibición en 1986 del Grupo B, muchos fabricantes abandonaron los proyectos incluso del Grupo S que iba a ser el encargado de reemplazar a la categoría. Sin embargo, Peugeot decidió alargar la vida del 205 en competición e introdujo su utilitario en el Rally Dakar. Se realizaron una serie de modifiaicones como alargar la carrocería en 33 cv, ampliar el ancho entre ejes limitar la potencia a 380 CV para mejorar la fiabilidad, así como elevar la altura de la suspensión en 7 cm. Su potencial era tal que ganó las ediciones de 1987 con Vatanen y la de 1988 con Kankkunen, mientras que las ediciones de 1989 y 1990 las conseguiría con el nombre Peugeot 405 T16.

Mientras tanto, una última incursión en competición tuvo lugar en el Pikes Peak International Hill Climb con el 405 T16 y Vatanen al volante. Las míticas imágenes del piloto finés escalando la pronunciada subida y afrontando las horquillas en el camino son legendarias, aunque no llegó a encumbrarse con la victoria debido a que rompió un conducto del turbo muy cerca de la meta.
Un Peugeot 205 GTI de récord en subasta
Aunque habitualmente son otra clase de modelos los que alcanzan precios desorbitados en subasta, estableciendo en el proceso nuevas marcas mundiales, como el McLaren F1 que se subastó por 12,3 millones de euros, también hay automóviles mucho más modestos que pueden llegar a sorprender. Sin ir más lejos, este Peugeot 205 GTi, que ha establecido un nuevo récord de precio en subasta tras ser adjudicado por una suma que superó en más de 14.000 euros la estimación de venta más baja dada por la casa organizadora del evento, Silverstone Auctions.
Fue vendido durante la celebración del evento Classic Sale 2016, que tuvo lugar entre los días 28 y 31 de julio, donde Silverstone Auctions selló la venta de automóviles por un valor combinado de más de 5,7 millones de euros. El modelo en cuestión es un Peugeot 205 GTI 1.9 de 1989, un ejemplar que desde que fue estrenado, tan solo ha recorrido 12.852 km, lo que lo convierte en uno de los 205 GTI con menor kilometraje de todo el planeta.

No solo eso, este Peugeot 205 GTI de récord también es uno de los mejor conservados y originales, pues el único propietario que ha tenido durante estos últimos 27 años se ha encargado de cuidarlo meticulosamente. Tanto que no dudó en almacenarlo durante años, concretamente entre junio de 2004 y febrero de 2012, periodo durante el que fue puesto en marcha en numerosas ocasiones para evitar posibles problemas mecánicos.
Este Peugeot 205 GTI 1.9 de 1989 fue vendido por el equivalente de más de 36.000 euros (30.938 libras esterlinas, para ser exactos). Su nuevo propietario, además del coche, recibió toda la documentación del vehículo, incluyendo los manuales originales, el historial de mantenimiento, los catálogos de la época… y no se olvidó de mencionar que el “coche parece, se conduce y huele como si fuera nuevo”.
Fuente: MotoMania.info, 8000vueltas.com